OTRO CASO DE ACOSO EN EL EJÉRCITO: “TIENES
MÁS FUTURO COMO ACTRIZ PORNO QUE COMO MILITAR”
Cristina Muñoz Gago fue expulsada del
Ejército en octubre de 2013 después de denunciar las vejaciones a las que le
sometieron dos superiores.
Asegura que está en huelga de hambre y
acude todos los días a Defensa para que la reciba el ministro Pedro Morenés.
Quiere volver a las Fuerzas Armadas.
La diputada de UPyD Irene Lozano
pregunta al titular de Defensa por qué Muñoz fue expulsada de las Fuerzas
Armadas y por qué no fueron sancionados sus acosadores.
DIARIO.ES
21.06.2015
Cristina Muñoz, la exmilitar que denuncia acoso
"Quiero que se reabra mi expediente y volver al Ejército. Estoy
destrozada". Cristina Muñoz Gago lleva más de una semana en huelga de
hambre, protestando frente al ministerio de Defensa. Fue expulsada del Ejército
en octubre de 2013 por lo que ella define como un claro caso de
"sexismo" después de sufrir durante varios años un sinfín de
vejaciones por parte de dos mandos superiores.
Tras un largo y penoso peregrinaje judicial (a cuya documentación ha tenido
acceso eldiario.es), la exsoldado, que ahora tiene 36 años, se ha hartado. Dice
que no va a parar hasta que el ministro Pedro Morenés la reciba para contarle
lo que le ocurrió y exigirle que se haga justicia para poder volver a las
Fuerzas Armadas, en las que entró en 2005 "porque me apasiona la vida
militar". Para ello cuenta con el apoyo y la ayuda de Zaida Cantera, la comandante
que sufrió acoso sexual y laboral y que hace unos días fue dada de baja definitivamente en el
Ejército.
La pesadilla de Muñoz Gago empezó en 2007, dos años después de ser
destinada al Regimiento de Infantería Ligera Soria número 9, de Fuerteventura,
donde era la única mujer de su compañía. La exsoldado relata a eldiario.es los
constantes enfrentamientos que mantuvo con un capitán y un alférez, y las
humillaciones a las que ambos la sometieron.
De ese capitán asegura que no olvida los primeros comentarios machistas y
despreciables que le dedicó nada más incorporarse a aquella unidad de
Fuerteventura, cuando tenía apenas 26 años. "Según llegué, les dijo a los
compañeros: 'Mirad, ha venido esta chiquita para correr delante de vosotros y
motivaros a hacer deporte'".
Según cuenta, este superior también le ofreció que fuera su secretaria
personal y su conductora -aunque ni siquiera tenía carné, "simplemente por
ser guapa". Su negativa empeoró el acoso y acrecentó las burlas. Un día
–relata- le dio una escoba para que "limpiara la nave mientras los chicos
desfilaban con el fusil".
Denunció al alférez
Ante esta situación y dado que el maltrato no cesaba, la soldado, armándose
de valor, decidió presentar una denuncia contra el alférez, "que cumplía
órdenes del capitán", por "abuso de mando, acoso laboral y por no
prestarme auxilio cuando fui obligada a seguir con la instrucción pese a sufrir
un ataque de asma". Su demanda prosperó y un Tribunal Militar de las
Palmas de Gran Gran Canaria le dio la razón
La exsoldado asegura que ha iniciado una huelga de hambre.
"Pero en el Ejército eso no significa nada porque al final, al ser un
superior, a él no le ha pasado nada", lamenta. Por si fuera poco, "el
capitán, que había ascendido, fue también condecorado", añade, que tuvo
que ver cómo encima a ella le abrían un expediente penal por posible
"denuncia falsa". "Me pedían hasta dos años de cárcel en Alcalá
Meco pero tenía pruebas grabadas", desvela.
Su osadía le costó que mientras se realizaban las diligencias, las
vejaciones, lejos de cesar, aumentaran. "Tienes más futuro como actriz
porno que como militar", asegura que le espetó aquel capitán, entre otras
muchas frases ofensivas.
La exsoldado relata que el mismo mando llegó a obligarla a ducharse en los
mismos servicios que los hombres con el argumento de que "así vas a ser
militar como los demás". Su rebelión desembocó en varias faltas leves
impuestas por su propio maltratador. De hecho, en febrero de 2008 tuvo que
cumplir un mes y un día de arresto militar. "Me acusaban de falta de
higiene", explica.
Bajas por depresión
El estrés que le provocó este acoso le llevó a pedir varias bajas por
depresion y tuvo que ser evaluada por un tribunal médico militar que dictaminó
"falta de adaptacion por acoso laboral", según explica. Por
este motivo, estuvo pendiente de destino cerca de cuatro años. Cuando por fin
se reincorporó de nuevo al servicio, esta vez en la Brigada Acorazada de El
Goloso, en Madrid, lo hizo sin renovar el Compromiso, documento que sirve como
contrato en la FAS, como es obligatorio.
La comandante Zaida Cantera apoya a la exsoldado Cristina.
El despido definitivo del Ejército le llegó en octubre de 2013. La excusa
fue que no se la consideraba "idónea" para continuar en las Fuerzas
Armadas y adquirir el "Compromiso de Larga Duración" pertinente.
"Alegaron absentismo laboral, que era una persona conflictiva y cosas
absurdas", relata la exsoldado. El expediente fue solventado sin el
Informe Personal de Calificación (IPEC) pertinente y se sustentaba
principalmente en el antiguo testimonio verbal del mismo capitán que la
acosaba.
A la calle sin indemnización
Cristina Muñoz Gago se quedó entonces en la calle, sin derecho a
cobrar indemnización o pensión alguna. "Estoy cobrando un subsidio de paro
de 486 euros, pero se me acaba en octubre", explica. Tdos estos conflictos
le han costado el divorcio de su pareja, con la que tiene un hijo de cinco
años. "Han sido demasiadas tensiones difíciles de soportar",
confiesa.
Además del apoyo de Zaida Cantara, cuenta con el aliento de toda su
familia, donde hay varios militares que se han dirigido al JEME (Jefe del
Estado Mayor del Ejército), y al ministro para interceder, sin éxito, por su
caso. Ella también le ha mandado una carta al rey pidiéndole mediación.
También la diputada de UPyD, Irene Lozano, está intentando que Morenés tome
cartas en el asunto. Su grupo ha registrado en el Congreso una batería de
preguntas en las que piden saber "por qué fue expulsada de las Fuerzas
Armadas, con el sustento del informe verbal de un capitán que fue denunciado
por ella, habiendo además pasado más de cuatro años desde que dicho mando tuvo
a sus órdenes a la soldado Gago".
Lozano quiere que el Gobierno también explique "cuándo va a proceder
el Ministerio a su readmisión"; "Por qué el capitán denunciado por la
soldado, y en cuyo proceso judicial quedó demostrado que su denuncia era
legítima, no fue sancionado por sus acciones", y "por qué ni el JEME
ni el ministro de Defensa han contestado cuando la soldado Gago se ha dirigido
por escrito a ellos para demandarles una intercesión respecto a su
situación".
Aunque su caso ya saltó a la luz pública anteriormente, ahora Muñoz
Gago ha decidido que se oiga bien alta su voz. Espera que Morenés cumpla con su
palabra y erradique definitivamente el machismo en las FAS para que no se
repitan casos como el de Zaida Cantera, el suyo o el de otras muchas mujeres
militares que han sufrido y siguen sufriendo acoso dentro del Ejército
"simplemente por ser mujer".
El Ministerio de
Defensa no ha contestado a eldiario.es sobre el caso de la exsoldado.
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