Otra
Andalucía es posible
PORTALDEANDALUCIA.ORG
21 octubre, 2023
Más de 30 colectivos sociales y vecinales, con el apoyo de sindicatos y partidos políticos, han organizado en la ciudad de la Alhambra la Cumbre Social para exigir que la Unión Europea tenga voz propia y deje de estar al servicio de los intereses de Estados Unidos.
Estos colectivos se han manifestado con el lema: «Otra Granada y otra Europa
son posibles», pero este lema es incompleto. Han olvidado que «Otra Andalucía,
también es posible». Una Andalucía sin las bases militares de Rota y Morón, al
servicio de la OTAN. Sin el cementerio nuclear de El Cabril, en Córdoba,
destinado a almacenar la basura radiactiva que nadie quiere. Una Andalucía que
deje de ser subalterna y dependiente para que nuestros jóvenes no estén
condenados a la precariedad laboral o se vean obligados a emigrar de nuevo a
Europa, como ya hicieron sus abuelos en los años sesenta. En definitiva, una
Andalucía que deje de ser utilizada como colonia interior para que nadie decida
por nosotros.
Esta cumbre alternativa ha sido la respuesta a la cumbre oficial de la Unión Europea, que ha reunido a casi 50 jefes de Estado y de Gobierno en la antigua capital nazarí. Ninguno de ellos me representa, pues son portavoces de la Europa más conservadora, al servicio de la gran banca y las multinacionales, un imperio financiero que pretende convertir al viejo continente en una fortaleza inexpugnable para migrantes y refugiados. Y entre ellos, cada vez tienen más peso los presidentes de países como Hungría o Polonia que se declaran abiertamente de la extrema derecha, racista y xenófoba, y han sido capaces de impedir, con su derecho a veto, un acuerdo sobre inmigración. Éste ha sido uno de los fracasos de la Cumbre. Es la Europa de los mercaderes, cada vez más alejada de la Declaración de los Derechos Humanos, pues da más valor a las mercancías que a las personas.
Resulta paradójico que hayan elegido la Alhambra para inmortalizar este
cónclave insolidario, pues recordemos que el monumento nazarí representa todo
lo contrario, la convivencia de musulmanes, judíos y cristianos, durante la
civilización de Al-Ándalus. Todo un símbolo de diálogo intercultural y respeto
a las minorías, incompatible con la Europa excluyente que ocupó el pasado 6 de
octubre el palacio nazarí.
Sus señorías han salido sonrientes en la foto de
familia, pero no entiendo de qué se rien, pues con sus Leyes de Extranjería han
logrado que el Mediterráneo sea la mayor fosa común del mundo. El Mare Nostrum
se ha convertido en un matadero, pues sólo en lo que va de año, casi dos mil
personas han muerto ahogadas, cuando intentaban llegar en patera. La costas
andaluzas forman parte de este escenario macabro. Y lo que está pasando en
nuestras costas no podemos llamarlo tragedia, sino un genocidio inducido por
leyes injustas que vulneran los derechos humanos.
Sus señorías son capaces de entregar millones de euros
a Marruecos o a Turquía, países que violan la legalidad internacional, para que
hagan el trabajo sucio. Es decir, devoluciones en caliente de migrantes y
refugiados, que no respetan el derecho de asilo.
Y tampoco tienen escrúpulos a la hora de apoyar a gobiernos corruptos en
África, para que las multinacionales del continente blanco sigan saqueando las
recursos naturales del continente negro. Es el caso de Burkina Faso, Malí o
Níger, donde la sociedad civil, decepcionada con la presencia francesa, ha
apoyado tres golpes de Estado. Culpan a los franceses de mantener relaciones
neocoloniales con los mandatarios locales, que se enriquecen a costa de la
población.
La Cumbre de la Alhambra ha debatido también sobre la
guerra, entre Estados Unidos y Rusia, que se libra en territorio ucraniano.
Cada vez parece más próxima la entrada de Ucrania en la Unión Europea, que será
el paso previo para su futuro ingreso en la OTAN, bajo control de Estados
Unidos. Esta incorporación no nos acerca a la paz. Al contrario, supondría una
escalada en el conflicto con Rusia, que nos alejaría de cualquier salida diplomática.
El propio Sarkozy, expresidente francés, ha calificado la más que probable
entrada de Ucrania en la OTAN como «una provocación a Moscú».
La Unión Europea debería mediar para buscar una
solución pactada al conflicto. Menos misiles y más palabras. Lo deseable sería
la neutralidad de Ucrania a cambio de su integridad territorial. Sin embargo,
no será así, pues la Cumbre de Granada ha aprobado más fondos para alimentar la
guerra. Es un despropósito que Pedro Sánchez haya convocado esta cumbre
belicista en la antigua capital nazari, pues ha dañado la imagen exterior de la
ciudad de la Alhambra, que debe ser un símbolo mundial para la Paz.
Granada Abierta en la Cumbre Social
Granada Abierta se sumó a la cumbre alternativa para decir que es posible construir otra Europa de los pueblos, que vuelva a ser solidaria y baluarte en la defensa de los derechos humanos, en la que Andalucía se declare tierra de acogida.
Por cierto, con la excusa de la seguridad, la autoridad gubernativa impidió la
gran manifestación de protesta que la Cumbre Social habia convocado por el
centro de la capital granadina. Mandó a los manifestantes lejos del Palacio de
Congresos para que no molestaran a sus señorías. Una actitud antidemocrática
que vulneró el derecho de reunión y la libertad de expresión.
A pesar de todo, la ciudad de la Alhambra se llenó de
actividades y movilizaciones para decir que otra Europa es posible. Los
participantes en la contracumbre pidieron resoluciones firmes y eficaces para
hacer frente al cambio climático, causante de esta prolongada sequía que ha
puesto en estado de alarma a nuestros agricultores. También reclamaron a sus
señorías que atiendan las demandas de los ecologistas, que han entregado
260.000 firmas en Bruselas para que frene el mayor «atentado ecológico» que
amenaza al Parque Natural de Doñana.
La Cumbre Social ha exigido, por último, una Europa
que busque un acuerdo de paz para poner fin a esta locura. Una Europa que no se
deje arrastrar por Estados Unidos y Rusia a una peligrosa guerra de desgaste,
que está desangrando al pueblo ucraniano. La llamada cumbre alternativa ha
dicho basta ya a una política de rearme mundial, que provoca hambruna en
África, recorte de gastos sociales y un agravamiento de la crisis energética,
que nos lleva al precipicio.
Periodista y
escritor. Coordinador de Granada Abierta. Portavoz de la Asociación Granadina,
Verdad, Justicia y Reparación.
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