"Una orden de arriba":
EL EI CAVA ZANJAS EN LA
FRONTERA Y TURQUÍA HACE LA
VISTA GORDA (EXCLUSIVA)
14 jun 2016
(Protestas en
Alemania/ “Turquía financia los bombardeos del Estado Islámico” Reuters)
El Ejército
turco ha recibido la orden de ignorar las actividades del Estado Islámico en la
frontera con Siria, aunque podría derrotar a los terroristas "en tan solo
24 horas".
El Ejército turco ha recibido la orden de ignorar las
actividades del Estado Islámico en
la frontera de Turquía con Siria, lo que permite a los yihadistas cavar
trincheras y sembrar minas sin impedimentos, denuncian a RT vecinos
de la ciudad fronteriza turca de Karkamis.
El
Gobierno turco ha intentado demostrar recientemente su firmeza contra el Estado
Islámico con numerosos informes sobre las operaciones militares del
Ejército contra el grupo terrorista en la prensa nacional.
No voy a votar el AKP aunque me ofrezcan toda la
ciudad
Sin
embargo, el equipo de RT que viajó a la ciudad de Karkamis cerca de la zona
fronteriza en Siria controlada por el Estado Islámico descubrió que la
situación sobre el terreno es muy diferente de la presentada por Ankara.
Así, desde
el otro lado de la frontera se ve bastante bien a combatientes del Estado
Islámico y sus fortificaciones en la ciudad siria de Jarablus, así
como una bandera del grupo terrorista en un edificio.
"Podrían derrotar a los terroristas en 24
horas"
Los
yihadistas, que controlan 98 kilómetros a lo largo de la frontera, también
han cavado extensas trincheras, una tarea que aún está a meses de completarse,
pero que está siendo completamente ignorada por el Ejército turco.
Un día, después de que el Estado Islámico lanzara un
misil, llegaron varios altos cargos del Ejército y les preguntamos por qué no
hacían nada. Nos contestaron que la orden desde arriba era solo tomar medidas
de seguridad para los soldados
En
este sentido, Bulent Polat, dueño de una tienda y una de las pocas personas que
quedan en Karkamis, confirmó a RT que los yihadistas habían construido las
fortificaciones delante de las narices de las tropas turcas.
"Nosotros
mismos vimos cómo las construían. Lo hacían muy cerca… como a unos 50 metros de
la frontera. Si ustedes ven las zanjas desde aquí, entonces se habrían fijado
en las enormes máquinas con las que las excavaban", relata Bulent.
Lo
que le sorprende a Bulent, así como a otros vecinos de esta localidad, es que
los que no se fijaron en las maniobras de los terroristas fueran los militares
del Ejército turco, que oficialmente luchan contra los extremistas.
El
dueño de la tienda cree que los soldados podrían derrotar a los terroristas,
que se han apoderado de la zona, "en tan solo 24 horas".
"Un
día, después de que el Estado Islámico lanzara un misil, llegaron varios altos
cargos del Ejército y les preguntamos que por qué no hacían nada. Nos
contestaron que la orden de arriba era solo tomar medidas de seguridad para los
soldados", cuenta Bulent, quien precisa que no solo las fuerzas de
seguridad turcas, sino también la coalición liderada por EE.UU., es reacia a
tomar medidas contra el Estado Islámico.
Los
lugareños creen que los miembros del partido gobernante, el AKP del presidente
Recep Tayyip Erdogan, son "traidores" en los que no se puede confiar
desde que abandonaron a su propio pueblo al lado de los terroristas.
"No voy a votar al AKP aunque me ofrezcan toda Karkamis", asegura
Bulent.
Situación en Jarablus: "La mayoría
están atrapados"
El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan fue
acusado en reiteradas ocasiones de colaboración con el denominado Estado
Islámico, incluso de no impedirle la ocupación de Jarablus, una de las ciudades
sirias más cercanas a la frontera con Turquía. Ankara niega rotundamente estas
acusaciones e intensifica su lucha contra los extremistas, por lo menos en el
campo mediático.
Mientras
tanto, Jarablus sigue ocupada por los yihadistas. Su población, según se ha
informado en varios medios, ha sufrido múltiples atrocidades por parte del grupo
terrorista, incluidas las decapitaciones por violar la ley coránica.
Al
otro lado de la frontera, en Turquía, los locales, muchos de los cuales tienen
parientes en la ciudad ocupada, rezan por una pronta liberación de sus
familiares.
"Hace
poco vimos como los aviones de la coalición lanzaban cientos de miles de
folletos sobre Jarablus. Entonces, llamamos a nuestros familiares y les
preguntamos qué estaba pasando. Nos dijeron que era una alerta de evacuación.
Pero muy pocos pueden abandonar la ciudad, la mayoría están atrapados",
lamenta Selami, residente en Karkamis.
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