La guerra de Ucrania
sigue ahí, aunque la de Gaza la haya sacado de los focos mediáticos. Y cada vez
está más claro que la OTAN no puede intentar ganarla sin dar un salto
cualitativo en armamento, de imprevisibles consecuencias.
¿Se vislumbra el fin de la guerra en Ucrania?
El Viejo Topo
14 noviembre, 2023
Se habla en los medios occidentales de un supuesto «estancamiento» en el
frente de batalla ucraniano, y un informe privado de funcionarios
estadounidenses afirma que es hora de que Ucrania acepte que ha perdido y
negocie con Rusia.
Otro informe occidental dice que
un presidente ucraniano “delirante”, Volodimir Zelensky, es el único que
resiste y se niega a aceptar la derrota.
La definición
de punto muerto del Diccionario de Oxford (ya sea en ajedrez, política o
guerra) no se aplica a Ucrania: “Una situación en la que parece imposible que
las partes opuestas o competidoras realicen más acciones o avances”.
Como Scott
Ritter resumió recientemente en Consortium
News:
“Según esta
definición, la guerra en Ucrania no está estancada. La guerra
definitivamente ha seguido el camino militar y político diseñado por Rusia
desde septiembre de 2022, según todos los parámetros”.
Rusia mantiene
la supremacía militar sobre Kiev en términos de hombres, equipo, reservas de
soldados, liderazgo, moral nacional y capacidad para movilizar
armas. Ahora Rusia tiene que elegir entre lanzar una ofensiva de otoño,
una ofensiva de invierno o simplemente esperar a que la moral se desplome en
Kiev para generar allí los cambios políticos deseados por Moscú. En
resumen, Putin controla ahora el ritmo de la partida.
En los puntos
críticos de Avdiivka y Kupiansk a lo largo de las líneas del frente,
Rusia ha dado forma al campo de batalla en “semi-calderos” mediante los cuales,
como señala Ritter:
«El objetivo
ruso es poner al mando ucraniano en un dilema, donde abandonar Avdiivka podría
llevar al colapso de la moral entre los defensores ucranianos, y quedarse
podría conducir a una pérdida masiva de vidas debido a las dificultades
asociadas con el refuerzo de la guarnición».
Valery
Zaluzhny, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, hizo
una evaluación a la
revista The Economist hace una semana:
“La evaluación
del general Zaluzhny es aleccionadora: no hay señales de que un avance
tecnológico, con drones o en guerra electrónica, esté a la vuelta de
la esquina. Y la tecnología tiene sus límites. Incluso en la Primera
Guerra Mundial, la llegada de los tanques en 1917 no fue suficiente para romper
el punto muerto en el campo de batalla. Se necesitó un conjunto de tecnologías
y más de una década de innovación táctica para producir la guerra relámpago
alemana en mayo de 1940. Ucrania está atrapada en una guerra larga, una en la
que él general reconoce que Rusia tiene la ventaja. Sin embargo,
insiste en que Ucrania no tiene más remedio que mantener la iniciativa y
permanecer a la ofensiva, aunque avance unos pocos metros por día”.
Zaluzhny está
tratando sensatamente de preservar las fuerzas restantes, inexpertas e
incapaces, pero está bajo la presión política de Zelensky y la OTAN
para que no ceda ningún territorio. El lunes, el asesor cercano de
Zaluzhny, el mayor Gennadiy Chastiakov, fue asesinado en su fiesta
de cumpleaños con un regalo que contenía una trampa explosiva.
Al ejército
ucraniano no le quedan opciones: Rusia tiene muchas. Esta es una situación
en la que dos combatientes obviamente desiguales están esperando el fin,
esperando una resolución militar o política de esta guerra.
Mientras tanto,
en el campo de batalla, no es casualidad que el bombardeo ucraniano de la
ciudad de Donetsk desde la cercana Avdiivka, que se ha prolongado durante años,
prácticamente haya cesado. Los suministros ucranianos a Avdiivka han sido
bloqueados por el semicaldero creado por los rusos.
¿Por qué Putin está esperando?
Principalmente
la destitución de Zelensky y analizar quién le seguirá en
Kiev. Putin sigue dando importancia a minimizar los daños
y las pérdidas vidas ucranianas, que todavía forma
parte, según su opinión, del mundo ruso.
Un blog de
Telegram llamado UKR LEAKS_eng, del ex oficial de los servicios especiales
ucranianos Vasily Prozorov, ofrece una gran cantidad de detalles sobre cómo la
política en Kiev está entrando en un estado bastante fluido, mientras la moral
en el frente se derrumba y Washington se prepara para la posibilidad
de echar Zelensky a los lobos.
La situación en
Kiev parece requerir un chivo expiatorio y cierto grado de cambio de
régimen. Pero, ¿negociará un sucesor una paz realista con Rusia o
intentará proseguir la guerra de una nueva manera? En realidad
no tendría nuevas opciones militares; los recursos están
agotados y la moral es baja.
El armario de
las maravillosas armas occidentales está vacío. Las opciones terroristas,
por ejemplo, otro ataque al puente de Kerch o un intento de asesinato político
de alto nivel en Rusia, siempre son posibles, pero ahora son menos
probables. Seguramente las personas más sensatas de Kiev, como por ejemplo
el ex asesor de Zelensky, Oleksiy Arestovych, ya están enviando discretos
sondeos de paz a Moscú.
Se habla de que
Biden preferiría mantener el statu quo hasta las elecciones presidenciales
estadounidenses dentro de un año. Sin embargo, sólo un optimista
entusiasta podría esperar que esta inestable situación política y militar se
mantenga en los próximos 12 meses. Alguien tiene que ceder.
