Ilustración: Fernando Francisco Serrano.
Las elecciones al parlamento
europeo y la necesidad de construir una Coalición Electoral por la Paz
27 de
noviembre de 2023 Redacción
Hojas de Debate
Es
indispensable y urgente construir una Coalición por la Paz, Soberanista y
Popular, de amplia base social, que incida de manera positiva sobre los
vertiginosos acontecimientos venideros y sepa recoger, también en los próximos
comicios europeos, los anhelos de paz y de justicia social que demanda la mayoría
social.
El Consejo de la Unión Europea ha decidido que las próximas elecciones al
Parlamento Europeo se celebren del 6 al 9 de junio de 2024. En estas elecciones
europeas, la ciudadanía de los países de la UE elige mediante sufragio directo
a los diputados del Parlamento Europeo, una asamblea parlamentaria
pluriestatal.
Los diputados
de esta institución representan los intereses de los ciudadanos de la UE a
escala europea, aprueban los presupuestos de la UE, controlan su ejecución y
eligen al Presidente de la Comisión Europea y a sus comisarios, entre otras
tareas parlamentarias. Es previsible que en España la fecha de estos comicios
sea la del 9 de junio por ser festivo. Las anteriores elecciones europeas
tuvieron lugar en mayo de 2019.
Dadas las características de esta convocatoria electoral, los electores
votarán en una única circunscripción electoral en toda España, lo que facilita
la posible y deseable elaboración de una sola candidatura mediante una
coalición electoral que podría tomar un nombre como el de Coalición por la Paz. [1]
¿Por qué una Coalición por la Paz?
En la actualidad,
son múltiples los conflictos bélicos en desarrollo en el mundo. En Europa, la
guerra en Ucrania, provocada por los Estados Unidos, la OTAN y la UE contra
Rusia. Tuvo su origen en el golpe de estado de 2014 en Ucrania auspiciado por
el imperialismo y la posterior y continuada agresión a la población rusófona
del Donbas. A esta matanza se une desde el pasado 7 de octubre en el
Oriente Medio, el genocidio del pueblo palestino ordenado por el gobierno de
Netanyahu que, junto a otras confrontaciones bélicas en Armenia y Azerbaiyán,
Yemen, Etiopía, República Democrática del Congo, Siria, países del Sahel y
Haití, configuran múltiples contiendas bélicas que amenazan con convertirse en
la Tercera Guerra Mundial, con posible empleo de armamento nuclear, en la que
millones y millones de seres humanos morirían de manera cruenta.
Todas estas
guerras provocan consecuencias que repercuten en toda Europa y en todos los
países del mundo: cientos de miles de soldados y multitudes de civiles
incluidos numerosos menores de edad mueren, personas inválidas de por vida,
destrucción de viviendas y de infraestructuras e instalaciones fabriles,
inflación galopante, incremento del paro, pérdida de poder adquisitivo,
presupuestos de guerra, deterioro significativo de la sanidad, la educación y
del resto de los servicios públicos, subidas de las hipotecas, mayor número de
desahucios, graves daños en el medio ambiente, movimientos migratorios
incontrolados, supresión de derechos y libertades democráticas y auge del
fascismo, entre otras tantas. Muchas de estas secuelas las están sufriendo ya
los países de la UE y de manera particular España.
Frente a esta
barbarie que no deja de crecer, se suceden en Europa y en todo el mundo amplias
movilizaciones populares que reclaman el alto el fuego en Ucrania, Palestina y
en todos los escenarios de guerra y rechazan el envío de armas a Ucrania y
Oriente Medio. Al mismo tiempo condenan la política imperialista de Estados
Unidos y la OTAN, secundada por las instituciones de la Unión Europea y los gobiernos
de sus países miembros dirigida contra todos los pueblos que luchan por su
independencia, por su soberanía y por su emancipación política, económica y
social.
Es hora de
construir una alternativa política que recoja toda esta amplia movilización popular
en favor de la paz que se sucede, cada vez con más intensidad, en Europa y en
todo el mundo. Por tanto, resulta deseable, que en la Unión Europea y en todos
o el mayor número posible de países que forman parte de ella, se consiguieran
alternativas electorales que pusieran el foco en la necesidad y el reclamo de
la paz. Los integrantes de estas listas concentrarían especialmente sus
esfuerzos en el rechazo, en sede parlamentaria y también fuera de ella, de la
política belicista actual de los dirigentes europeos promovida por el
imperialismo y la OTAN; impulsarían la sustitución de los presupuestos de
guerra actuales por presupuestos sociales en la UE -y en todos y cada uno de
los parlamentos estatales-, se opondrían al envío de armas a Ucrania y a Israel
y, en general, a todas las zonas geográficas en las que actualmente se
desarrollan conflictos bélicos, y defenderían, además, los derechos y
libertades democráticas frente a la amenaza del fascismo, entre otras tantas
tareas parlamentarias.
De igual forma esta Coalición por la Paz deberá
abanderar políticas antineoliberales posicionándose frente a la Europa de los
monopolios, que apoyen actuaciones económicas y sociales en defensa de la
mayoría social europea y reclamen a la Unión Europea relaciones económicas y
comerciales con todos los países del mundo, con renuncia a la imposición de
sanciones a terceros y al uso de la fuerza que conlleva la práctica
colonialista.
Europa necesita
desligarse de la política suicida del imperialismo, abandonar su actual belicismo
y defender el alto el fuego, la apertura de negociaciones y la búsqueda de
soluciones concordadas entre todas las partes que hoy se enfrentan en los
diferentes campos de batalla.
