No hay duda de que las medidas
contra la corrupción, de las que se llenan la boca los jefatones del PP (y en cuanto te descuidas, los bolsillos, que no
hay corrupción sin que tenga un bolsillo colindante), funcionan. Pero funcionan
de guatipedi para e corrupto, que no
sólo no tiene que devolver lo robado a la sociedad, sino que además se le
premia. Y seguramente esto sea así, porque las medidas contra la corrupción que
dice haber tomado el gobierno de Mariano Rajoy, sean medidas tomadas sin metro,
aproximadamente, a ojo de buen cubero, millón arriba, millón abajo.
El caso más reciente (y que se
sepa) de que las medidas anticorrupción tomadas por Mariano Rajoy funcionan
como agua bendita (por seguir leguaje beatico del ministro Jorge Fernández)
para el corrupto, lo podría representar el caso del ex ministro de Rajoy, José
Manuel Soria, sujeto que se vio obligado a dejar la política por aparecer su
nombre no en ningún santo confesionario (por seguir a Jorge Fernández y
amigarme con él), sino en sociedades que había ocultado en paraísos fiscales,
el pan suyo (de los corruptos) de cada día.
Al sujeto José Manuel Soria lo
propone el gobierno de Mariano Rajoy como representantes de España y como un
alto ejecutivo en el Banco Mundial (¡cágate lorito!), con la bagatela añadida
de 250.000 dólares anuales. Más o menos el equivalente a los dos o tres euros
que ha subido las pensiones en mismísimo Mariano llegado a la Moncloa en carne
mortal.
Preguntados algunos miembros
del gobierno por este asunto, dicen no saber nada, lo que vendría a confirmar
la rutina cotidiana de la corrupción que utiliza el gobierno habitualmente,
porque mentir es el a, b, c de lo corrupción. Lo que a su vez, pero muy
inexactamente, nos podría llevar a la conclusión de que nos hallamos ante un
gobierno corrupto, cuando en realidad, no es que el gobierno sea corrupto, sino
que lo corrupto es el sistema, dentro del cual se haya el gobierno, la
monarquía y, en general, los partidos políticos, contra cuyo sistema corrupto nos inscribimos
algunos.
Al sujeto José Manuel Soria, lo
propone como representante de España en el Banco Mundial, La Comisión de
evaluación de candidatos a las instituciones financieras, dependiente del
gobierno y, concretamente, del ministerio de Economía y Competitividad, que se
rige para ello por el criterio de
idoneidad y el historial de servicio
público, así como la experiencia en las materias que le corresponden.
Visto lo visto, el sujeto José
Manuel Soria, dada su experiencia en la mentira y su manejabilidad en paraísos
fiscales, que han sido debidamente demostradas, resulta mucho más idóneo para
representar a España en el Banco Mundial, que lo que pudieran ser Rodrigo Rato
o el señor Blesa, descartando a Bárcenas, porque al haber sido las manos
derechas de Rajoy y el PP, le huele mucho el aliento.
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