lunes, 11 de septiembre de 2017

EL VI FELIPE DE LOS BORBONES ES UN REY MU APREPARAU (aunque nadie hasta la fecha, que se sepa, le haya podido leer un triste artículo de economía, política, filosofía, historia, arte, literatura o gallináceo, o sea, que qué fué primero el huevo, el tendero que vende el huevo, la gallina Turureta o mi carro me lo robarón un día de romería) Y PORQUE HAYA IDO A UNA BODA A PALMA SIN LA REINA (abandonando momentáneamente los graves deberes para con el Estado, sin dejar de cobrar la paga corriente y moliente) NO TENEMOS POR QUE PENSAR QUE NO ES UN REY MU APREPARAU, QUE NOSOTROS NO TENEMOS POR QUE PENSAR NADA, NO SOMOS PENSADORES, SOMOS SÚBDITOS PORQUE NOS ZAMPAMOS LAS PERDICES QUE POR LA GRACIA DEL VI SE NOS APARECEN DICIÉNDONOS: CÓMEME, CÓMEME, Y PUNTO PELOTA



El rey Felipe VI se reencuentra con Marta Gayá, amiga 'entrañable' de su padre    
      
© elEconomista.es 
 

El monarca se trasladó este fin de semana a Palma, donde acudió a la boda de su ahijada Martina Jáudenes De Diego, asesora patrimonial y modelo ocasional para algunas firmas de moda, con el empresario hostelero Luis Abascal. El Rey, sin la compañía de Letizia, coincidió allí con Marta Gayá, amiga 'entrañable' de su padre, Don Juan Carlos, y una invitada más al enlace.

La coincidencia de Felipe VI y Gayá se produce unas semanas después de que salieran a la luz unas imágenes en las que aparecía el Rey emérito junto a la mallorquina en Irlanda durante la inauguración de una iglesias. Las instantáneas dejaban entrever que Don Juan Carlos mantiene el contacto con ella desde hace años.

Sea como fuere, lo cierto es que se desconoce si Felipe VI y Marta cruzaron alguna que otra palabra en el susodicha boda, cuya ceremonia se celebró a las cinco de la tarde en la iglesia de San Nicolás de Palma, según desvela el diario Última Hora. Felipe, que llegó a pie, cruzando la plaza Frederic Chopin, quiso acompañar en ese especial día a Eugenio Jáudenes, padre de la novia y ex compañero de regatas. Ambos mantienen una estrecha amistad.

Tras darse el "sí quiero", los novios y el resto de invitados, entre los que se encontraba Rodrigo Rato, se trasladaron al Castillo de San Carlos, tal y como cuenta ¡Hola!. Allí disfrutaron de un cóctel al aire libre que estuvo amenizado por un divertido grupo de trompeta, tuba y otros instrumentos.
Antes de pasar al salón principal, el monarca hizo gala de su habitual amabilidad y se fotografió con todos los invitados que se lo solicitaron. Como se aprecia en las imágenes, Felipe VI lucía un elegante traje azul combinado con camisa blanca y corbata fucsia.

La novia, por su parte, se decantó por un maravilloso vestido bordado de manga larga con escote de pico y abotonadura delantera, que acompañó con una espectacular gargantilla en forma de cruz, un largo velo prendido en un moño bajo y un sencillo ramo. El novio optó por un chaqué gris, corbata burdeos y camisa celeste.

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