Vida, propiedad, miedo y violencia
Por Pablo
Salvat B. / chile
Fuentes: Rebelión
22/03/2020
Como no es
difícil corroborarlo, la derecha chilena, también sus congéneres
latinoamericanas, son asiduos usuarios de la hipocresía, el cinismo, y también,
la mentira.
A las
oligarquías y grupos privilegiados de Chile y el continente la democracia no
les ha interesado mucho históricamente, la verdad sea dicha; en
particular, cuando ellos no ganan elecciones y cuando no pueden
directa o indirectamente, manejar los hilos del poder de manera directa o
indirecta.
Pero
claro, cuando se habla de la vida de los otros, o por ejemplo, de las
necesidades por salud pública, de tener una ley de aborto reguladora, o atender
en igualdad de condiciones a los afectados por pandemias, entonces ellos claman
y se reclaman “pro-vida”. Y por supuesto, aquí si que valen los derechos
humanos y desde sus medios caen anatemas a quienes no están de acuerdo con
ellos.
Pero,
cuáles son las vidas que les importan a las derechas y sus socios (que siempre
encuentran, ,sobre todo, en el intangible Centro político? ) Me podría
decir usted lector y lectora?. Cuáles violaciones a derechos humanos les
inquietan? De quiénes y por qué? Decimos que son muchas veces
hipócritas y cínicos en su actuación económica o política. Hipócritas, porque
aplican un doble estándar: lo que es malo para ellos pero es bueno para las
mayorías, es malo. Lo que es bueno para ellos y sus intereses de poder,
pero malo para la gran mayoría, es bueno. Es decir, si un gobierno legítimo,
como el de la UP intentaba ordenar el orden público o socializar algún
tipo de propiedad de medios y recursos, entonces era “malo”; aplicaba
violencia, y pasaba a llevar las libertades. Es decir, para ellos, se pasaba a
llevar la propiedad privada (de ellos), al mercado y al derecho natural
reaccionario, luego, la vida estaba en peligro y era amenazada por un tipo de
virus “ideológico” esta vez que, como usted sabe, había que “extirpar” (mire
que casualidad, la presencia del lenguaje de los virus en el pensamiento de
derechas). Sí. Aunque, de nuevo, la “extirpación” no se ejercía sobre
cosas, objetos o propiedades (aunque también), sino sobre la propia vida de
personas de carne y hueso que eran chilenos y chilenas ( “infectados”) padres,
madres, hijos, abuelos, etc.
Aunque la
verdad sea que antes del 73, no había campos de concentración, ni DINA, ni CNI,
ni Comando Conjunto, ni Dicomcar, ni exiliados, ni presos “políticos”, ni
torturas sistemáticas, ni disolución del Congreso. Pero, fakenews de por medio,
no importa, fabricamos para “justificar” todo eso un mal llamado “Libro Blanco”
que, de blanco, solo tenía la tapa. Era la “amenaza” que había que
conjurar antes de que fuese demasiado tarde para ellos ( es decir, antes de
1976).
Pero si la
Junta Militar, y sus aliados civiles (léase hoy en la UDI, RN, Acción
Republicana y otros) exilian, liquidan el Congreso, los partidos
políticos, los diarios opositores, detienen, torturan y desaparecen a miles de
ciudadanos, eso sí es “bueno” y eso sí es estar a favor de la vida y los
derechos humanos. Eso, por supuesto, no es violencia, como se le ocurre. Es la
anti-violencia elevada al cubo para prevenir la eventual violencia de los
otros , los más, el pueblo y sus esperanzas.
A esta
impostura le cabe el san benito de hipócrita y de cínica: aun al día de hoy
existen Ministros de Piñera que intentan negar las actuales violaciones a
DDHH (para qué hablar de las de antes), cometidas desde el 18 de octubre en
adelante, teniendo a la vista tres o cuatro Informes de organismos
independientes internacionales que dicen lo contrario.
Pero, de nuevo,
que importa. Ellos nos quitan los ojos; ellos gasean de manera indiscriminada,
apalean, torturan, vejan a jóvenes, disparan y matan, detienen, difunden el
miedo, pero no importa, ellos son “pro vida”, y por
supuesto “anti-violencia”. Como no. La fuerza bruta de la razón de
Estado que usan día a día para reprimir, no pues, eso no es violencia. No se
sabe lo que es, pero violencia, no. La única violencia es la que hace el
Presidente venezolano y claro, será el Jefe de Estado cubano y el de Corea del
Norte, como no. Todos los demás jefes de estado latinoamericanos (incluidos
inefables y vendidos como Bukele, Lenin Moreno, Bolsonaro, Duque o el
fraudulento de Honduras) no pues, ellos son derechistas
consecuentes, íntimos y servidores obsecuentes del Departamento de Estado
y la Casa Blanca. Por lo tanto, cuando matan o torturan, cuando exilian o
cierran congresos, cuando sacan ojos o mienten, lo que están haciendo es favorecer
a la Vida; y a veces también dicen “para mayor gloria de Dios” (sic). De
sus dioses será. Faltaba más.
