Por qué España tiene un
porcentaje de mujeres con estudios superiores más alto que Alemania o Finlandia
Por Daniel Sánchez Caballero, Cristina Armunia Berges
Rebelion /España
Fuentes: El
Diario
18/09/2021
España es el
país de la OCDE con más titulados y las mujeres superan ampliamente a los
hombres; la organización explica que ellas ven en la educación superior una
forma de reducir la brecha salarial
Las jóvenes
generaciones vienen pisando fuerte. España es el segundo país de la OCDE con un
mayor porcentaje de mujeres menores de 30 años con estudios superiores y el
primero en cuanto a varones (en términos relativos). El país supera así a
naciones europeas como Alemania y Finlandia, y está un par de puntos por encima
de la media de la OCDE. No obstante, la diferencia de género en la distribución
de ingresos en estudios universitarios sigue siendo significativa en algunas
áreas de la ciencia.
Según recoge la edición de 2021 del
estudio Education at a glance (Panorama
de la educación, en castellano), tanto la tasa de acceso como la de graduados
están por encima de las medias de la UE y la OCDE. En concreto, un 63,7% de la
población de menos de 30 años accede a estas etapas educativas (Universidad y
Formación Profesional de Grado Superior), cuando en Europa es un 50% y en la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico un 50,8% de
media; en cuanto a los graduados, un
53,6% de este colectivo obtendrá un título en este nivel, también
por encima de las medias de la OCDE (un 38,2%) y de la UE (37,2%).
Desglosado, el
informe explica que «en España, el 54% de las mujeres de entre 25 y 34 años
tenía estudios superiores en 2020 en comparación con los hombres, con un 41%,
mientras que la media de los países de la OCDE es del 52% de media para mujeres
y del 39% en hombres». Ampliando el rango de edad hasta los 34 años ese 54% de
mujeres con títulos de educación terciaria español sigue lejos de los países
con mejores estadísticas en este apartado, como Luxemburgo (64%) y Noruega (60%)
en Europa o Canadá (73%) y Corea del Sur (76%) en el mundo.
Pero en Europa,
países punteros como Alemania, por ejemplo, siempre según el mismo documento,
tienen un 36% de las mujeres y un 33% de las personas de entre 25 y 34 años con
estudios superiores (terciarios, pasada la Secundaria, obligatoria o
postobligatoria) en 2020. La educación superior, apunta el informe, «se ha
expandido en las últimas décadas y en 2020, por norma general, las mujeres
jóvenes tenían más probabilidades que los hombres de tener estudios
superiores».
Julio Carabaña,
catedrático de Sociología en la Universidad Complutense, desgrana los datos y
explica que el gran mérito de esta estadística entre los jóvenes se debe a la
FP de Grado Superior. Cuando se hurga en el informe de la OCDE se observa que
España es el tercer país de toda la organización –aunque muchos no ofrecen
datos– con mayor porcentaje de personas menores de 30 tituladas en estudios
superiores de 2-3 años de duración. Dado que en España apenas hay grados
cortos, la mayoría son de cuatro años, solo queda una respuesta: es la
Formación Profesional Superior, en la que destacamos solo por detrás de Austria
y Chile (un 39% frente a 47% y 46%, respectivamente).
«Los datos
universitarios propiamente dichos son normalitos», explica el catedrático. «El
mérito de estos datos está en la educación terciaria no universitaria. Toda la
vida queriendo que la gente estudie FP, parece que ahora se ha incrementado
mucho», reflexiona.
Más empleabilidad
La OCDE apunta
algunas causas que podrían explicar esta diferencia de tituladas a favor de las
mujeres. «Cambios en los cursos de educación superior y el valor social de la
educación universitaria para las mujeres jóvenes pueden influir en sus
elecciones», explica el organismo. «Las jóvenes también ganan con la educación
terciaria más que sus pares varones, tanto en términos de empleo como de
salarios, con lo cual puede que el objetivo de la educación superior sea más
atractivo», añaden.
Rosa San
Segundo, profesora catedrática y parte del Instituto de Estudios de Género de
la Universidad Carlos III de Madrid, coincide con la organización y desgrana:
«Las mujeres en el ámbito laboral tienen trabajos más precarios, peor
contratación, peores sueldos… ¿Cómo pueden sobrepasar esas diferencias?
Teniendo mejores titulaciones y mejores expedientes», y añade que el fenómeno
viene de tiempo atrás y que empieza desde la Secundaria.
Estos
argumentos se entienden mejor si se tiene en cuenta que, con carácter general,
las mujeres ganan menos que los hombres en sus trabajos. Y la diferencia en
España entre ambos sexos es más grande que la media. Así, mientras en los
países de la OCDE ellas ganan entre un 76% y un 78% de lo que ingresan los
varones, en España el dato baja hasta un 73% para las mujeres con al menos un
título de Secundaria.
Sucede algo
parecido con la empleabilidad en términos generales. A nivel OCDE, para un
varón la diferencia entre tener estudios de secundaria o terciarios es mínima
(un 6% de paro frente a un 5%). Para una mujer es distinto: con secundaria
tienen un 9% de paro, dato que baja al 6% con estudios superiores.
