El hecho educativo va camino de convertirse en algo muy
distinto a un bien público. Vamos camino de transformar la educación en un
negocio para beneficio de unos cuantos.
Las Fundaciones. Transformar
la educación… en otra cosa bien distinta
Ana M. Valencia
Herrera, Eduardo Luque
El
Viejo Topo
31
julio, 2022
Mientras
el sufrido y con frecuencia inconsciente profesorado se lanza a las merecidas,
ansiadas y cada vez más discutidas vacaciones estivales, la
privatización-mercantilización de la educación mundial (al menos en el cada vez
más reducido ámbito de influencia occidental-anglosajona) avanza a la velocidad
que se expanden las nuevas variantes de Covid.
Lo
que comenzó siendo una reforma educativa planetaria promovida por la OCDE y el
Banco Mundial en los años 70, ha ido encontrando por el camino poderosos amigos
que además le han proporcionado las estructuras y mecanismos necesarios para su
triunfo. Estos aliados han sido el neoliberalismo y las grandes empresas
tecnológicas, siendo, a día de hoy, las que están controlando el proceso
aprovechando la oportunidad creada por la pandemia.
Comprender
como hemos dicho tantas veces lo que sucede en el mundo educativo requiere un
enorme esfuerzo. Se entremezclan los diferentes actores como un ovillo de lana
donde se conjuga la rapidez de los cambios con una trama gigante creada por la
intersección de los sectores privados entre sí y las instituciones públicas.
Son los lobbies empresariales, por un lado, a través de sus redes los que
influyen sobre las instituciones y los gobiernos. En paralelo se apoyan
en el entramado de organizaciones no gubernamentales y fundaciones que
hábilmente se han situado en un limbo público/legal con múltiples posibilidades
de actuación y de generar nuevos negocios. Así la interacción entre lo
público/privado (paternariado se dice ahora) drena recursos hacia el mundo
empresarial a costa del presupuesto público mientras las ONGS y fundaciones lo
hacen desde otros ámbitos y generan a su vez, una simpatía social hacia las
causas “filantrópicas”.
Cada
vez más las decisiones que toman los organismos oficiales y las instituciones
democráticas son irrelevantes. El control sobre los procesos de privatización ha
caído en manos de foros (el fórum Shifting como ejemplo) y encuentros
internacionales. En estos espacios se hallan en términos de igualdad empresas
privadas y gobiernos y se establecen los acuerdos comerciales que en muchas
ocasiones vincularán a los estados casi de por vida a través de exigentes
clausulas. Los estados pierden soberanía pero sirven de cobertura ideológica
cara a la opinión pública.
La
base fundamental del funcionamiento de estos encuentros es la presencia de
instituciones públicas y empresas privadas que defienden sus intereses. En este
sentido es en el que debemos entender la pre-cumbre “transformando la educación
“celebrada en París este mes de Junio como portal de la de mayor tamaño que
habrá de celebrarse en Nueva York en septiembre de 2022 bajo el mismo lema.
Y
es que las grandes empresas tecnológicas ya han determinado la aplicación a la
educación de lo que viene a ser su gran negocio presente pero sobretodo futuro
de la llamada por ellos mismos “ transformación digital “ convertida en “ la
transformación de la educación “ ; no hay lugar para la sorpresa la lectura de
la LOMLOE, el destino de los fondos COVID, el plan de acción para la educación
digital de la Comisión europea, y la propaganda en este sentido ya nos
están advirtiendo claramente de que en la educación han de cambiar muchas
cosas, todas las necesarias para alimentar el negocio educativo basado en la
electrónica digital y formar los trabajadores que el capital cree que
necesitará en el futuro, al mismo tiempo que se colabora en la requisa de la
mina de oro que son los datos digitales y personales de millones de usuarios.
Todo
ello a enorme velocidad. Se pretende, por ejemplo, que para el 2024 todo el
profesorado deberá estar evaluado en cuanto a sus competencias digitales siguiendo
el sistema similar a cualificaciones en idioma B1, B2 etc. del marco europeo.
Las consecuencias son importantes, de esta evaluación puede depender el
salario, los concursos de promoción interna y muchas cosas más. La gran
pregunta aún por resolver es como se llevará a cabo. Todo este proceso
acelerado de transformación es muy opaco, se quiere alejar del debate público.
