Alarma por el incremento de
suicidios en España
Por Walter C. Medina
Rebelion
Fuentes: Nueva
Tribuna|
09/09/2021
Sin mayor eco
en los medios de comunicación hegemónicos, el suicido en España se ha
convertido en la primera causa de muerte violenta. La gravedad de esta realidad
la refleja el estudio elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE)
que informó un total de 3.671 personas fallecidas por esta causa en el
transcurso de 2019; un número que ha ido en crecimiento elevando la tasa a una
de las más altas de la Comunidad Europea.
La alienación,
la pérdida de valores de la sociedad y la influencia de los medios de
comunicación provocan inestabilidad emocional y comportamientos autodestructivos que en muchas ocasiones
acaban en suicidio. La Red Nacional de Prevención del Suicidio recibe entre 4 y
seis llamados de personas que verbalizan su intención de acabar con su vida. Al
año son 90 mil las personas que lo han intentado sin éxito, gracias a una
adecuada atención psiquiátrica. Sin embargo las cifras no descienden y desde la
Red Nacional de Prevención del Suicidio reconocen que el sistema sanitario
español es incapaz de satisfacer la necesidad de atención que requieren estas
personas.
A nivel global
las cifras son alarmantes. A cada segundo algún ser humano intenta suicidarse;
y cada cuarenta segundos uno de ellos concreta su objetivo. Según la
Organización Mundial de la Salud, unas 815 mil personas se quitaron la vida en
el año 2000. Esto representa una tasa mundial de mortalidad anual de 14,5 por
100.000 habitantes. En la actualidad un millón de personas, de entre 15 a 44
años de edad, se suicida en el mundo cada año; una cifra que según la OMS se
incrementará.
En España, de
las personas fallecidas por esta causa, 2.771 fueron hombres y 900
fueron mujeres, por lo que continúan falleciendo el triple de hombres
que de mujeres por esta razón. Por edad, el mayor número de fallecimientos se
produjo en la franja de los 30 a los 39 años, seguida por la
franja de 50 a 54 y de 45 a 49 años. El mayor número de
defunciones se produjo en pueblos pequeños de hasta 10.000
habitantes, y en las capitales, con 858 y 1165,
respectivamente.
El incremento
-ya de por sí dramático- de casos de suicidio en España, se ha visto agravado en el último año y medio a causa del COVID-19.
Diversas organizaciones internacionales aseguran que los casos de suicidio
durante la pandemia han aumentado por pérdida de empleo, dificultades
económicas, el encierro y el distanciamiento social. La Organización
Internacional del Trabajo ha constatado que la pandemia ha producido que la
mitad de los jóvenes de entre 18 y 29 años sufran depresión y ansiedad, y que
el 20% de los trabajadores sanitarios la padezcan de igual manera.
En España hay 6
psicólogos por cada 100.000 habitantes; lo que dificulta la atención a personas en riesgo de suicido. Esta
escasez de profesionales provoca que la primera cita con el psicólogo se
dilate a tres o cuatro meses, lo que se traduce en un aumento de la
desesperanza.
El suicidio se
convirtió en la primera causa de muerte por factores no naturales, duplicando
los fallecimientos por accidentes de tráfico, superando once veces los homicidios
y 80 veces a los de violencia de
género. Produce estupor saber que cada dos horas y media una
persona se quita la vida, sin que de momento ni el Estado ni los medios de
comunicación se pronuncien seriamente al respecto.
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