Las pensiones están constantemente amenazadas por los que
deberían protegerlas. Las mayores organizaciones internacionales (Banco
Mundial, OCDE, etc.) tienen a los pensionistas en su punto de mira. Su
comportamiento es más propio de una banda de canallas.
OCDE: eliminar a los pobres, no la pobreza
El Viejo Topo
21 septiembre, 2022
La falta de
empatía y coherencia son algunas de las constantes en multitud de figuras
públicas. En una sociedad donde el espectáculo como diría Guy Debord lo es
todo, el político neoliberal o el populista de turno muestra, en época
electoral. un rostro bondadoso besando niños y haciendo como que escucha las
demandas de sus posibles votantes. Una vez conseguido el objetivo se transmuta
y como en la novela de Stevenson, deja de ser el doctor Jekyll y asume el papel
del señor Hyde. Es, en ese momento post-electoral, cuando conocemos realmente a
esas figuras públicas. Dan Patrick (72 años) es uno de estos personajes.
El vice-Gobernador del Estado de Texas declaró que: “los abuelos
deberían sacrificarse para salvar la economía y no paralizar al país
norteamericano. Deben morir”. Anteriormente, Christine Lagarde (66
años) presidenta del Banco Central Europeo y ex gobernadora del Fondo
Monetario Internacional (FMI) suscribía un documento donde se podía leer: “los
ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global”. El señor
Taro Aso, (81 años), ex Ministro de Finanzas japonés afirmaba: “Pido
a los ancianos que se den prisa en morir para que el Estado no tenga que pagar
su atención”. Las expresiones hacia este nuevo fascismo gerontológico se
multiplican, si otro día comentábamos la modificación de las leyes canadienses
que permitían la eugenesia a los pobres, ahora es la todopoderosa Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la que en su
último informe parece desear el exterminio de las personas de edad.
Para este
organismo internacional el reto futuro es el envejecimiento de la población. La
causa de los grandes males de la humanidad, no son las guerras, que propicia el
capitalismo neoliberal, no son las enfermedades perfectamente curables que
matan a millones, ni la crisis financieras que extienden un manto de pobreza
sobre las poblaciones. No es la especulación sobre los alimentos que se hace en
las bolsas de Amberes o Chicago. Para la OCDE la causa son los ancianos que
viven demasiado.
El sistema
capitalista acuciado por sus crisis recurrentes pretende aplicar teorías
eugenésicas que pensábamos superadas. El gran teórico de la eugenesia fue, como
todos sabemos, Thomas Robert Malthus (1766-1834). Aunque fue un hombre muy
longevo para su tiempo (vivió 80 años) jamás pensó en aplicar sus tesis sobre
el exceso de población a él o los suyos. Sus pronósticos sobre la imposibilidad
de alimentar a una población que crecía de forma geométrica, mientras los
recursos lo hacían de forma aritmética, estaban basados en cálculos matemáticos
supuestamente irrefutables. Para controlar la población propuso varias vías.
Proponía el retraso del matrimonio, el celibato y la continencia conyugal. las
llamadas Prudential restraints (restricciones con prudencia);
evidentemente estas propuestas iban dirigidas sobre todo a las clases
pudientes: para los pobres proponía la supresión de las ayudas sociales como La
Ley sobre la Pobreza (Poor Law) y la eliminación física por hambre de los hijos
de los sectores más pobres de la sociedad. Esta ideas fundidas con el
Darwinismo social han sustentado la consideración de “parásitos sociales” a los
débiles o menos productivos.
Estas tesis
ahora encuentran un buen momento para salir de nuevo a la luz. En este caso no
se trata de un problema demográfico como sostenía Paul Ejrlich en ”La bomba de
la población” (1968) o como el estudio clásico de Dennis L. Meadows y su libro
“Los límites del crecimiento” (1970). No se trata de reducir la población
porque haya un exceso, se busca la expropiación y posterior concentración de la
riqueza social en manos privadas por el método maltusiano de reducir la
población “pasiva”. Detrás de las propuestas de la OCDE oímos los ecos ahora
disfrazados con guarismos matemáticos de las tesis de Maltus y su Prudential
restraints[1] . El dia 30 de agosto este organismo
hizo público su último informe sobre pensiones: “Funding The Future: The
Impact of Population Ageing on revenues across levels of government” e
insiste en el camino iniciado por el Banco Mundial en 1994. Esa institución
proponía la privatización de las pensiones, la educación y la sanidad. Fue la
base para impulsar la ola de privatización que nos asola en este momento.
Ahora, cuando Europa sufre las consecuencias de la guerra en Ucrania, y está en
una situación que será aún más angustiosa, la OCDE pretende aprovechar el miedo
y el marasmo económico y dar una vuelta de tuerca.