Las cifras
parecen dar la razón a la OCDE cuando se analizan los datos españoles. En
nuestro país, los varones de menos de 25 años presentan actualmente una tasa de
desempleo del 33,6%, cifra que sube hasta el 36,8% en el caso de las mujeres.
Sin embargo, si se desglosa y se atiende solo al dato del paro de personas con
educación superior, en la franja de edad entre 20 y 24 años ellos tienen un
26,52% de paro, ellas un 24,49%; entre 25 y 29 también salen mejor paradas, con
un 16,9% y un 15,92% de desempleo a su favor, según datos del Instituto
Nacional de Estadística (INE). Las mujeres le dan la vuelta a la estadística
cuando tienen estudios superiores.
Y las jóvenes
son especialmente conscientes de su situación de inferioridad laboral, explica
San Segundo. «Esta generación lo tiene muy claro. Tiene la evidencia de la
generación de sus mayores, ven sus condiciones de trabajo y saben que lo que pueden
hacer es estudiar más. Lo ponen de manifiesto los datos académicos, pero es que
además consumen más cultura, leen más…».
Para San
Segundo la misma explicación se encuentra tras la diferencia comparativa entre
España y otros países europeos avanzados. «Fuera de la administración pública
(que por cierto se está feminizando muchísimo), la mujer es mucho más precaria
en sus condiciones laborales que en el norte de Europa, donde hay más
igualdad», argumenta. Sin la amenaza de un peor trabajo, explica la experta, no
hay tanta obligación de aspirar a una mejor formación.
El Ministerio
de Educación, que realiza su propio análisis de los datos, dedica un apartado
exclusivo a tratar de explicar por qué acceden más mujeres que hombres a la
educación terciaria. «Los factores de este giro [que ha invertido en los
últimos años la proporción de mujeres y hombres que acceden a la educación
terciaria] son variados, e incluyen la importancia de la segunda etapa de la
educación secundaria (la postobligatoria) y las perspectivas profesionales tras
la educación terciaria», sostiene el Ministerio.
Esto es, la
elección del programa de estudios en la segunda etapa de la Secundaria (que en
España es el Bachillerato o la FP de Grado Medio) puede determinar las opciones
educativas de los estudiantes tras la obtención del título (…). El rendimiento
educativo de los estudiantes influye en la elección del programa de educación
superior (…), por lo que un rendimiento educativo más bajo puede disuadir a los
estudiantes de continuar hacia un nivel educativo superior». Y lo concreta con
un ejemplo: «Las niñas, con resultados superiores a los de los niños en lectura
en todos los países (PISA), tienen más probabilidades de completar la segunda
etapa de educación secundaria, tanto la general como la vocacional, que los
niños».
Siete puntos más en diez años
La distribución
del porcentaje de mujeres y hombres con estudios terciarios o superiores ha
aumentado en los últimos diez años. De manera global, el informe muestra que en
el año 2010 un 40% de hombres y mujeres tenían estudios terciarios en España,
cifra que aumenta en siete puntos porcentuales para 2020. En el año 2010, un
46% de mujeres tenía estudios superiores y, en 2020, esta cifra se sitúa en un
54%. En el caso de los hombres pasa de un 35% a un 41%. En diez años, el número
de mujeres con estudios universitarios ha aumentado en ocho puntos porcentuales
y en seis puntos porcentuales en el caso de los hombres.
Los datos
muestran el camino que ha recorrido España. Si comparamos con lo que ha
sucedido en Alemania o en Finlandia encontramos las siguientes situaciones. En
el primero, sin distinción de género, se ha pasado de un 26% de personas de
entre 25 y 34 años con estudios superiores a un 35% de 2010 a 2020. Esta
estadística en el caso de las mujeres pasa de un 27% a un 36% y en el caso de
los hombres, de un 25% a un 33%.
Finlandia, uno
de los países punteros en cuanto a la Educación, se parece al caso español en
cuanto al porcentaje de mujeres jóvenes que ostentan estudios superiores. Están
por encima de la media de la OCDE, con un 53%, pero no alcanza el porcentaje
español. Para el caso de los hombres de entre 25 y 34 sí que difiere puesto que
se sitúa en un 37%, por debajo de la media de la OCDE (39%) y también por
debajo de la situación española (41%).
En Finlandia,
el total pasa de un 39% a un 45%, que desglosado se traduce en que las mujeres
pasan de un 48% a un 55% y los hombres de un 31% a un 37%. Si comparamos estos
números con el caso español entre mujeres, se observa que en diez años ha
aumentado seis puntos porcentuales.
Pero el informe
también señala que España sigue teniendo deberes en cuanto al acceso de las
mujeres a los grados relacionados con la ciencia o las tecnologías de la
comunicación. De media en la OCDE, el 26% de los nuevos ingresos en estas
carreras son mujeres, dato que en España baja hasta el 24%. Mayor es la
diferencia en lo que el informe llama tecnologías de la comunicación, donde
apenas un 13% de las nuevas matriculadas son mujeres, cuando la media está en
el 20%.
En el lado
contrario, carreras tradicionalmente femeninas como Magisterio tienen más
representación masculina que la habitual en otros países. En un sector en el
que a nivel global un 77% de las docentes son mujeres, España tiene un 35% de
varones.
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