Hacemos nuestro el inveterado principio republicano que contenía el
artículo 6 de la Constitución de la II República Española que señalaba: “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.”
El procedimiento para construir una Coalición por la Paz podría
consistir, en una primera fase, en un manifiesto o llamamiento suscrito por un
grupo reducido de personas, que fuesen valoradas de manera positiva por la
ciudadanía, por su honestidad pública y privada, por su competencia intelectual
y con un historial biográfico en defensa de los derechos fundamentales en los
diferentes ámbitos de la vida social. El manifiesto sería firmado a título
personal, con independencia, en su caso, de la opción política organizada
anterior o actual de los firmantes y se le daría máxima difusión para recabar,
en una segunda etapa, el mayor apoyo social de organizaciones de todo tipo e
igualmente por personas a título individual, con el objetivo de configurar una
candidatura electoral en defensa de la PAZ en las próximas elecciones al
parlamente europeo.
Podría
plantearse la conveniencia de elaborar manifiestos en las diferentes
comunidades autónomas que recaben la elaboración de uno a nivel estatal con
posterioridad.
Al ser las elecciones europeas por circunscripción única, se facilita la elaboración de una sola coalición electoral por la paz en todo el territorio estatal. Deberá construirse en España, y a ser posible en el resto de los países de la UE, en torno a la más amplia movilización en favor de la PAZ, en la defensa de los derechos y libertades democráticas plenas hoy amenazadas por el fascismo en todo el continente europeo y en el apoyo firme, desde dentro y desde fuera de las instituciones, de los intereses inmediatos y más perentorios de la mayoría social europea.
Ilustración: Fernando Francisco Serrano.
El contenido de este manifiesto podría girar en torno a las
siguientes cuestiones:
– Movilización por la Paz como objetivo prioritario de la Coalición por la Paz.
– Retirada de
la UE y de sus Estados miembros de la estructura militar de la OTAN. En España
se fundamenta en el respeto al resultado del Referéndum consultivo de 1986 que
obligaba al ejecutivo a salir del mando militar de la OTAN. Esto significaría
que todos los militares destacados fuera de las fronteras de cada uno de los
miembros de la UE vuelvan a sus países de origen y el regreso a sus aeropuertos
y puertos de los aviones y barcos de guerra y de todo el armamento que haya
sido desplazado más allá de sus límites fronterizos, así como atajar el envío
de armas al exterior en cada país integrado en la UE.
– Rechazo a los
presupuestos de guerra de la UE, de España y de los demás países europeos, así
como del traslado de armas a terceros países por conducto comunitario. Promover
en Europa la apertura comercial a todos los países del mundo, con renuncia a la
aplicación de los mecanismos de sanción actuales en perjuicio de terceros.
– Trabajar para coordinar esta Coalición por la Paz con
otras que puedan erigirse entre los diferentes miembros de la Unión Europea, y
de esta forma contribuir a la elaboración de una alternativa electoral válida
para el conjunto de la UE.
– Reforzamiento
y protección eficaz de derechos y libertades democráticas en el seno de la UE
con plenas garantías de su ejercicio por la ciudadanía europea y revocación de
los obstáculos actuales que impiden su efectividad en el espacio comunitario,
como la Ley Mordaza en España. Incorporación a la Constitución de Europa de
2003 de derechos sociales y laborales básicos de obligado respeto por todos los
miembros de la Unión Europea.
En España, el
desarrollo pleno de los derechos y libertades democráticas y la incorporación
al texto constitucional de nuevos derechos sociales y económicos básicos en
defensa de los intereses de la mayoría social tropieza con una constitución
vigente producto de una transición en la que no solo se legalizó el franquismo,
sino que, además, este participó en la elaboración del texto constitucional del
78 y permanece incrustado de manera amplia en múltiples sectores del aparato
del estado. De tal situación se deriva la necesidad específica en nuestro país
de una ruptura democrática y la apertura de un proceso constituyente
republicano.
– Defensa firme desde las instituciones europeas y desde fuera de estas de
los intereses más perentorios de la mayoría social que el manifiesto debería
identificar y detallar mediante políticas económicas y sociales contrarias al
neoliberalismo y a sus monopolios.
– Propugnar la
enseñanza y la sanidad públicas.
–
Nacionalización de los sectores estratégicos de las economías de los países
integrantes de la UE.
– Obligación estatal en la exhumación e identificación de las personas
desaparecidas con motivo de los conflictos bélicos producidos en Europa en el
siglo XX y retirada de toda la simbología nazi y fascista aún presente, o
incluso provocativamente blanqueada y promovida durante las últimas décadas, en
los países de la UE.
De aquí a la
convocatoria de las legislativas europeas transcurrirá un tiempo durante el
cual los acontecimientos que se produzcan resultan ahora imposibles de
vaticinar. Pero de lo que no hay la menor duda es que trabajar sin demora por
una amplia e intensa movilización por la paz, con máxima transversalidad, es el
único modo de oponerse a la descomunal tragedia que la inmensa mayoría debe
evitar.
Es indispensable y urgente, por tanto, construir una Coalición por la Paz, Soberanista y Popular, de amplia
base social, que incida de manera positiva sobre los vertiginosos
acontecimientos venideros y sepa recoger, también en los próximos comicios, los
anhelos de paz y de justicia social que demanda la mayoría social europea.
Notas
⇧1 |
Hojas de Debate publicó
el pasado día 9 de enero de 2023 un artículo sobre esta temática en relación
a las elecciones del pasado 23 de julio |
Notas |
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