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Nuevas elecciones: 20 español@s y un funeral
10.04.2016
Generalizada sensación de fracaso entre los
partidarios del cambio
(Monigotes reponedores de estanterías de un supermercado que habrían sido despedidos el primer día por no cumplir con su trabajo)
El pesimismo, la agria reacción contra los viejos y
nuevos partidos y un odio contenido contra los políticos se palpan en las
reacciones contra la más que previsible repetición electoral el 26 de junio.
Veinte español@s han razonado sobre las consecuencias de este desastre, que
además provoca el gasto de 160 millones de euros en subvenciones que se
reparten entre los partidos políticos y sus dirigentes y que está suscitando
tal oleada de rechazo y desprecio que hace sus consecuencias imprevisibles.
Estas son las opiniones seleccionadas por “Espía en el Congreso” entre
destacados miembros de la sociedad civil española:
(Presentador Risto Mejide. Presentador, publicista y escritor. No del todo querido, pero sí muy polémico. En esta entrevista, Mejide conversa con Vozpópuli acerca de X, su más reciente libro. También sobre muchas otras cosas más)
Risto Mejide: "Los políticos deberían volver a
replanteárselo todo, no nosotros volver a las urnas"
Hay quienes
piensan que Risto Mejide come entrevistados para desayunar; al menos así
lo asegura la actriz porno Amarna Miller, quien prologa
las páginas del libro que acaba de publicar el barcelonés.
Prejuicios los justos, dice Mejide. Ni él despedaza a los invitados de sus programas
ni el cine adulto es garantía de frivolidad en quien lo ejerce. Por eso eligió
a Miller para que diera la bienvenida a los lectores. Presentador,
publicista y escritor, Risto Mejide cumple ya diez años desde que subió
a un plató de televisión.
Muchas cosas han cambiado en Risto Mejide tras una década: las gafas de sol
por las de ver, por ejemplo. También otras cosas algo más sustanciosas.
Muchas cosas
han cambiado en Risto Mejide tras una década: las gafas de sol por las de ver,
por ejemplo. También otras más sustanciosas. Asegura haber aprendido a callar,
también a afilar la daga de su voz literaria –que siempre ha llevado enfundada
en el cinto-. ¿Quién es Risto Mejide? ¿Un personaje creado? ¿Una
puesta en escena? Es una incógnita que habría que despejar. Acaso por eso, él
intenta allanar el camino en las páginas de X, un volumen de no ficción
publicado por la editorial Espasa que cierra una trilogía emocional que incluye
El pensamiento negativo (2008) y El sentimiento negativo (2009).
En plena
promoción, el entrevistador de Viajando con Chester y Al
rincón de pensar atiende a los periodistas en un coqueto y
lujoso hotel de Madrid. Es un martes de Champions –sí, aquel partido en
el que el Barça casi pincha con el cholo-, y aunque vendría bien una
predicción, Mejide no se moja. Quien se sienta frente a él, se encuentra una
versión sofisticada del Risto Mejide que hacía rodar cabezas en un talent
show, acaso alguien que se ha permitido hacerse mayor. Algo en Mejide
delata una clara conciencia sobre aquello que realmente desea proyectar –no en
vano dedicó un ensayo al tema marca personal con el que ganó el Premio Espasa
en 2015-.
"Los políticos deberían volver a replanteárselo todo, no nosotros
volver a las urnas”, asegura en esta entrevista con Vozpópuli
Quien espera de
él las fintas y los jabs de un púgil sólo tiene que intentarlo; Mejide
responderá. Pero, qué ocurre cuándo un personaje como él deja a un lado el puño
americano para hablar con alguien que se entiende a sí mismo como un autor,
alguien plenamente consciente de las paradojas que lo envuelven y que admite
haber usado a su favor. "Hay gente que no me soporta en la tele y me dice:
no te veo, no te soporto, por lo que sea... y sin embargo, me lee porque les
gusta como escribo". Pero hay muchos otros temas en esta entrevista:
Pablo Iglesias, con el que mostró cierta indulgencia; Cataluña e incluso su
visión del bucle de cien días que convierten a España en un “país en
funciones”. En ese aspecto, Mejide lo lleva clarísimo. “Los políticos
deberían volver a replanteárselo todo, no nosotros volver a las urnas”, asegura
en esta entrevista con Vozpópuli.
