El embrutecimiento de las masas, como estrategia de poder de la dictadura del capital
DIARIO DE OCTUBRE / mayo 11, 2024
El embrutecimiento de las masas es una estrategia planificada del actual
sistema de dominación, en fase imperialista, para sostener su dictadura de
clase. El capitalismo agotó ya la etapa histórica en la que fue capaz de
producir una elevación de la cultura y del desarrollo social, como consecuencia
de los potentes cambios que en todos los órdenes generó el inicio de este modo
de producción. Hace tiempo se acabó esa etapa de florecimiento, ahora en el
capitalismo todo está impregnado del hedor de la muerte.
C. Suárez (Unidad y Lucha).—
CAPITALISMO
PARASITARIO Y EN DESCOMPOSICIÓN
Una acusada
contradicción, entre el alto desarrollo de las fuerzas productivas y las
relaciones de producción existentes, determina el presente momento. Hoy, dentro
del capitalismo, se ha creado ya la base material necesaria para la
construcción de la sociedad socialista.
Entonces, esas
fuerzas productivas altamente desarrolladas, que ya no caben dentro del sistema
capitalista, son usadas por la burguesía de manera ajena a la utilidad social
histórica que les es intrínseca. Por situar un ejemplo que ilustre esta
idea: los drones son magníficos inventos de gran utilidad para la
siembra agrícola o para controlar los incendios, pero en manos de la oligarquía
monopolista se convierten en letales instrumentos de muerte. También es un
ejemplo, en este sentido, el uso de la IA en las operaciones de guerra, como
hace el sionismo en estas fechas.
Son fuerzas
productivas casi socialistas, pero que no están regidas por el
poder de la clase obrera -la clase que las crea-, sino regidas por su clase
antagónica, que las usa de forma pervertida para perpetuar su dictadura de
clase.
El vertiginoso
proceso de concentración y centralización del capital, de dimensiones
gigantescas, provoca enormes conflictos en el seno de la burguesía como clase
dominante. Una dinámica imparable expulsa y proletariza a una parte cada día
mayor de esa burguesía y, en consecuencia, una fracción cada vez más reducida
de la misma es la que ejerce todo el poder. Una élite -que es una minoría
social- lo decide todo, tanto en lo económico como en lo político. Un violento
poder que desconoce las mínimas formalidades democráticas. La cantidad de sus
sepultureros sí que crece de forma incesante.
El imperialismo
es capitalismo parasitario y en descomposición (Lenin). ¿Qué
es lo que se descompone? Se descompone no solo el proceso de
acumulación de capitales, al mismo tiempo también se descomponen todos los
mecanismos de legitimación de esta lógica económica. ¿Y qué se vuelve
parasitario? Pues no solo la actual acumulación por desposesión, sino
también todo el edificio social. Se arruinan todas las normas y hábitos
sociales que fueron necesarios en la etapa pre-imperialista para la
legitimación de esa dictadura del capital, para legitimar la esclavitud
asalariada, y la explotación (plusvalía) como regla de oro del sistema
de dominación, y que hoy son un obstáculo para la élite en el poder.
Marx y Engels,
en varios textos, hacen un reconocimiento de los avances que el capitalismo
supuso con respecto al régimen feudal anterior, en el sentido de que la
sociedad fue liberada de una situación servil por un nuevo patrón social que
era objetivamente más avanzado, siendo al mismo tiempo una nueva forma de
dictadura de clase, y, como tal, nunca un régimen de libertades, de justicia y
de igualdad social.
SIMPLISMO COMO
ALIENACIÓN
Se recurre a un
empobrecimiento general de la vida, tanto en las relaciones sociales como en la
elaboración intelectual. El pensamiento alienado y subalterno lo impregna todo.
Así, la clase sometida admira a la clase opresora. El mensaje se vuelve simplista
al extremo, no hay debate de ideas, solo likes y emoticonos.
Sometido el individuo social a la sistemática negación de las capacidades
intelectuales, se impone la cultura de Walt Disney, el cómic más
ramplón y la estupidez del reguetón. También la hipersexualización,
desde la más temprana edad, como otro factor de alienación. El individuo queda
en la degradación y el debilitamiento de sus valores y capacidades, a merced de
las estrategias de la oligarquía monopolística, que controla todo y que chequea
la subjetividad de las masas en tiempo real mediante el control de las redes
sociales, utilizando el big data y la IA.
El poder
colisiona con sus propios avances civilizatorios anteriores, porque hoy ya son
un obstáculo para el ejercicio de su violencia opresora. El imperialismo
necesita confinar la capacidad de pensar de las masas, anularlas, someterlas.
En esta fase histórica se trata de paralizar el desarrollo de las fuerzas del
avance social, porque lleva a su clase dominante a la muerte. Inútilmente
tratan de parar “el movimiento del sol” -el desarrollo
superador de sus agudas contradicciones internas sistémicas-, porque nunca
podrán evitar el surgimiento de nuevos espacios favorables para las luchas por
la liberación.
El
embrutecimiento de las masas, provocado y planificado de forma consciente, es
una expresión de la misma degeneración del sistema capitalista, y de la degeneración
de la elitista clase en el poder. Consecuencia de su agotamiento histórico, el
poder trata inútilmente de paralizar el proceso hacia el estallido de la crisis
revolucionaria, y el inicio de la transición a la sociedad socialista. La clase
dominante en el capitalismo, una vez más, busca amparo en el recurso a un
fascismo versión 2.0.
DICTADURA DE
CLASE EXPLÍCITA Y GUERRA
El capital,
acorralado por la férula de la ley de caída tendencial de la tasa de ganancia,
recurre explícitamente a la represión y la violencia más directas, puesto que
su debilitada hegemonía no tiene ya capacidad para actuar como camisa de fuerza
de las aspiraciones sociales libertadoras. Ahora Ley Mordaza, palos
y montajes policiales-judiciales de todo tipo. Assange emprisionado y amenazado
hasta la eternidad. Centro de torturas de Guantánamo y prisiones secretas por
cualquier lugar.
Al final, la
guerra sistémica permanente. Guerra sin normas. Barbarie ilimitada.
Llegamos así a
Milei, Trump, Biden, Bannon, Meloni, Abascal, Le Pen, Netanyahu, Bolsonaro,
Bukele, etc. Ya sea con la motosierra, con la Biblia, con los MENAs,
con el racismo más miserable, con las privatizaciones, con salarios de mierda,…
siempre al servicio de la dictadura del capital, desarrollan toda una dinámica
marcada por el histrionismo, que enardece a las masas simplistas y
simplificadas, las convierten en borregos para implantar los comportamientos
sociales más reaccionarios y decadentes, pudrición de los valores elaborados
por siglos de civilización acumulada y encapsulamiento de las potencialidades
que ofrece una nueva base material altamente desarrollada, la que llevará a la
Humanidad a niveles de bienestar nunca conocidos en la historia. El futuro será
una sociedad en la que no cabrá ninguno de estos asesinos embaucadores al
servicio mercenario de la dictadura monopolista del capital.
Los tiempos
históricos preparan la llegada de la revolución socialista. Las fuerzas
revolucionarias han de meterle el bisturí a esta lógica del imperialismo en su
etapa tanática. Imponiendo una dura confrontación con su estrategia de
degradación y la descomposición del ser social mediante el embrutecimiento y la
estupidización. Un camino final del capitalismo que solo conduce a una barbarie
dantesca, incluso a la destrucción de todo.
Es tiempo de
llevar al capitalismo a su derrota total y a su fin histórico.
Tiempo de
sociedad socialista y dictadura del proletariado.
FUENTE: unidadylucha.es