Tras 21 años encarcelada en
EE.UU por colaborar con Cuba, Ana Belén Montes será puesta en libertad
INSURGENTE.ORG
/5 enero 2023
Su padre, de origen puertorriqueño, era médico del ejército estadounidense acantonado en la ex Alemania occidental. Por eso ella nació allá. En 1979, a los 22 años, la Universidad de Virginia le concedió una licenciatura en relaciones internacionales…
Posteriormente logró
una maestría. En 1985 fue acogida en la Agencia de Inteligencia del Pentágono
(Defense Intelligence Agency, DIA). Por sus capacidades fue enviada a la base
aérea de Bolling, en Washington, donde trabajó como especialista en
investigación de inteligencia. En 1992 pasó al Pentágono como Analista. Con un
cargo ficticio, durante un tiempo fue ubicada en la representación diplomática
en La Habana para que “estudiara” a los militares cubanos.
Además de poseer un
rostro dulce, sonrisa perenne y buenos modales, era sumamente discreta.
Mientras vivía sola en un sencillo apartamento al norte de la capital
estadounidense, escaló hasta llegar a ser analista de primera categoría en el
Pentágono (senior analyst), especializada en Cuba. Tuvo acceso a prácticamente
a todo lo que la comunidad de inteligencia recogía sobre la isla. Sabía lo que
el Departamento de Defensa conocía en relación a las actividades militares
cubanas. Por su rango era miembro del súper secreto “grupo de trabajo
interagencias sobre Cuba”’, que reúne a los principales analistas de las
agencias federales, como la Agencia Central de Inteligencia, CIA, y de la misma
Casa Blanca y el Departamento de Estado.
Ana Belén Montes fue
arrestada el 21 de septiembre de 2001.Una corte Federal la acusó de “
conspiración para cometer espionaje”, y de entregarle a Cuba ” información
clasificada para que pudiera defenderse “. En varias ocasiones había pasado con
éxito la prueba del detector de mentiras. Su detención provocó un profundo
impacto en la comunidad de inteligencia de Estados Unidos. Era la espía de
mayor rango en la historia de Estados Unidos. “Una de las joyas de nuestra
corona”, dijo un general de la DIA.
El 16 de octubre de
2002 fue sentenciada a 25 años, librándose por un pelo de la condena a muerte.
Está encerrada en la prisión del Federal Medical Center, FMC, que se encuentra
ubicada dentro de las instalaciones de la base aeronaval Fort Worth, Texas, un
centro destinado a mujeres delincuentes con problemas psíquicos. Está sujeta a
un extremo régimen de aislamiento: Solo puede recibir las visitas de su padre y
hermanos; no puede relacionarse con ninguna detenida; no puede hablar por
teléfono, ni recibir periódicos, ni ver televisión; nadie puede indagar por su
salud. Solo existe como la prisionera FMC 25037-016 .
Antes de escuchar la
sentencia leyó un breve texto donde expresó frases como estas: “Yo me involucré
en la actividad que me ha traído aquí porque obedecí a mi conciencia más que
obedecer a la ley. Yo considero que la política de nuestro gobierno hacia Cuba
es cruel e injusta, profundamente inamistosa, por eso me consideré moralmente
obligada de ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en
ella nuestros valores y nuestro sistema político (…) Nosotros hemos hecho gala
de intolerancia y desprecio hacia Cuba durante las últimas cuatro décadas.
Nosotros nunca hemos respetado el derecho de Cuba a definir su propio destino,
sus propios ideales de igualdad y justicia (…) Yo solamente puedo decir que
hice lo que consideré más adecuado para contrarrestar una gran injusticia”.
(*) Nota publicada el miércoles, 17 de
octubre de 2012 por Hernando Calvo Ospina, periodista y escritor, es
colaborador de Le Monde Diplomatique.
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