-Dice usted que
con X cierra una trilogía sentimental. De eso nunca se está seguro. ¿Qué
le hace pensar que cierra un ciclo?
-Porque son
diez años en la tele y como personaje público. Creo que las efemérides están
para reflexionar. Uno cierra capítulo cuando decide reflexionar al respecto.
Este libro me permite hacer un recuento de dónde estoy. Es una especie de photofinish.
-¿Este libro es
el permiso que se ha dado para ser un poco menos ‘idiota’? ¿Se permite Risto
Mejide envejecer en este libro?
-Eso tendrán
que dirimirlo los lectores. La intención es desnudarme y hacer un ejercicio de
honestidad brutal conmigo mismo y con la gente que me rodea.
"Las efemérides están para reflexionar (...) Este libro me permite
hacer un recuento de dónde estoy"
-El libro se
mueve entre el ensayo y la poesía, incluso formalmente.
-Sería
pretencioso por mi parte decir que es poesía; diría que son reflexiones puestas
en vertical. Eso le da ritmo a la lectura. Cuando interrumpes la frase en un
lugar que no toca, obligas a generar una pausa, y otra, y otra. Y eso genera un
ritmo. Sobre los textos que incluyo, algunos los he utilizado para la televisión,
otros son los que escribo para mí mismo.
-Posee
la síntesis del publicista al escribir.
-Totalmente y
no reniego de ello. Intento dar el máximo en el mínimo espacio. Si le estoy
pidiendo a alguien que me dedique tiempo de su vida y seguramente 20 euros de
su presupuesto, a cambio le tengo que dar el máximo valor añadido posible.
-Del malvado de
Operación Triunfo al Risto que escribe. Son relatos muy distintos de una misma
persona.
-Mucha gente me
ha conocido por la televisión tiene derecho a pensar que no sé escribir o que
no le va a interesar lo que yo escribo. Sin embargo, el libro es una invitación
a que rompan ese prejuicio. Es bueno que la gente en X descubra que hay
una actriz porno que escribe muy bien y que tiene unas reflexiones muy buenas.
Cualquier prejuicio es una oportunidad de actualización. Ya sea para
confirmarlo o desmentirlo. Este libro parte de la misma premisa: voy a trata de
ir contra algunas premisas que existen, por ejemplo, la idea de que las
actrices porno no escriben o no tienen ideas, pero también sobre el amor. No
tienes que ser cursi para hablar del amor. Se puede escribir de amor de manera
muy desgarrada y no dejar de ser real.
"Mucha gente me ha conocido por la televisión, tiene derecho a pensar
que no sé escribir o que no le va a interesar lo que yo escribo"
- Escribe en el
libro que admira a los ancianos, porque logran sobrevivir. También que no cree
sólo en el esfuerzo sino en el azar. Una década de carrera es una forma de
supervivencia. ¿Qué intervino en su caso?
-Puedes tener
un talento maravilloso, pero si no te dan la oportunidad jamás podrás llevarlo
a cabo. En el libro cuento que el esfuerzo no basta. En algunas áreas muy
específicas he visto gente esforzarse toda su vida y que no consigue ninguno de
los objetivos que se planteaba. Sin embargo, hay otros que no han dado un palo
al agua pero le vienen las cosas dadas. Creo en la suerte como combinación de
talento y oportunidades. En ese sentido, la supervivencia es un valor. Si tú
eres capaz de capear una situación ya provecharla a tu favor, eres un
superviviente.
-Y usted,
¿también es un superviviente?
-A mí me vino
la fama por una serie de circunstancias accidentales, y creo que pude llevarla
hacia mis intereses, que era publicar. Salí en la tele para poder publicar y eso
es algo que suena muy raro, porque haciendo televisión ganas mucho más dinero
que publicando libros. Afortunadamente tengo mi profesión, mi agencia y me gano
la vida. Yo no buscaba dinero, lo que buscaba era publicar libros. Y me salió
bien. Me siento orgullosísimo de eso. Hay gente que no me soporta en la
tele y me dice: no te veo, no te soporto porque me pareces un... lo que sea,
sin embargo me lee, porque les gusta como escribo. Eso es lo que yo he estado
cultivando durante estos diez años.