Entonces
cuidado, no se hable de derechos sexuales, ni de aborto ni de tipos de
familias, ni de participación desde la base ni de protagonismo ciudadano. Ni de
democracias reales. Por cierto, menos aun de “populismo” o de “socialismo”.
Uff. Todo eso atenta contra “la vida”. Todos aquellos términos se
comportan como virus que se expanden aquí y allá y hay que eliminarles
preventivamente cuanto antes mejor.
También atenta
contra la vida subirle impuestos a los más ricos o limitar la propiedad
privada ¡ También el poner royalties dignos a las transnacionales que
lucran con nuestros recursos naturales limitados . O exigir una salud,
una educación, unas pensiones dignas y adecuadas para una vida decente en
igualdad de condiciones. Pero lanzarle una lagrimógena en la frente a
Geraldine de 15 años, y dejarla en estado grave en Clínica Indisa,
sin recursos, no pues, eso no es atentar contra la vida de nadie. Además
ella es “pobre”. Hay que resguardar el “orden” y evitar “el
caos”. Palabritas mágicas estas. Hacer marchas por el “rechazo” con
palos, escudos y chalecos antibalas (que se guardan en el local de la UDI) y
golpear a periodistas (caso R. Cavada) eso tampoco es “violencia”. Tener uno de
los países más desiguales a nivel mundial, lo cual hace que la sacrosanta
propiedad privada esté muy mal repartida, entre otras cosas, no, eso es fruto
del azar y la ruleta del mercado, no se hable de violencia estructural
pues. Pero ya se sabe, los que están contra el orden neoliberal lo que
hacen es sembrar ”el caos”. Un término muy utilizado cuando
conviene y que desata las peores sueños en el ciudadano desinformado.
La hipocresía
se mezcla con el cinismo en la derecha política. De nuevo hay que hacer
una aclaración terminológica, muy importante en estos tiempos de intencionada
confusión de todo. No estamos hablando del cinismo como lo entendía la escuela
filosófica griega. Ojalá se practicase hoy en el sentido que lo vivían y
expresaban los antiguos. Esta escuela ética fue muy popular. Sus líderes
fueron dos de los discípulos de Sócrates: Diógenes de Sínope y Antístenes.
No podemos entrar aquí en detalles. Entre sus postulados estaba la práctica
del desprecio hacia la riqueza, los bienes materiales y su ostentación.
Promovían el llevar una vida sencilla; convivir con la naturaleza y no vivir
atado a las cosas. Representaban un estilo de vida orientado a ser libres y de
esa manera, felices. En cambio, hoy en día el adjetivo de cínico se le
atribuye a personas o instituciones que mienten sobre algo; a personas o
instituciones que realizan actos con descaro sin ocultar ni sentir vergüenza.
O, a personas e instituciones que actúan con falsedad en sus acciones o
palabras. ¿Qué pasa en el presente? : tanto el “orden” (éste orden)
como la propiedad, así como el mercado y el capital, son puestos ( sin
confesarlo) por sobre la vida humana y el valor de las personas y la
naturaleza. Aunque ese accionar se disfrace de lucha por los derechos
humanos y la libertad, o contra el “caos”. Esta es la verdad de la
derecha política, económica , o mediática. La derecha neoliberal no
soluciona los problemas que el modelo está generando. Lo que hace más bien es
agudizar esos problemas El ejercicio de una razón política desde la
hipocresía y el cinismo que hacen las derechas y oligarquías, llevan al
nihilismo y a la desvalorización y negación de los que ve como adversarios (de
nuevo los más; el pueblo, los disconformes, los rebeldes o los críticos) . Como
bien afirma F. Hinkelammert : “ la técnica social del mercado total se
transforma en acción de limpieza y cirujia social. La afirmación del valor
absoluto de la vida no desemboca en la afirmación del valor absoluto de la vida
de todos los humanos, sino en la afirmación del no-valor absoluto de
la vida de los otros”.
Justo ahora se desata una pandemia peligrosa como el coronavirus. ¿Podremos
enfrentar con éxito una situación como esta en un país controlado por los
privados y los bancos desde la salud hasta las carreteras? Podrá la ideología
neoliberal garantizar no solo una buena salud pública al alcance de todos y no
dependiente del bolsillo de cada cual, sino también un vivir digno en medio de
una cuarentena? O, encerrados todos nosotros, nos comeremos hasta las muebles
por que no podremos salir a la calle y no tendremos recursos? Fácil es dictar
medidas represivas y de confinamiento. Pero, y las medidas sociales? La
limitación e impedimento del lucro de las grandes empresas con bienes
fundamentales: comida, medicinas, arriendos y otros, quién les pondrá límites
en función justamente -otra vez- de la VIDA ? ¿Podría el Estado chileno
seguir el ejemplo del Presidente de Francia? Vea como hoy el Sr. Trump
quiere hacer negocio y comprar solo para los yanquis una vacuna que los
alemanes producen para la eventual curar del coronavirus. Algo no anda
bien por decir lo menos en el anti-humanismo de los poderes
neoliberales que asolan el llamado Occidente. Hay que decirlo…
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