El informe
parte de una premisa falaz: las jubilaciones son un gasto y por tanto se han de
recortar al mismo tiempo que aumentamos los años de cotización y reducimos,
encareciéndolas, las prestaciones en sanidad. El objetivo subyacente promueve
de hecho una reducción intensa de la población jubilada. El razonamiento es tan
falso como perverso. La premisa es que las personas mayores son las que más se
van a beneficiar del estado del bienestar e incrementan por tanto el gasto
público. “El grupo que soporta la carga fiscal más alta, los trabajadores, es
diferente del grupo que más se beneficia del estado de bienestar, los
pensionistas”; en consecuencia se recomienda incentivar “una mayor dependencia
de los impuestos sobre el capital, los ingresos de la propiedad y de las
pensiones”. Para equilibrar la balanza, la OCDE promueve que los jubilados
paguen más por los servicios que reciben. Evidentemente este Think Thank del
pensamiento neoliberal olvida que los ingresos de los pensionistas son en
general muy inferiores a la media y que las tasas de reposición, precisamente
por las recomendaciones de la OCDE, van a la baja. Se sugiere también como vía
de estabilizar el supuesto “déficit”, que las pensiones han de ser gravadas con
nuevos impuestos o reducidas sus cuantías; en definitiva, que los mayores
tarden más en acogerse a la jubilación y que paguen más por la sanidad: “El
cuidado de la salud se ve particularmente afectado por el envejecimiento de la
población, ya que los adultos mayores tienden a consumir más servicios de
salud que la población activa”. En la misma línea propone la subida del IVA,
uno de los impuestos indirectos que más afectan a las clases humildes,
eliminando los tipos reducidos y superreducidos. Por otra parte se propone un
incremento en el IRPFM; en general se pretende que: “Todos los tipos de
impuestos pueden volverse más eficientes ampliando su base imponible y
reduciendo excepciones”
Es una
propuesta sencillamente criminal que pretende endurecer los impuestos al
consumo. Se quiere teóricamente compensar la caída de ingresos por impuestos
producidos por la jubilación. La OCDE sabe que el IVA es uno de los impuestos
que influyen sobre la presión demográfica. En nuestro país los grandes grupos
de presión a través de las escuelas de negocio pretendían incrementar el IVA
farmacéutico al 23%. Fue el gobierno Rajoy quien subió este impuesto del 10 al
21%, los centenares de defunciones evitables a causa del alto costo de los medicamentos
contra la hepatitis C en 2015 fue una de las consecuencias más evidentes.
La lección
extraída es clara; al incrementar los impuestos indirectos que tienen un fuerte
impacto en la población de edad avanzada se promueve la reducción de la
esperanza de vida y el incremento de la mortandad.
La OCDE
establece una justificación que carece de base analítica: supone que “en países
donde el consumo aún no está sujeto a impuestos elevados, las tasas
podrían incrementarse para impulsar la resiliencia al envejecimiento”. Nadie se
explica cómo los mayores impuestos sobre productos básicos puedan disuadir de
acogerse a la jubilación, a no ser evidentemente que hayamos bajado tanto las
pensiones que obliguemos a la gente a trabajar hasta edades avanzadas para poder
sobrevivir. Norteamérica es el ejemplo a seguir. La esperanza de vida en EEUU
sigue descendiendo año tras año, en estos momentos China con 1.400 millones de
habitantes tiene casi la misma esperanza (77,1 años) de vida que los
norteamericanos, (77,28 años) mientras que países como el nuestro los supera
por cinco años de promedio.
El aumento
de la esperanza de vida es una de las obsesiones de los técnicos de la
OCDE. Periódicamente se hacen predicciones catastrofistas que irremediablemente
se demuestran falsas. Para justificar su objetivo (reducir las pensiones
y reducir los pensionistas) no dudan en utilizar una única variable como eje de
estudio: la esperanza de vida. Se olvidan interesadamente de la actividad
económica generada a partir de la jubilación, se olvidan de las aportaciones
hechas por parte de los jubilados al erario público y de cómo los superávits en
las cotizaciones sociales han alimentado los presupuestos generales, los miles
de puestos de trabajo que se precisan y como ese factor es un activo
económicamente clave en nuestro país, por ejemplo.
El informe es
de una calidad técnica tan discutible que pretende convencernos de obviedades
que no requieren de analistas. Que los ingresos de las naciones avancen a
diferentes velocidades teniendo en cuenta los cambios demográficos en cada país
es una afirmación que cualquiera, sin conocimientos económicos, puede entender;
que el efecto demográfico está relacionado con los salarios o el cambio en los
patrones de consumo es una verdad de Perogrullo que se pretende presentar como
una suerte de descubrimiento de la piedra filosofal.
El
Neoliberalismo intentará exportar su crisis nuevamente a las clases populares.
Invocarán una vez más la imposibilidad de cambiar las cosas y se ampararán en
un montón de guarismos que como hemos visto una y otra vez son falsos. No se
trata ya de una ley mejor o peor, el capitalismo Neoliberal pretende ampliar
sus ganancias a costa de la vida de los jubilados. En esta tesitura de nuevo
las palabras de Eduardo Galeano retumban cuando habla de los Nadie: ”que valen
menos que la bala que los mata”.
Nota
[1] hrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.mundosigloxxi.ipn.mx/pdf/v05/20/04.pdf
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