El
desprecio con el que la derecha posfranquista española trata a las víctimas de
la Guerra Civil muestra a las claras lo que no se atreven –todavía– a
pronunciar: que en las mismas ciircunstancias procederían de la misma criminal
manera que procedió el dictador.
Desgarrar el Silencio
He
dudado mucho antes de escribir este artículo. No quiero ser cómplice de este
silencio y menos lamentarme de no haber respondido públicamente a tan
tremendo despropósito, como fueron los recientes comentarios del Sr. Feijóo,
sobre lo que para él era nuestra Guerra Civil del 36.A lo largo de los años,
por circunstancias de la vida, las mujeres hemos tejido telas para tejer
silenciosos olvidos convirtiéndose en sueños como estrategia de Silencio y de
subversión a su vez, ante tanta Desmemoria y Silencio. Pero las Voces se
escuchan para mirarnos en el prisma de la Historia y especialmente las
mujeres que vivimos y luchamos frente al carácter deshumanizado de aquella
confrontación armada y de la dura represión de la Dictadura franquista, tejemos
y destejemos para volver a tejer sueños, más allá de la Memoria.
Por
si fuera poco, el Sr Feijóo, en estas últimas declaraciones decía, que aquel
“capricho” de nuestros abuelos –en mi caso particular, padres–, marcó también a
un par de generaciones posteriores. Basta molestarse con echar un vistazo a las
guías telefónicas francesas y leer apellidos tales como Garcia y Pérez, por no
hacernos exhaustivos. Caprichos que significaron la muerte de cientos de miles
de personas, la persecución y encarcelamiento de no menos y el destierro de
centenares de miles que, a pesar de que le duela, continuaron siendo españoles.
Ni qué decir de los terribles años de posguerra. Años de miseria y hambre.
El
escritor Julio Llamazares, en un artículo publicado en este diario (El País, 19
febrero . 2019) escribe: “ la Senadora Popular que declaró en el Senado estos
días que los restos de más de 100.000 compatriotas que continúan
enterrados en fosas comunes son solo ‘unos cuantos huesos’, es un ejemplo de
que no es solo Vox, el partido de ultraderecha, hay quien considera que
reivindicar la Memoria de los perdedores de la Guerra Civil después de medio
siglo , en el que la única memoria que se permitió por ley, fue la
de los vencedores, es “hemiplejia ideológica”. Y el Sr.
Feijóo bien lo sabe, porque memoria, mal que le pese poseemos tod@s.
El
pasado no es solo cosa de nuestros abuelos, es un pasado común, y el
sufrimiento tampoco. Las bombas no preguntan por la identidad de sus
receptores. Nosotr@s sí
Termino,
recordando una frase llena de sentimiento y de esperanza, escrita por Julita
Conesa- (integrante de “Las trece Rosas”) momentos, antes de ser fusilada
injustamente, con otras compañeras: “Que mi nombre
no se borre de la Historia”.
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