"Salí en la tele para poder publicar y eso es algo que suena muy raro,
porque haciendo televisión ganas mucho más dinero que publicando libros"
-A los 18 se
cambió de nombre. Muy pronto mostró la vocación de construirse como personaje…
-Rechazo esa
expresión. Cuando hablamos de personaje nos referimos a algo impostado. Un
personaje es lo que utiliza un actor para trabajar. Es algo falso, es una
ficción. No hay nada más real y honesto que lo que he puesto en televisión y en
mis libros. Rechazo frontalmente esa descripción. Prefiero hablar de marca
personal, una que comencé a crear desde el nombre. No quería que algo así
dependiera de la decisión de mis padres cuando me bautizaron, quería que fuese
una decisión deliberada mía. Después tuve la oportunidad de entrar en la tele y
construirla en diferentes medios. Pero insisto, es una marca personal. Está
basada en la autenticidad de la persona.
-¿Cree que la
gente se quedó con el primer Risto carnicero, ‘el malvado’ de OT?
-Creo que eso
está superado. Han pasado seis años desde mi último Operación Triunfo.
No voy a renegar de ese Risto, pero también te diré que he utilizado esa
percepción en mi beneficio: primero en un programa de talentos y después en un
programa de entrevistas, porque no era lo mismo sentarse con Pepito Pérez
que con un tipo del que todo el mundo tenía esa misma percepción.
-Uno podría
pensar que usted come entrevistados para desayunar. ¿Qué pasó con Chester?
-Todos los
programas acaban, todos tienen un final. A veces es abrupto. A veces es más a
largo plazo. Nadie puede pensar que va a hacer un programa eterno, porque la
tele no funciona así. De Chester me quedo con lo que me dio, la
posibilidad de descubrir en mí una habilidad que no sabía que tenía: la
capacidad de escuchar. Hay que trabajarla y sigo haciéndolo. Me fascina, porque
cuando descubres que estás escuchando al otro dejas de escucharte a ti mismo y
creces mucho más rápido. Que la gente lo vea, lo comparta, le guste, y
que además sea un éxito… Solo puedo decir cosas buenas de esa etapa.
"Han pasado seis años desde mi último Operación Triunfo. Y no voy a
renegar de ese Risto, pero también te diré que he utilizado esa percepción en
mi beneficio"
- A Ada Colau
le preguntó si daría la dirección de su casa, al Rubius lo hizo llorar, lo de
Luz Casal fue fortísimo… ¿La TV amplifica lo que en una entrevista normal sería
un pulso?
-Puede ser que
el formato deforme un poco lo que toca, pero la responsabilidad de los que nos
sentamos ante una cámara consiste en darle verdad al espectador. En todos esos
momentos que has comentado, y otros más, en los que ha habido tensión, partían
de una necesidad por mi parte y seguramente por parte de la mayoría de los
invitados. Si tú te levantas de este sofá y eres la misma persona de cuando se
te sentaste, hemos fracasado los dos. Es un pacto no escrito que teníamos y que
creo que hay que tener cuando exiges a la gente que te vea hablando con
alguien. Yo no iba con un cuestionario, iba simplemente a escuchar. Acudía
con muchísima información de esa persona en la cabeza, porque me la
preparaba, pero pensando: a ver hacia dónde vamos. Es como una partida de
ajedrez. Nadie puede escribir el guion de una partida de ajedrez, porque
depende de los dos jugadores.
-Un guion no,
pero sí una estrategia…
-Obviamente.
Hay la apertura de dama o la apertura del mate pastor, pero si siempre sales
con el mate pastor no ganarás nunca. Creo que la grandeza de una conversación
está cuando nadie gana, cuando te has quedado a tablas: el rey frente al rey,
desnudos.
-Pero con Pablo
Iglesias, usted fue presa de un encantamiento. Es uno de los personajes con los
que más blando ha estado.
-La grandeza de
este formato permitía ver cómo se construía la relación entre dos personas que
no se conocían. Yo a Pablo, en verdad, no lo conocía de nada. Un día lo sientan
frente a mí y comienzo a hablar con él, independientemente de que no esté de
acuerdo con sus ideas, en las que además no coincidí y además polemizamos sobre
eso. Incluso llegué a expresarlo: ‘¿no has dirigido una empresa en tu vida y
vas a intentar dirigir un país?’. Y ahí hubo un intercambio interesante, él
atacando al IBEX-35 y yo defendiéndolo. No es que yo quiera pertenecer al IBEX,
pero algo de bueno habrá en el sitio donde están los que crearon Mango, Zara…
Toda esa conversación estuvo rodeada de la construcción de una relación desde
cero, que es lo que espectador ve, aunque no se diga. De hecho, en el programa
no se permitía ni que nos maquillaran juntos. El primer encuentro se producía
ante la cámara. Eso genera una sensación de autenticidad, que es lo que el
espectador demanda.
