Periodistas y varios abogados del fundador de
WikiLeaks, Julian Assange, demandan a la CIA por espionaje
Rebelion
22/08/2022
Fuentes: Democracy Now!
Un grupo de
periodistas y varios de los abogados de Assange han presentado una demanda
contra la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y su exdirector Mike Pomepo, a
los que acusan de haber espiado sus conversaciones durante las visitas que
ellos realizaban a Assange en la sede diplomática de Ecuador en Londres.
“Los periodistas pueden solicitar
documentos que han sido robados y publicarlos”. Esto escribió el juez federal
de Estados Unidos John Koeltl en el fallo emitido en 2019 que desestimó la
demanda que el Comité Nacional Demócrata había entablado contra Julian Assange,
la organización WikiLeaks y otras entidades. Assange publicó documentos en el
sitio web de WikiLeaks exactamente a través de la forma que describe el juez en
su dictamen. A pesar de esto, Julian Assange ha permanecido durante más de tres
años en régimen de aislamiento en la prisión británica de máxima seguridad de
Belmarsh. Antes de ser trasladado a Belmarsh, el fundador de WikiLeaks había
vivido durante siete años recluido en las reducidas instalaciones de la
Embajada ecuatoriana en Londres. Ecuador concedió asilo político a Assange
mientras el editor enfrentaba una creciente persecución por parte del Gobierno
de Estados Unidos por haber expuesto los crímenes de guerra estadounidenses en
Irak y Afganistán.
Estados Unidos intenta extraditar a
Assange del Reino Unido para juzgarlo por espionaje y conspiración, cargos que
podrían resultar en una pena de hasta 175 años de prisión. El equipo legal de
Assange ha apelado la aprobación por parte del Reino Unido de la solicitud de
extradición. Mientras tanto, un nuevo caso relacionado con WikiLeaks está
actualmente bajo la consideración del juez Koeltl. Un grupo de periodistas y
varios de los abogados de Assange han presentado una demanda contra la Agencia
Central de Inteligencia (CIA) y su exdirector Mike Pomepo, a los que acusan de
haber espiado sus conversaciones durante las visitas que ellos realizaban a
Assange en la sede diplomática de Ecuador en Londres. Los demandantes alegan
que sus conversaciones fueron grabadas y que los contenidos de sus teléfonos y
computadoras portátiles fueron copiados en secreto.
Deborah Hrbek, una abogada que se
reunió varias veces con Assange en la Embajada ecuatoriana, dijo durante una
conferencia de prensa que se brindó tras presentar la demanda: “Soy una abogada
de Nueva York. Tengo derecho a suponer que el Gobierno de Estados Unidos no
está escuchando mis conversaciones privadas y confidenciales con mis clientes y
que la información sobre otros clientes y casos que pueda tener en mi teléfono
o en mi computadora portátil están a salvo de cualquier intrusión ilegal del
Gobierno. Esto no es solamente una violación de nuestros derechos
constitucionales. Es también un escándalo”.
El espionaje que
la CIA ejerció contra Julian Assange y sus visitantes se hizo público
a través de un caso judicial iniciado en España contra la empresa española de
seguridad UC Global y su director, David Morales. La empresa UC Global fue contratada
por Ecuador en 2012 para brindar seguridad a su sede diplomática en Londres. La
nueva demanda alega que la CIA contrató los servicios de UC Global en
enero de 2017 con ayuda del difunto magnate de los casinos y destacado donante
del Partido Republicano Sheldon Adelson, cuando Morales se encontraba
participando de una convención sobre armas en la ciudad de Las Vegas. Morales
regresó a España y, según la demanda, les dijo a sus empleados que “la empresa
jugaría a partir de ese momento ‘en la primera división’ y pasaría a operar en
el ‘lado oscuro’ bajo las órdenes de la CIA”.
Donald Trump había sido un
entusiasta admirador de WikiLeaks durante la campaña electoral de 2016, luego
de que el sitio publicara miles de correos electrónicos filtrados del Comité
Nacional Demócrata, así como también de Hillary Clinton y miembros de su
círculo más cercano. “Me encanta WikiLeaks”, dijo Trump en un discurso que
pronunció en octubre de 2016. Luego de que Trump se convirtiera en presidente
de Estados Unidos, en marzo de 2017 WikiLeaks comenzó a publicar una serie de
documentos conocidos como “Vault 7” que contenían información filtrada de
la CIA y que la propia agencia admitió más tarde como “la mayor fuga
de datos en la historia de la CIA”.
Poco después de que se publicara el
primer lote de documentos de Vault 7, Mike Pompeo criticó enérgicamente a
WikiLeaks en el primer discurso público que pronunció como nuevo director de
la CIA del Gobierno de Trump:
“WikiLeaks opera como un servicio de
inteligencia hostil y habla como un servicio de inteligencia hostil. […] Se
enfoca principalmente en Estados Unidos, mientras busca el apoyo de
organizaciones y países antidemocráticos. Es hora de llamar a WikiLeaks por lo
que realmente es: un servicio de inteligencia hostil no estatal”.
El año pasado, el medio Yahoo News
reveló un complot de la CIA de 2017 para secuestrar y posiblemente
matar a Julian Assange mientras este se encontraba asilado en la Embajada de
Ecuador en Londres. El medio informó que el complot se discutió “en los niveles
más altos del Gobierno de Trump”.
Las conspiraciones para asesinar a
editores, el seguimiento de conversaciones privadas sin orden judicial y la
duplicación secreta de contenidos de dispositivos electrónicos privados de
abogados y periodistas recuerdan el proceder notoriamente delictivo que el
Gobierno de Nixon tuvo a principios de la década de 1970.
En ese entonces, quien estaba en la
mira era Daniel Ellsberg, el denunciante que filtró los documentos conocidos
como los “Papeles del Pentágono”. Estos documentos revelaban la historia
secreta de la guerra de Estados Unidos en Vietnam y detallaban cómo los
sucesivos Gobiernos estadounidenses le habían mentido a la ciudadanía acerca de
la guerra. Daniel Ellsberg fue acusado de espionaje y se enfrentó a una posible
condena a cadena perpetua.
La obsesión del entonces presidente
Nixon con las filtraciones lo llevó a ordenar el allanamiento ilegal del
consultorio del psiquiatra de Ellsberg, hecho que desató la cadena de eventos
que condujeron al escándalo conocido como Watergate y, finalmente, a la
renuncia de Nixon. Cuando el juez que presidía el tribunal en el juicio contra
Ellsberg se enteró de la conducta ilegal del Gobierno estadounidense, desestimó
el caso.
50 años después, las protecciones de
la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos para quienes publican
secretos gubernamentales, el espionaje ilegal de la CIA y otros temas
más están nuevamente ante la consideración de un juez federal. Cuando era un
joven abogado, el juez John Koeltl formó parte de la Fiscalía Especial del caso
Watergate. Ahora Koeltl preside el tribunal que tiene a su cargo la demanda
presentada por el grupo de periodistas y de abogados de Assange, un caso en el
que se espera que salgan a la luz más hechos delictivos cometidos por
la CIA. El presidente Biden y su Departamento de Justicia deberían retirar
de inmediato todos los cargos contra Julian Assange.
© 2022 Amy Goodman
Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en
español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de
Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de
800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es
co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en
tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique
Cono Sur.
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