Vivienda: la izquierda se
manifiesta contra sí misma
Rebelion / España
19/10/2024
Fuentes: Ganas
de escribir
La presencia de dirigentes políticos de izquierdas que ocupan o han ocupado
cargos en el Gobierno en las manifestaciones por la vivienda que se llevaron a
cabo hace unos días resulta un tanto surrealista.
Esas personas y
sus organizaciones respectivas han sido responsables del deterioro que en los
últimos años ha sufrido el ejercicio del derecho que reconoce el artículo 47 de
la Constitución Española: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de
una vivienda digna y adecuada».
No digo que la
cada vez mayor dificultad de acceso a la vivienda por los grupos de población
de menos renta haya sido provocada por la izquierda que viene gobernando en
España desde 2018, o en periodos anteriores con Rodríguez Zapatero. Entre otras
cosas, porque lo mismo o peor ocurrió cuando gobernó el Partido Popular y,
además, en otros muchos países del mundo, incluso en mayor medida.
Tampoco digo
que me parezca mal que esos dirigentes promuevan, apoyen y asistan a las
manifestaciones. Simplemente digo que eso representa manifestarse contra ellos
mismos si, al mismo tiempo, no explican el por qué de su fracaso a la hora de
mejorar el derecho de acceso a la vivienda.
Es ingenuo
pedir que la izquierda pueda resolver cualquier problema mientras gobierna
cuando los problemas son de extraordinaria magnitud, como en este caso,
requieren disponer de un poder real que no se tiene, o mucho tiempo por delante
para que las decisiones que se adopten den frutos positivos. Las barbaridades
que durante tanto tiempo se han cometido en política de suelo y vivienda en
España no se pueden revertir ni en una, ni quizá en dos o tres legislaturas.
Pero sí se puede hacer algo más que es muy importante, puesto que es un
inexcusable punto de partida para no errar en la inmediatez: diseñar
estrategias y políticas adecuadas a medio y largo plazo, lograr acuerdos y
alianzas sociales para poder llevarlas a cabo y, sobre todo, explicar a la
población la naturaleza real del problema, sus causas, las dificultades o
barreras que hay que superar para resolverlo y, quizá lo más importante, el por
qué no se puede avanzar en la dirección deseada. Es decir, hacer pedagogía,
informar, comunicar y lograr que la ciudadanía pueda ser partícipe, cooperadora
y cómplice.
Casi todo esto
último es lo que yo creo que no está haciendo la izquierda.
Se está
equivocando en la estrategia. En el caso del POSE, de forma garrafal. Dedicarse
a pedir solidaridad a los arrendadores o conceder bonos de alquiler que no van
a bajar los precios sino quizá a subirlos, resulta no sólo frustrante, sino
hasta patético.
A su izquierda,
creo que se comete el error de empeñarse en corregir la actuación del mercado,
cuando este es muy rígido a causa de la concentración, de la gran presencia de
fondos de inversión especulativos y del tipo de vivienda que se ha construido.
Y también, el de limitarse a hacer planteamientos puramente moralistas, como el
que desarrollaba Alberto Garzón, máximo dirigente de Izquierda Unida hasta hace
poco, en un reciente artículo periodístico.
La única
estrategia que podrá permitir que se ejerza el derecho a la vivienda es su
desmercantilización en las áreas o modalidades requeridas para satisfacer la
necesidad de habitación de la población, dándole prioridad a ese derecho y
construyendo las que hagan falta para ello, si hace falta, con la colaboración
del sector privado. Dicho de otro modo: no se trata de enfrentarse a los
molinos del mercado como quijotes, sino salirse de él, porque está demostrado
que este, movido con el exclusivo motor del afán de lucro, no es capaz de
satisfacer a la totalidad de la demanda social de un bien de primera necesidad.
Es imprescindible
contar con un parque nacional del bien público de la vivienda. No hay otra. Y
es muy urgente avanzar en esa línea porque lo que está sucediendo con la
vivienda y que expliqué en un
artículo anterior, va acompañado de la mercantilización de
otros bienes y servicios básicos para la vida humana, como el agua y otros
recursos naturales, el conocimiento, los remedios a la salud, la educación y
muchos otros.
Se puede
justificar la impotencia de la izquierda, pero es injustificable que no sea
consciente de ello, no explique el por qué, o que actúe como si el problema que
deja sin resolver no fuese con ella.
En este sentido
y por último, no puedo dejar de mencionar una última responsabilidad (hoy no
toca hablar de los promotores, bancos, y fondos de inversión que se hacen de
oro especulando). También creo que la tienen las docenas de miles de personas
afectadas que hasta ahora apenas se han dejado notar, no se informan bien, no
salen constantemente a la calle para reclamar soluciones y que, para
colmo, o no votan o votan a los partidos que aplican políticas que les impiden
ejercer sus derechos constitucionales. Por tanto, bienvenidas sean estas
movilizaciones que, en cualquier caso, son la condición previa para que
dispongan de vivienda todas las personas que la necesiten.
Fuente: https://juantorreslopez.com/vivienda-la-izquierda-se-manifiesta-contra-si-misma/
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