Tangentópolis
española: 705 políticos y el clan gallego
abril 17, 2015
Montoro prende la mecha con Rato pero detrás van numerosos amigos de Rajoy
Montoro y Rato: “matar al padre” que lo nombró o ser acusado de
encubrimiento y complicidad
Luis Fraga, Luis Bárcenas, Iván Yáñez, José Ramón Varela, Enrique Beotas (†), Tito Pajares, Ángel Brea de Benito, Jesús González Mateos, Jesús Alvarez
Fernández-Represa, Javier Fernández o Hernández, Javier Botín, ÁngelSanchís, Francisco Muro de Iscar, Jorge Rosenvinge, Autopistas del Atlántico (AUDASA), Autopistas
Concesionaria Española S.A. (ACESA, hoy Abertis), Internet Saludigital, V&SMultimedia, JB Capital Markets, Gabana, Fundación Sinequanon, Brixco S.A, LaMoraleja S.A… ¿Qué tienen en común todos estos nombres de particulares y empresas?
Una investigación de “Espía en el Congreso” revela que una
buena parte del discreto “clan gallego” de Mariano Rajoy, que se conjuró para llevar al político compostelano
hasta la Moncloa, está en la lista de los 705
defraudadores fiscales que oculta el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
En el Gobierno atribuyen a Luis de Guindos la fallida amnistía fiscal de
2012, aunque la firmó Montoro
Sin embargo, la mecha ya ha sido prendida y detrás de Rodrigo Rato figuran los nombres de políticos y
empresas asociadas a ellos que medraron con las concesiones y contratas
públicas, inversiones en fallidos medios de comunicación digitales, autopistas,
plantas de residuos… Hay senadores, diputados, jueces, funcionarios, abogados,
periodistas que trabajaron en partidos políticos… Y al final, una cuenta en Suiza: la 8401489 del
Dresdner Bank. La Agencia Tributaria española ya posee el informe de la consultora suiza Info4c sobre los “Politically Exposed Persons” (PEPs) que tenían firma en la Confederación Helvética y que repatriaron sus fondos
a España con la amnistía fiscal de 2012, un escándalo que
conmocionó a la comunidad financiera internacional porque fue la primera decisión tributaria que adoptó el flamante
Gobierno de Mariano Rajoy. La mayor influencia
se le atribuye a Luis de Guindos(Lehman Brothers) como
ministro de Economía. Pero el decreto lo rubricó Cristóbal
Montoro.
Montoro y Rajoy: el presidente teme que su ministro siga tirando del hilo
de los 705, pero él no se quiere inmolar
Azuzado por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, que ven detrás
de cada político español del régimen bipartidista un defraudador o mentiroso en
potencia (ha tumbado numerosas estadísticas económicas españolas por
fraudulentas y ha apercibido al régimen por falta de garantías jurídicas y
libertades en numerosas ocasiones), Montoro se ha
echado atrás.Algunos dirigentes del PP, sabedores de la hecatombe que tendrá lugar el
próximo 24-M con el auge de los nuevos partidos y el brío con que la sociedad
civil española ha tomado las riendas de la crítica
política, la moralidad pública, el empoderamiento civil y la opinión ciudadana,no desean mezclarse ya
con un presidente que optó por el gesto impasible y el
disimulo como única forma de hacer política.
Guindos y Montoro: discrepancias ya sin disimulos
Mientras sus amigos más cercanos de ese clan gallego se enriquecían en la
sombra a manos llenas otorgando favores en forma de contratas públicas, las clases medias
se empobrecieron drásticamente. Varias oleadas degeneraciones de jóvenes sin futuro y otras más de profesionales que apenas habían cumplido los 50 años se vieron abocadas a
unparo descomunal: entre desempleados y exiliados
laborales, la cifra de víctimas de la crisis se acerca
a las 7 millones de personas, una buena parte de las cuales ya ni se
registran en las inútiles oficinas del antiguo INEM (hoy SEPES). Rajoy, Guindos y Montoro los borraron del mapa, no existen. Hasta las estadísticas de suicidios se suprimieron y los medios
oficiales, siempre dóciles y ahora además arruinados, se aprestaron a seguir
las consignas del espeso silencio.
El “nucleo duro” del Gobierno echó a Rato a la hoguera. Quedan 705 más.
Por contra, la machacona cantinela del
crecimiento y el empleo que se martillean de forma constante se apaga cada vez que
entra en los hogares la disparatada factura de la luz, el teléfono
o la cesta de la compra. Las mentiras estadísticas de
Rajoy, Guindos y Montoro tienen las patas muy cortas y se dan de bruces
contra la realidad cotidiana de un país dondeganar mil euros
mensuales es una heroicidady numerosos trabajadores, autónomos, emprendedores y
pequeños o medianos comerciantes lo hacen
gratis o por cantidades irrisorias, sin contratos ni seguros, aguantando
quizás porque sus empleadores ganan aún menos que ellos, acribillados a impuestos y abusos fiscales. Los ha dicho el
observatorio europeo EAPN pero Rajoy y sus ministros miran para otro lado: casi el 70% de los españoles no llega a fin de mes. Y Cáritas insiste en
que un millón de ciudadanos pasan hambre, un tercio de ellos, niños. Para negarlo, las autonomías del PP han
cerrado los comedores escolares en vacaciones. No cabe mayor
crueldad.
Montoro cargó sobre la clase media la salida de la crisis: a un mes de las
elecciones se da cuenta que erró.
En España, por ejemplo, el IVA debe pagarse antes a
Hacienda aunque no se venda el producto, la Agencia Tributaria puede entrar en las cuentas corrientes sin autorización judicial (la separación de
poderes brilla por su ausencia), los recursos
los resuelven los mismos organismos que dictan las penas (la recaudación por
multas de tráfico es escandalosamente alta y se ha convertido en una vía de
financiación estatal paralela). Los errores de la administración no existen, recurrirlos resulta tarea hercúlea y costosa. El pagano siempre es el contribuyente, al que han pisoteado
hasta el extremo de dejar hecho unos zorros el propio estado de derecho.
Rajoy encabeza el “clan gallego” en Madrid y Estrasburgo: es el lobby más
poderoso y discreto, pero saldrá a la luz
Así las cosas, la “mayoría silenciosa” a la
que apela constantemente Rajoy espera al 24-M pero en sentido contrario al que
proclama. Y lo sabe. De ahí el nerviosismo fase pánico que ha cundido en las filas
de Génova 13. El próximoParlamento abolirá la incuria de la
impunidad y aforamiento de los políticos para delitos comunes, y Montoro no
quiere pasar a la oposición como aquel
ministro que encubrió el fraude fiscal de 705 compañeros de oficio. Son los “Politically Exposed Persons” (PEPs),que en Europa se llevan persiguiendo desde hace una década y de los que Zapatero primero y ahora Rajoy hicieron oídos sordos creyéndose en su
propio beneficio aquello del “Spain is different”. Hasta la traducción
de la directiva europea sobre los PEPs cambiaron para garantizarse la
impunidad. Cuando se haga pública la lista, y ya es solo cuestión de breve
tiempo con la pérdida de las mayorías absolutas, España se
quedará de piedra. La misma con la que lapidará a los cómplices y
encubridores. Porque en la cuenta 8401489 del Dresdner
Bank suizo estaban 2 políticos que se acogieron a
la amnistía fiscal de 2012: Luis Fraga y Luis Bárcenas. Y el tercero que
suscribía esa misma cuenta como avalista tenía como iniciales M. R. B.
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