Aún así siguiendo el rastro detrás vemos que está capitaneado por las secciones
de educación de Intel y Microsoft, a las que hay que añadir como es
habitual Cisco, Google, etc…
En
España también se están calentando motores. Se celebró una primera cumbre con
asistencia de las inevitables escuelas ashoka , educaixa y algún ex -miembro de
la la fundación Bofill, en representación del gobierno de la
Generalitat ( lo que nos ayudaría a explicar los huevos tirados en la puerta de
la fundación en una de las últimas huelgas del profesorado catalán). Educaixa
es en nuestro país una de las entidades impulsoras de la transformación educativa,
basada en la transformación digital, concepto y palabras que muy pronto nos
serán tan familiares como lo era la reforma educativa. Otras
organizaciones como la Educational Transformation International sostenida
por la fundación “trams”, y cuyos financiadores son entre
otros a ACER , Epson y Macmillan han financiado otras
pequeñas fundaciones con el objetivo de estar presentes e influir.
Los
postulados de esta transformación que exhibe tanto la comisión europea, el
gobierno de España, la Caixa y el INTEF son una copia del modelo de
transformación educativa de Intel, punto por punto. Comenzando por el absurdo
mantra de poner al alumno/a en el centro del aprendizaje; se comprende que los
señores de Intel , de la comisión europea y de la banca nunca han impartido
clases y por lo tanto ignoran lo que sucede en el aula, pero conviene que
alguien les explique que siempre ha sido así, que el interés del docente está y
ha estado centrado en el alumnado desde hace mucho, que los profesores hace
lustros que diseñan actividades especiales para cada alumno/ a adaptan sus
programaciones, las actividades y hasta les vuelven a explicar redes enteras de
contenido cuantas veces es necesario, que están siempre generando
materiales nuevos adaptados a cada necesidad. No es necesario poner un
dispositivo ( preferentemente Tablet o teléfono que son más adictivos y tienen
una vida más corta) con un programa de una empresa diseñado en Corea para un
alumno/a de Albacete, para hablar de enseñanza individualizada, basta con reducir
la ratio en los cursos y aumentar el número de profesores/as para que estos
puedan dedicar más tiempo a cada uno de sus alumnos/as, claro que esta
solución, puede que mucho más barata y más efectiva, no proporciona tanto
beneficio a los empresarios del negocio educativo, ni alimenta lobbies, ni
intermediaciones rentables. Por acudir a un ejemplo reciente en nuestro
país, estos grandes inventores de todo lo ya inventado, podrían acudir al
trabajo realizado por los movimientos de renovación pedagógica, aunque quizás
no tengan los conocimientos necesarios para comprender la tarea que estos
realizaron, es difícil comprender cosas complejas si se funciona a base de
eslóganes con poco o ningún contenido.
Sucede
lo mismo con la cacareada e irreal autonomía de los centros ¿De verdad no se
les cae la cara de vergüenza al hablar de autonomía de centros, cuando estos
están sometidos a dos mil evaluaciones e informes, deben de seguir los mismos
criterios marcados por las autoridades escolares y utilizan recursos idénticos,
Moodle, Google clasroom, etc. etc.? ¿Hay algún centro que pueda evadir en
nombre de la salud de su alumnado y del sentido común el atropello de la
digitalización forzosa y masiva? ¿Qué autonomía pues? La misma del estado
español con respecto a las grandes corporaciones internacionales fabricantes de
armas o de los municipios frente a las empresas del agua.
Podríamos
seguir analizando los numerosos términos usados como mantras y verdades,
absolutas. Se nos habla de algo nuevo como la trasformación educativa y se nos
quiere hacer creer que esta se conseguirá cambiando una ley, que posiblemente
será modificada en pocos meses o años. Aún así muchos de estos “cambios” son
meramente superficiales. Las leyes educativas siguen un patrón marcado por las
empresas privadas con la OCDE a la cabeza acompañadas de sus fundaciones e
instituciones públicas asimiladas al capital: ahora se nos hablará de: emprendimiento (para
sustituir derechos laborales), resiliencia esa palabra
que no es más que una invitación a poner al mal tiempo buena cara (como deben
hacer siempre los pobres que por lo demás es a quien más les
llueve) digitalización, vacío de contenidos, etc. Hace
unos años se nos habló de “aprender a aprender” hoy el concepto
ha pasado de moda y ha sido superado. Al menos esta vez no lo han llamado la “revolución
educativa” sino “transformación educativa” mucho más
en consonancia con los nuevos tiempos que vivimos gobernadas por los hombres
dueños de las máquinas y del dinero.
