China lleva tiempo
ofreciendo a Taiwán lo que denomina una elección entre dos caminos: paz y
prosperidad o guerra y declive. Reforzar la cooperación económica, crear
infraestructuras comunes es su propuesta.
El plan A para Taiwán se escribe con F de Fujian
El Viejo Topo
4 octubre, 2023
Sin dejar de multiplicar los ejercicios militares claramente orientados a Taiwán (y también con mensaje para EEUU y sus políticas, que Beijing califica de alentadoras del independentismo), China ha anunciado su intención de convertir la provincia de Fujian en una zona de demostración para el desarrollo integrado a través del estrecho de Taiwán.
El documento,
de 21 puntos, emitido conjuntamente por el Comité Central del Partido Comunista
de China y el Consejo de Estado, tiene como objetivo profundizar el desarrollo
integrado a través del estrecho en todos los terrenos y avanzar hacia la
reunificación pacífica. Se trata de establecer y garantizar un entorno adecuado
para que los taiwaneses estudien, trabajen, inviertan y vivan en Fujian,
operando un marco de integración “a través de la logística, el comercio, la
educación, el empleo, las costumbres populares, la justicia, la tecnología, la
cultura o el ocio”.
La propuesta,
que está dirigida, básicamente, a los tres condados insulares periféricos de
Taiwán: Penghu, Lienchiang (Matsu) y Kinmen, se inspira en el proyecto que
pretende incluir la región administrativa especial de Hong Kong en la vasta
zona costera conocida como la “Gran Bahía de Taiwán”. Sus pilares son la
construcción de infraestructuras que unan a Taiwán y el continente en un todo
regional cuya coherencia se vería reforzada por los vínculos económicos,
culturales e históricos entre Fujian y Taiwán. La visión de integración promete
explorar la cooperación en proyectos de infraestructura, de los cuales, los
tres más emblemáticos son la construcción de un puente, líneas eléctricas y
gasoductos entre Xiamen y Kinmen.
Tras un
preámbulo que recuerda la misión histórica de la reunificación, parte
inseparable del proyecto de revitalización de la gran nación china, se recuerda
que la provincia de Fujian desempeña un papel único. El proyecto se resume en
cinco puntos: establecer en Fujian el primer destino de acogida de las empresas
taiwanesas; promover en profundidad la integración económica y comercial entre
Fujian y Taiwán; promover el desarrollo integrado de Fujian; profundizar los
intercambios sociales y culturales entre Fujian y Taiwán; fortalecer las
garantías organizativas. En suma, se trata de apuntalar los aspectos
administrativos, políticos y de seguridad del proyecto a la vez que se mejora
el entorno empresarial en Fujian, se profundiza la cooperación industrial y
financiera entre Taiwán y el continente y se alienta a las empresas taiwanesas
a invertir en los mercados bursátiles chinos.
Entre las
primeras medidas encaminadas a procurar el bienestar de los taiwaneses recién
instalados en la provincia se incluye el autorizarles a crear sus propias
estaciones de radio y televisión, garantizar su protección social, facilitar su
acceso a la propiedad y garantizar la igualdad de trato en el sistema escolar
público.
China recuerda
a los destinatarios del plan que cuenta con las condiciones requeridas para
suministrar a gran escala electricidad ecológica a Taiwán y está dispuesta a
fortalecer la cooperación energética a través del estrecho. Beijing recuerda
igualmente que las capacidades técnicas para la construcción de un paso de alta
velocidad entre la provincia de Fujian y Taiwán ya están preparadas. Y ofrece
la posibilidad de que, por esta vía, los productos taiwaneses puedan llegar al
mercado euroasiático mediante los trenes expresos China-Europa y otros medios
de transporte una vez que esté lista la conectividad de infraestructura entre
las dos orillas del estrecho. Asegura, además, que proporcionarán garantías
institucionales y políticas preferenciales para una amplia integración de las
empresas de Taiwán en Fujian, al igual que para avanzar en el proceso que
permita integrar zonas clave como Xiamen y Kinmen, e igualmente Fuzhou y Matsu.