Sobre su indulgencia con Pablo Iglesias: "Llegué a decirle: no has
dirigido una empresa en tu vida...¿y vas a intentar digirir un
país?"
-En el libro
aborda el tema Cataluña casi con hartazgo; lo hace en el texto en el que
sugiere quemar Barcelona.
-Ese texto lo
escribí una semana en que un personaje militar insinuó que había que sacar los
tanques en caso de sedición o desobediencia a la ley. Me pareció una
declaración tremendamente desafortunada y que además corríamos el peligro de
tomar prestados relatos del pasado. Es uno de los textos más irónicos que hay
en el libro. Escribía algo como empiecen por mi casa, en donde siempre se ha
hablado castellano y catalán indistintamente, es decir el lado oscuro también
está dentro de mi casa. La intención era mostrar cómo señor que si se informa
un poco, verá que la vida catalana es más hospitalaria que lo que intentaba
hacer con ese comentario.
-En el libro
dedica un texto completo al miedo: miedo a no ser suficientemente bueno. Cuesta
pensar que Risto Mejide sienta tal cosa.
-Se confunde
falta de miedo con valentía. Alguien puede tener miedo y enfrentarlo. El que no
tiene miedo es un temerario. Yo cada día me tengo que enfrentar a mis miedos,
eso es valentía y me considero una persona valiente. No le tengo miedo al
miedo. Me enfrento a ellos todos los días. Y ese texto de lo que eh habla es
precisamente de todos mis miedos, uno detrás de otros. Sin temor a revelarlos.
-El miedo más
potente que expresa es el miedo a no ser buen padre.
-Es porque ha
conectado en ti con algo. Lo más interesante de hablar del miedo es que el otro
conecta con los que tienes. Ese es el que más ha conectado contigo, quizá
porque tú tienes ese mismo miedo.
-Pero, hablemos
en serio: ¿alguna vez en su carrera ha querido darse la vuelta y echar a
correr?
-No. Prefiero
no huir. Es una mudanza de problemas. Te llevas contigo.
"Quiero pensar que sí, que habrá un relevo generacional pero lo
primero es formar un gobierno. Si no somos un país in-gobernado. Un país en
funciones"
-En el libro, El
rincón de pensar es una constante. ¿Ese rincón se ha ensanchado o no?
-Eso debería
decirlo el espectador, no yo. El rincón de pensar nos ha dado momentos
muy buenos, 21 o 22 programas que a mí me han hecho crecer. Hemos tenido
confesiones muy duras de Carmen Maura o Martínez de Irujo, gente
muy relevante de este país que han ido al programa porque así lo han decidido.
Nadie les ha puesto una pistola en la cabeza. También hemos tenido momentos de
reflexión acerca de cómo funcionan las cloacas en este país, con Mario Conde o
con los políticos que se presentaron el 20D. Ha habido momentos mágicos o
tiernos como pasó con el Rubius, una superestrella que no deja de ser un
chaval. Todo eso queda ahí para que cada quien le ponga el tamaño que quiera.
-¿Algo de qué
arrepentirse?
-Suelo
arrepentirme de las cosas que no hago y no digo, no de las que he hecho. Porque
creo que todo enseña.
-Las fuerzas
políticas cumplen cien días sin ponerse de acuerdo, ¿es un signo de qué?
-Si nos vuelven
a enviar a unas elecciones, será un fracaso de la clase política y lo peor: con
el mensaje de que los ciudadanos nos equivocamos el 20-D votando lo que
votamos. Es kafkiano. Ellos deberían volver a replanteárselo todo, no
nosotros volver a las urnas. Porque, en estos cien días, ¿tú has aprendido
algo? Yo creo que los ciudadanos estamos hartos y necesitamos que se pongan a
trabajar.
-¿Los nuevos
actores qué? ¿Hay o no relevo?
-Quiero pensar
que sí, que habrá un relevo generacional pero lo primero es formar un gobierno.
Si no somos un país in-gobernado. Un país en funciones.
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