Cataluña
y nuestro particular “estado de desecho”
(IV)
Antonio
Maira / Analista político, capitán de fragata de la Armada.
23-12-2017
Las consecuencias políticas
Algunas de las consecuencias políticas
del procés son ya evidentes. Otras se pondrán sobre la mesa en
las próximas semanas o en los próximos días:
-La primera y más importante es que por
primera vez -antes que ninguna fuerza política formalmente republicana o
federal-, una nación dentro del estado español se declara República
independiente y soberana. Eso es realmente histórico y significa la ruptura del
régimen del 78 que representa, en realidad, la continuidad del Régimen
franquista.
La cuestión no es baladí ya que supone,
entre otras cosas no menos importantes, la liquidación de la Monarquía de
origen franquista, corrupta, que ejerce como poder autónomo la jefatura de las
Fuerzas Armadas además de otros poderes excepcionales.
Del rey depende, en realidad, la propia
Constitución y la permanencia del estado bipartidista e intocable: “atado y
bien atado”, como había dicho el general genocida y fascista Francisco
Franco. El latiguillo del “estado de derecho” que repiten al unísono PSOE PP,
Ciudadanos y Podemos (esta vez bajo la forma del ping-pong o
del sí pero no, no pero sí, de los políticamente
indecisos denominados ni-ni (ni DUI ni artículo 155 de la
Constitución).
-La segunda es el establecimiento del
estado de excepción en Cataluña (derogado pero ensayado y disponible), y su
amenaza concreta –tal como acaba de afirmar Rajoy-, para establecerlo en el
resto del resto del estado ante amenazas del mismo tipo.
La primera declaración del a todas luces
ilegítimo Presidente del Gobierno lo demuestran sobradamente. A partir de este
momento y dada la actual Ley Electoral es absolutamente imposible cualquier
proceso constituyente. Mucho más cuando la propuesta legislativa para cualquier
reforma de la “Carta Magna” procede de una Comunidad autónoma.
-El Senado, ha pasado de “cámara inútil” a
cuerpo legislativo imprescindible para autorizar la represión.
-El artículo 155 pasa a ser un estado de
excepción “en conserva”, que puede ser activado en cualquier momento y que ya
tiene funcionarios adiestrados para ello.
-La tarea represiva, que ha pasado
formalmente al Poder Judicial, puede llevar a la cárcel a centenares de
funcionarios en el corto, medio y largo plazo, a voluntad del Gobierno.
-El poder judicial, no independiente en el
estado español, puede determinar la propia composición del Parlament catalán, y
la exclusión de todos los dirigentes procesados según informes policiales y
procesos judiciales que pueden ponerse en marcha tal como estamos viendo en los
últimos días.
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