Los humanos habríamos provocado la extinción de unas
1.430 especies de pájaros
TERCERAINFORMACION /
24.12.2023
- Un nuevo estudio, con participación española, revela los dos
eventos de extinción de vertebrados más grandes de la historia provocados
por las personas a lo largo de la historia de la humanidad. Los autores
también alertan de que estamos viviendo la tercera extinción masiva de
aves.
El icónico dodo de Mauricio extinto. / AMNH/C. Chesek
Los humanos habríamos eliminado más del doble de
especies de aves de lo que se pensaba anteriormente, concretamente unas 1430
especies. Este dato, calculado con modelos matemáticos y publicado hoy en un
artículo en la revista Nature
Communication, descubre la magnitud real de las extinciones
globales provocadas por los humanos, con las implicaciones que esto comporta
por la crisis de biodiversidad que estamos viviendo.
Hasta ahora, las observaciones y los fósiles
mostraban que desde el final del Pleistoceno (cuando los humanos empezaron a
expandirse por el mundo), se han extinguido unas 600 especies de aves, el 90
por ciento en islas habitadas por personas. Estas especies van desde el icónico dodo de Mauricio hasta el alca gigante del Atlántico Norte,
pero también hay ejemplos más cercanos, como pájaros de Canarias como ostrero
unicolor canario (Haematopus meadewaldoi)
o el verderón de Trias (Carduelis
triasi), y de Baleares, como el rascón de Eivissa (Rallus eivissensis).
Con este artículo y los modelos estadísticos
elaborados, los investigadores estiman que la cifra real es algo más del doble:
1.430 especies perdidas, aproximadamente el 11 % de todas
las especies de aves que existen actualmente.
Hace unos años, muchas de las islas del mundo eran
oasis de naturaleza prístina, pero la llegada de personas a lugares remotos
como Hawái, Tonga, y Azores, y en islas como las de Canarias o Baleares,
provocó impactos de gran alcance que se han alargado muchos años. Entre ellos,
la deforestación de las islas, la caza excesiva y la introducción de especias
invasoras. En consecuencia, se eliminaron muchísimas especies de aves en estos
espacios insulares.
Esta desaparición de las aves está documentada desde los años 1500 en
adelante, porque antes de ese momento, nuestro conocimiento sobre el destino de
las especies solo se basa en los restos fósiles, pero todavía quedan muchos
yacimientos por descubrir. Sin fósiles, la verdadera magnitud de las
extinciones ha quedado inexplorable y el conocimiento que tenemos es muy desigual
en diferentes partes del mundo.
Ahora, un equipo de investigación liderado por el
Centro para la Ecología y la Hidrología del Reino Unido (UKCEH), en el que ha
participado el CREAF, ha utilizado modelos
estadísticos para estimar cuántas extinciones de aves sin
descubrir podría haber habido a lo largo de la historia humana moderna (desde
el Pleistoceno tardío hace unos 130.000 años).
El equipo de investigación ha utilizado los datos
de las extinciones que sí conocemos, y ha extrapolado cuantas especies más
podrían haberse extinguido si el esfuerzo de investigación fuera tan grande
como el que se ha hecho en Nueva Zelanda.
Este país es el único rincón del mundo en el que se cree que la fauna de aves
anterior a la llegada del ser humano está plenamente documentada, con restos
bien conservados de todas las aves que habitaban.
Rob Cooke, modelizador de UKCEH,
constata “Las personas han devastado rápidamente las poblaciones de aves
mediante la degradación de los hábitats, la sobreexplotación y la introducción
de ratas, cerdos y perros que depredaban los nidos de aves, en islas donde
nunca antes había habido depredadores. Muchas especies se extinguieron antes de
los registros escritos y no dejaron rastro alguno».
Ferran Sayol, investigador del CREAFy
coautor del estudio, añade: «Estas extinciones históricas pueden tener grandes
consecuencias para el funcionamiento de los ecosistemas. El mundo no solo ha
perdido un gran número de especies de aves únicas, sino que también se habrán
perdido las funciones clave que realizaban estos pájaros. Por ejemplo, la
pérdida en la dispersión de semillas o la polinización tiene efectos nocivos en
cadena sobre otras especies y el conjunto del ecosistema”.
En España,
en total, conocemos tres extinciones de Baleares (todas en Ibiza) y diez de
Canarias, mientras que el modelo presentado en el artículo estima que podría
haber habido tres extinciones más en Baleares y unas ocho más en Canarias que
no conocemos .
Tres grandes extinciones masivas
Los científicos afirman que su estudio ha revelado
algunos de los eventos de extinción de vertebrados más masivos de la historia
impulsados por humanos. En primer lugar, el que se dio durante el siglo XIV en
el Pacífico Oriental (incluyendo las islas Hawai),
donde se ha estimado que se perdieron 570 especies de aves después de que las
personas llegaran por primera vez, casi 100 veces la tasa de extinción natural.
En segundo lugar, en el siglo IX aC, principalmente
impulsado por la llegada de personas al Pacífico Occidental (incluyendo las islas Fiji). Por último, destacan
el evento de extinción que vivimos actualmente, que empezó a mediados del siglo
XVIII. Desde entonces, además del aumento de la deforestación y la propagación
de especies invasoras, las aves han tenido que hacer frente a amenazas adicionales
impulsadas por humanos, como el cambio climático, la agricultura intensiva y la
contaminación.
Se prevé que esta crisis en curso supere el evento
de extinción del siglo XIV, ya que existe el riesgo de perder hasta 700 especies adicionales de
aves en los próximos cientos de años.
Ferran Sayol concluye: «A pesar de la tragedia que
representa la pérdida de especies, todavía hay esperanza. Las últimas acciones
de conservación han dado sus frutos, salvando algunas especies como el cernícalo de Mauricio, el cóndor de California,
y tenemos la oportunidad de intensificar los esfuerzos por salvaguardar los
hábitats de muchas aves y evitar extinciones futuras para conseguir mantener el
correcto funcionamiento de los ecosistemas».
Referencia:
Cooke et al. «Undiscovered bird extinctions obscure the true magnitude
of human-driven extinction waves».Nature Communications
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