Chile: Millones de corazones para cambiar la vida
tercerainformacion
26/10/2019
25 de octubre
de 2019, Santiago de Chile, octava jornada de movilización popular. Alrededor
de dos millones de personas en la capital y tres millones en todo el país,
marchando. Las grandes alamedas, avenida y espalda fundamental de esta plaza
austral que contiene 18 millones de seres humanos, se intimidaron ante tanto
mundo reunido.
La masiva manifestación en Plaza Italia / Biobio
Todos los
géneros nacidos y por nacer, todo el amanecer agrupado. Nadie hegemonizó. Ni un
partido político ni muchos partidos políticos. Ningún grupo de interés ligado
al poder. Ni líderes de ocasión, ni ex líderes, ni post líderes. Los átomos
diversos de tanta humanidad constelada no hicieron ni escucharon discursos.
Simplemente se reconocieron como iguales y únicos. Contradictorios, frágiles,
veteranos, recién brotados. Mestizo, mapuche, pálido, feminista, ambientalista,
crítico absoluto, crítico parcial, combatiente contra el régimen capitalista,
antimilitarista rabioso, luchador por los derechos sociales y humanos.
Aventurero, tímido, nostálgico, futurista, huraño, besador. Combinado y
asimétrico. Tal cual la realidad cuando se expresa plenamente.
(La televisión
de los pocos dueños de todo, dice que “habló la calle”. Donde pone “calle” debe
ir “pueblo”. Releva hasta el hartazgo que se trató de “la marcha más grande de
la historia de Chile”, pero, premeditadamente, convierte el medio en el fin.
Fetichiza el instrumento popular. El objetivo, la justicia social y las
transformaciones estructurales para vivir con la dignidad que aún no existe, lo
rezaga a un lugar anecdótico. No importa, porque al menos tres millones de
corazones saben la verdad.)
La encuesta
Pulso Ciudadano de Activa Research “Crisis en Chile”, realizada los días martes
22 y miércoles 23 de octubre pasados, reveló que las movilizaciones cuentan con
un 83 % de aprobación popular. El rechazo al gobierno de Sebastián Piñera
alcanzó el 80 %. El ministro del Interior y primo-hermano de Piñera, Andrés
Chadwick, tuvo apenas un 5% de aprobación. El 61,5 % de los consultados consideró
que las medidas anunciadas por Piñera no son suficientes para resolver la
crisis devenida, principalmente y según el 56 %, de la desigualdad social. Casi
el 89 % de los sondeados estima que es preciso aumentar el salario mínimo,
mientras el 77,5 % que los servicios básicos deben bajar de precio.
¿Qué banderas
hubo? Dos: de Chile y del Pueblo Nación Mapuche. Es majaderamente necesario
reiterar que nadie condujo la marcha. Esto es, nadie puede “capitalizar”
electoralmente la movilización millonaria. Cuando la gente grita que “Chile
despertó”, se quiere significar que la población mayoritaria de las clases
populares y trabajadoras ya no está dispuesta a sobrevivir como lo ha hecho
hasta ahora. Que las relaciones sociales, el orden establecido, deben modificarse
orgánicamente. Este es uno de los procesos históricos en que la magnitud, la
cantidad, alcanza un nivel capaz de dar un salto de cualidad respecto de una
situación determinada. La inflexión de calidad es histórica. Por tanto, las
cosas ya no pueden mantenerse como hasta ahora se desenvolvían. Lo público
cuestiona lo privado; el protagonismo de la sociedad critica en la práctica el
régimen de la oligarquía y la ganancia; el derecho a la vida subordina el
derecho a la propiedad.
Las y los
jóvenes, como los no tanto, exigieron la renuncia de Piñera, el fin del estado
de emergencia, la vuelta de los militares a los cuarteles, justicia para los
asesinados, malheridos, desaparecidos, violadas y torturados por uniformados
durante estos días. Y también entonaron las canciones del grupo de rock Los
Prisioneros, el más popular del país desde que lanzaron su placa “La voz de los
80” en plena dictadura pinochetista. Los temas más coreados fueron ‘El baile de
los que sobran’, y ‘No necesitamos banderas’. Al respecto no es necesario
abundar en explicaciones. Igualmente se vitoreó el estribillo del
internacionalmente conocido “El pueblo unido”, y “El derecho de vivir en paz”
del asesinado artista los primeros días de la tiranía, Víctor Jara. La canción
de Víctor Jara fue creada en el marco de la solidaridad con el pueblo de
Vietnam que entonces decidía su libertad e independencia, combatiendo contra
las tropas estadounidenses.
La marcha que
divide la realidad social entre un antes y un después, fue reprimida en puntos
mínimos. Gases químicos y agua mezclada con gases químicos fueron profusamente
lanzados sobre los manifestantes que se encontraban a una cuadra de La Moneda.
No importa. Desde hace ocho días es el aire natural que se respira en
Santiago.
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