En Taipéi, el
gobernante PDP reaccionó despreciando la iniciativa y tildándola de “trampa”
cuyo objetivo sería “salvar el fallido mercado inmobiliario de China con el
pretexto de beneficiar a los taiwaneses”. El Consejo de Asuntos Continentales
(MAC, por sus siglas en inglés) rechazó el plan, calificándolo de una toma de
efectivo para impulsar el “deteriorado” entorno empresarial del continente y un
intento inútil de ganarse a los taiwaneses. China sufre problemas económicos,
riesgos sistémicos en su sistema financiero y un “entorno empresarial en deterioro”,
dice el citado consejo. “Esto es obviamente un intento de atraer fondos y
talentos taiwaneses a China para impulsar su economía interna”, apostilla. No
obstante, los residentes de estos enclaves incrustados en la costa china ven
con buenos ojos estos proyectos destinados a promover una mayor conectividad
con el continente y, lógicamente, los prefieren a la exhibición castrense.
China lleva
tiempo ofreciendo a Taiwán lo que denomina una elección entre dos caminos: paz
y prosperidad o guerra y declive. La estrategia anunciada y su contexto hacen
más perceptibles estos dos caminos. De una parte, el ofrecimiento de un
desarrollo integrado que aseguraría el crecimiento de Taiwán; de otro,
ejercicios militares a modo de ensayo de un bloqueo de la isla a fin de
conjurar el secesionismo.
Muchos puntos
del plan anunciado no son nuevos; se trata, por el contrario, de políticas que
ya se habían iniciado antes, como la flexibilización de los requisitos para los
taiwaneses que decidan comprar en el mercado inmobiliario. Hay recopilación de
otras iniciativas previas, como el plan de libre comercio del Distrito
Experimental Integral de Pingtan de 2011 y las “31 medidas relacionadas con
Taiwán” de 2018 que alentaron a los taiwaneses a trasladarse al continente. El
mismo papel de la provincia de Fujian ya se había destacado en el 14º plan
quinquenal (2021-2025). Así pues, los 21 puntos podrían tener un significado
mucho más político, con el objetivo de dirigirse a la población taiwanesa
(especialmente a la clase empresarial) para influir en las elecciones de enero
de 2024.
UN BASTIÓN DE XI JINPING
Fujian es la
provincia idónea para una política de este tipo en función de su cercanía
geográfica a Taiwán. En lo político, su idoneidad se refuerza por sus vínculos
con Xi Jinping, quien ha desempeñado aquí importantes responsabilidades
administrativas y partidarias. Xi la conoce bien, ya que en 1985, a la edad de
32 años, fungió como vicealcalde de Xiamen, designado por Hu Yaobang.
Regresaría a la provincia en 1999 como gobernador de Fujian, en Fuzhou, desde
donde ya había intentado atraer capitales taiwaneses.
Con este plan,
Xi sugiere integrar pacíficamente a Taiwán en la región del gran Fujian. La
propuesta va más allá de las próximas elecciones presidenciales del 13 de enero
de 2024, pero sin duda tiene muy en cuenta la necesidad de frenar las
expectativas de Lai Ching-te, el vicepresidente saliente (PDP), que lidera las
encuestas.
La reiteración
de ejercicios militares del Ejército Popular de Liberación no es un indicador de
un cambio de prioridades en el liderazgo chino a propósito de Taiwán. Todo lo
más, un complemento de esta propuesta de seducción en Fujian cuyo objetivo es,
al mismo tiempo, ilustrar y legitimar el discurso sobre su deseo de lograr una
reunificación pacífica, debilitando al mismo tiempo el movimiento secesionista
que, por el momento, lleva ventaja en Taiwán.
Fuente: https://globalter.com/el-plan-a-para-taiwan-se-escribe-con-f-de-fujian/
Artículo seleccionado por Carlos Valmaseda para la Miscelánea de Salvador
López Arnal https://slopezarnal.com/
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