Los informes NBC y TIME
Según
funcionarios estadounidenses citados por NBC News, Washington ha comenzado
a abordar el tema: Ucrania perderá territorio ante Rusia y debería
considerar seriamente entablar conversaciones de paz con Moscú. El informe
dice:
“Las
discusiones son un reconocimiento de la dinámica militar sobre el terreno en
Ucrania y como afecta políticamente en Estados Unidos y Europa.
Los
altos funcionarios estadounidenses y europeos piensan que la
guerra ha llegado a un punto muerto, igual que la capacidad de
continuar brindando ayuda a Ucrania. Los
funcionarios de la administración Biden también están preocupados
porque “Ucrania se esté quedando sin fuerzas”, mientras que Rusia tiene un
suministro aparentemente interminable. Ucrania está
luchando por el reclutamiento pero recientemente ha sido
testigo de protestas públicas sobre las exigencias establecidas por el presidente Volodymyr Zelenskyy .
Hay inquietud
en el gobierno de Estados Unidos por la escasa atención pública que ha recibido
la guerra en Ucrania desde que comenzó la guerra entre Israel
y Palestina hace casi un mes. La Casa Blanca teme que ese
cambio pueda dificultar la obtención de ayuda adicional para Kiev.
Los
funcionarios de Washington también han dicho que Ucrania probablemente sólo
tenga hasta fin de año, o un poco más. antes de que
comiencen unas urgentes negociaciones de
paz. Los estadounidenses han compartido sus puntos de vista sobre
este cronograma con sus aliados europeos.
Pero, ¿está
Rusia interesada en negociaciones en este momento, dada la ventaja en el campo
de batalla de que disfruta? NBC dice:
“La
administración Biden no tiene ningún indicio de que el presidente ruso Vladimir
Putin esté dispuesto a negociar con Ucrania, dijeron dos funcionarios
estadounidenses. Los diplomáticos piensan que Putin puede «esperar
a Occidente» o seguir luchando hasta que Estados Unidos y sus aliados pierdan
el apoyo interno para financiar a Ucrania y la lucha para suministrar
armas y municiones a Kiev se vuelva demasiado costosa.”
Según la
revista TIME, las sugerencias para iniciar conversaciones de paz
encuentran resistencia sólo en el propio Zelensky.
“Zelensky se
siente traicionado por sus aliados occidentales. Le han dejado sin medios
para ganar la guerra, sólo le dan medios para sobrevivir. La terquedad de
Zelensky, dicen algunos de sus asistentes, ha perjudicado los esfuerzos de su
equipo por idear una nueva estrategia, un nuevo mensaje. Mientras debatían
el futuro de la guerra, una cuestión seguía siendo tabú: la posibilidad de
negociar un acuerdo de paz con los rusos. A juzgar por encuestas
recientes, una pequeña mayoría de los ucranianos rechazarían tal medida,
especialmente si implicara la pérdida de algún territorio ocupado”.
Será tan largo como sea necesario
Seguramente
ampliar la guerra ya no es una opción de la OTAN a pesar de toda la retórica
sobre “el tiempo que sea necesario”. A su manera, cada vez más gobiernos y
poblaciones de la UE están expresando su agotamiento y desencanto por esta
guerra perdida.
Quienes están
al mando de la UE y la OTAN, Ursula von der Leyen, Josep Borrell y Jens
Stoltenberg, ahora
son personajes seriamente dañados. Viktor Orban en Hungría
tiene cada vez más peso y prestigio, y Eslovaquia tiene un nuevo gobierno
pacifista. Polonia, los países escandinavos y los bálticos
guardan silencio.
La otra gran
razón por la que Putin podría querer esperar es la peligrosa inestabilidad en
Medio Oriente. Por extraño que parezca, sospecho que Putin puede estar
preocupado por no sobrecargar peligrosamente a los débiles y erráticos
tomadores de decisiones en Washington.
Quizás quiera
dar a Biden y a sus asesores algo de espacio político para tratar de controlar
al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y conseguir que la crisis
humanitaria de Gaza esté bajo algún tipo de control estadounidense. Al ser
prácticamente los únicos adultos en la sala, los rusos y los chinos deben
tratar a Biden con consideración y cuidado.
Por lo tanto,
conviene tanto a la política rusa como a la china dejar a Ucrania a la
deriva del tiempo.
Mientras tanto,
la estatura de Putin en el Sur Global continúa creciendo. El 4 de
noviembre emitió una declaración el Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, que
denuncia firmemente la arrogante e imprudente desestabilización
global provocada por Washington, a pesar de su debilitada posición
geoestratégica.
Este extracto tiene enjundia:
“Estados Unidos
está perdiendo su control como superpotencia, perdiendo impulso, el mundo con
una sola potencia hegemónica se está derrumbando. Pero Estados Unidos no
está dispuesto a aceptar este hecho; por el contrario, busca extender su
dominio, su dictadura global. Al provocar el caos, quiere contener y
desestabilizar a sus oponentes.
Las elites
gobernantes de Estados Unidos y sus satélites están enviando armas y dinero a
las zonas de conflicto, incluidas Ucrania y Medio Oriente. Al no lograr
resultados en el campo de batalla, buscan dividirnos, dividir a Rusia desde
dentro, debilitar a nuestro país y sembrar la discordia.
Cuanto más
fuerte sea Rusia, más consolidada estará nuestra sociedad, más eficaces serán
nuestros esfuerzos por defender nuestro interés nacional y los intereses de los
pueblos que fueron víctimas del neocolonialismo occidental”.
Quienes deseen
una paz realista y duradera en Ucrania tal vez necesiten un poco más de
paciencia.
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