Uno
de los ejemplos más cercanos es la promulgación de la LOMLOE. Se justificó en
parte por la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos pandémicos, aunque
habría salido igual sin el auxilio del Covid, salvo que la digitalización y
ciertos negocios habrían ido más despacio. La necesidad de huir del debate
social ha hecho que se aprobara de forma rápida y de esta forma acogerse a los
llamados fondos de recuperación y resiliencia Covid.
El
gobierno ha publicitado un encuentro este otoño prolongación de las múltiples
cumbres que se vienen celebrando aunque encabezadas por Global
education leadres partnership (GELP) dirigida
por la OCDE y una gran alianza de la que forman parte los Gates, Cisco etc.,
pero que está dirigida desde Londres por Innovation Unit una
empresa dedicada a la promoción de servicios públicos, educación, salud y salud
mental ,las áreas más rentables del negocio post pandémico.
Naturalmente de estas reuniones nunca se encuentran ausentes los grandes
muñidores del negocio global educativo como Michael Barber y Andreas Schleicher,
hombres relacionados con la multinacional educativa Pearson y
naturalmente con las más importantes fundaciones. La relación con los Informes
PISA se evidencia en la participación de sus responsables a nivel internacional
que apuestan por la transformación educativa en nombre del beneficio; otra vez
una nueva educación que en realidad es la vieja educación de la banca,
resurgida de la crisis de 2008, enseñando ética y diseñando el futuro.
Una
de las organizaciones más vinculadas al negocio educativo, en el caso español
al Banco de Santander, (empieza por educar), junto con otros grupos
filantrocapitalistas, tampoco están dispuestos a perder el tren, por lo que se
han aprestado a unirse a la red. De tal manera que tenemos al Banco de
Santander como sponsor del informe de la OCDE sobre el aprendizaje adulto
en América latina para luego contribuir al desarrollo de cualquiera de los
programas a través de sus ONG.
En
cualquiera de las páginas de las potentes empresas/fundaciones, vinculadas como
la Caixa, Telefónica, Banco de Santander, BBVA, podemos seguir el rastro del
negocio, camuflado de bellas palabras:”ayuda al profesorado”,” ayuda a la
infancia”… ¿No sería mejor que pagasen más impuestos sobre sus beneficios de
escándalo y dejasen la educación, mejor dotada de fondos, en manos de sus
profesionales?
Pronto
además debemos acostumbrarnos a un nuevo nudo de esta tupida red de
empresas-fundaciones-instituciones, son los hubs, (dispositivo de red que
conecta diferentes nodos). Se supone que son lugares de conexión entre
empresas, fundaciones e instituciones públicas deberían poner un poco de orden
en esta maraña de conexiones. Se pretende que estas conexiones sirvan a la red
“filantrópica” para crear nuevos lugares de encuentro, por ejemplo, la Florida
philantropic network, tiene como finalidad guiar a los interesados en
la creación de una organización filantrópica que pueda unirse ya a la basta e
incomprensible red en la que todas donan dinero a todas. La creación de más
redes genera una trama cada vez mayor, en cuyos vértices se han de encontrar
siempre gobiernos o instituciones públicas que aporten el capital. El negocio
no está ya solo en las fundaciones que forman parte de la red, sino en las
empresas que construyen estas fundaciones. Hemos dado ya la vuelta a todo: la
filantropía es hoy sobre todo un negocio.
Efectivamente
se está produciendo una transformación de la educación. El hecho educativo va
camino de convertirse en algo muy distinto a un bien público. Vamos camino de
transformar la educación en un negocio para beneficio de unos cuantos; que son
por cierto quienes aspiran a controlar, si no lo hacen ya, la cultura, el
pensamiento y la vida a escala planetaria. En nuestras manos está intentar
impedirlo.
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Las
páginas de referencia que pueden consultarse para comprobar la información
vertida en este artículo, consultadas a fecha 26 de julio de 2022, son.
https://digitaltransformation.org.au/
https://es.unesco.org/futuresofeducation/cumbre-sobre-la-transformacion-de-la-educacion
https://www.globalphilanthropic.com/
https://www.ferrovial.com/es-es/innovacion/digital-hub/
https://www.big-change.org/projects/foundation-for-education-development-fed/
https://big-change.org/wp-content/new-education-story/New_Education_Story_summary_v8.pdf
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