ANIVERSARIO DEL
EFECTO GAMONAL
VICTOR ATOBAS
KAOSENLARED
11.01.2019
Gamonal celebra
desde el 9 de enero el aniversario de un conflicto social que, mirándolo con
distinta, ha supuesto el fracaso de la estrategia pensada para Gamonal desde
las élites, incluyendo a la oligarquía y a sus títeres del ayuntamiento, en la
expansión futura de Burgos.
Celebraciones y
nuevos retos.
El tejido social del barrio se ha mostrado como uno de los impulsores de la
ciudad. Tras el Efecto Gamonal, distintos activistas se incorporaron al
movimiento social e impulsaron, junto a otros vecinos, la Asamblea Contra la
Especulación. Dicha asamblea convocó las protestas contra la remodelación
de la Plaza de Toros, poniendo de nuevo en entredicho el funcionamiento del
modelo urbanístico, ligado históricamente a la corrupción en famosos casos como
el de la construcción de Burgos.
Entre los nuevos retos aparecen los planes de privatización del servicio de
aguas o la quiebra del servicio de autobuses en 2016. La enorme e impagable
deuda del ayuntamiento se configura como uno de las luchas claves para los
próximos años.
La victoria del
barrio y el fracaso del modelo urbanístico.
Nos referiremos al modelo urbanístico y al Bulevar, acompañado de otras
dotaciones en el barrio pensadas para aumentar el valor de suelo, de igual modo
que ha sucedido en otras zonas de la ciudad. El modelo urbanístico se
piensa para décadas futuras, depositando confianzas en cuanto al crecimiento
demográfico y económico que se fundamentan sobre bases del todo irreales y que
no responden a las necesidades de la mayoría.
El aniversario de la victoria también supone una ocasión idónea para
preguntarse qué hubiera ocurrido si el Bulevar se hubiera construido. La
transformación del barrio hubiera comenzado bajo los parámetros del modelo
urbanístico del capital, que también se enfrenta a contradicciones. Desde el
Gamonal de la industrialización; las huertas y las fábricas junto a las casas,
aledañas de espacios encharcados, barrizales, insalubridad y suciedad que se
contraponía al centro, hasta el Gamonal de la época neoliberal. El modelo
urbanístico se ha globalizado, las multinacionales y los fondos de inversiones
de distintos países han invertido en la expansión urbanística de Burgos, donde
aumentan los desahucios, la miseria y la desigualdad, al tiempo que el Plan
General de Ordenación Urbana sigue pensado desde la confianza en la pujanza de
la inversión de capital privado.
Pero los excedentes que se canalizan sobre el espacio urbano no son
regulados, ni planificados bajo criterios de utilidad social. Las empresas han
diversificado su cartera, y los intereses que captan los fondos de inversiones
y la especulación a nivel internacional, junto a empresas Río Vena que tienen
una intensa proyección no sólo en la expansión de la ciudad, sino también en
las inversiones en obra pública, y resulta muy complicado que la ordenación de
la ciudad pueda responder a criterios de igualdad; en el capitalismo, las
ciudad supone el sumun de las contradicciones. Fincas kilométricas, verdes, y
casas derruidas y grises.
Desde hace años, se viene hablando de que Gamonal podría convertirse en el
“nuevo centro” de Burgos, una centralidad de los flujos comerciales y
económicos. El problema consiste en que, estos procesos, como queda patente en
la transformación histórica del centro de Burgos, acaban por aumentar el precio
del suelo, los alquileres aumentan y los servicios públicos son desplazados
para albergar espacios artificiales en los que se ha intervenido. Las viviendas
pasan a utilizarse como locales comerciales como bufetes, clínicas o
consultorías, al tiempo que las zonas más antiguas y de rentas más bajas se
declaren en abandono, aduciendo mal estado. Otra de las opciones que hemos
visto en el centro, y que hubiera ocurrido de igual manera en Gamonal, son las
intervenciones que buscan el incremento de valor; pero la inversión en un
espacio condiciona al resto de la ciudad que, en definitiva, constituye un
conjunto de relaciones sociales en las que el modelo urbanístico ejemplifica, a
sí mismo, el desarrollo de la lucha de clases.
La
transformación de Gamonal.
Según esta hipótesis, la dinámica de la transformación del barrio podría
implicar, al mismo tiempo, intervenir en las zonas adyacentes al Bulevar. El
comercio se quiere canalizar mediante el un nuevo centro que se planea
construir en Gamonal; otra de las pistas. La revalorización de los locales que hubiera
supuesto la inversión, hubiera desplazado al pequeño comercio de Gamonal, a los
locales tradicionales, de pocos trabajadores y de trato personalizado con los y
las vecinas. El anuncio de la construcción de un gigantesco centro comercial
cerca de Carrefour, por parte del Grupo Leal Decoración, otra losa para el
pequeño comercio. De modo que los puestos de trabajo que se prometían, 400 en
el caso de los planes del Grupo Leal, destruirían muchos más y los empleos
serían precarios, dificultando la posibilidad de los y trabajadoras de
organizarse y defender sus derechos.
De este modo, el nuevo centro comercial de Gamonal albergaría los flujos de
comercio. Viéndonos obligados a hacer un ejercicio teórico, el Bulevar hubiera
supuesto la creación de una zona, donde el pequeño comercio se hubiera
resentido, al tiempo que el aumento de los precios y el mal estado de las
casas, hubiera obligado a la población que llegó con la industrialización a
marcharse al mismo tiempo que desaparecían las fábricas y aumentaban los
despidos, que el impulso al sector servicios no ha sido ni será capaz de
absorber.
El exilio juvenil ha afectado en especial a barrios obreros como Gamonal
que, en la estrategia del capital, suponía oportunidades de negocio que, como
ha ocurrido en el centro histórico de Burgos, han ido aparejadas a prácticas
como la peatonalización y la intervención en el espacio, el abandono de las
calles de rentas más bajas, que después se han declarado en abandono para
especular con el precio.
En definitiva, la victoria del Bulevar supuso el fracaso de uno de las
apuestas más decididas dentro de los planes del neoliberalismo para Gamonal; la
creación de un nuevo centro de flujos, de un comercio de grandes supermercados
y franquicias, que absorbiera de alguna forma el declive del Polígono y del
sector industrial en general, impulsando zonas de centralidad como la calle
Vitoria cuando llega al barrio, atrayendo también la especulación sobre el
parqué de viviendas que, si en la actualidad se encuentra en mal estado, hubiera
sido transformado en espacios más atractivos para la pequeña burguesía. Los
alquileres y el precio de la vivienda hubieran impedido a la población obrera
de Gamonal seguir en el barrio, de modo que el parqué vacío y proyectado para
el futuro en las nuevas periferias de las que hablábamos, hubiera tomado esa
posición. De igual maneta, tenemos que reseñar que, en los nuevos barrios,
muchas de las viviendas han sido construidas con materiales de baja calidad,
dándonos más pistas sobre su oferta.
El modelo urbanístico se proyecta en fundamentos irreales y caóticos como
la proyección del capital sobre el suelo, y Gamonal se enfrenta al reto de
mantener vivo el tejido social del barrio, que demostró en enero del pasado año
su capacidad para enfrentar la transformación del barrio desde esta estrategia,
que aumentaría la desigualdad. Puesto que la ciudad es, al fin y al cabo, una
de las mejores muestras de las contradicciones de nuestra sociedad.
Artículo
publicado en Zoozobra Magazine.
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