Ucrania: se profundiza la guerra, se incrementa la resistencia popular antifascista
Alberto Cruz
Sociología Crítica
2014/06/19
La
guerra ya es abierta en Ucrania. Vístase como se quiera, de una parte
está la Ucrania fascista –representada por la junta filonazi de Kiev,
respaldada por quien se presenta como nuevo presidente, Piotr
Poroshenko, y ambos no hacen nada sin el beneplácito y los planes de
Occidente, especialmente de EEUU- y de otra la Ucrania antifascista que
hay que situar principalmente en las proclamadas repúblicas
independientes de Donetsk y Lugansk. Desde la elección de Poroshenko, el
25 de mayo, la guerra ha adquirido un nivel desconocido: bombardeos de
la fuerza aérea, ataques con artillería pesada, helicópteros de combate,
tanques, francotiradores y tropas de asalto fascistas están afectando a
diferentes ciudades como Slaviansk, Kramatorsk y a barrios de Donetsk,
la quinta ciudad más grande del país.
Junto a esta constatación, otra: cada vez es más evidente la
internacionalización de la guerra. Mientras que la junta filofascista de
Kiev cuenta con el apoyo de mercenarios occidentales y nazis polacos y
lituanos, la resistencia antifascista cuenta con el apoyo de chechenos.
Pero hay un dato nuevo: las constantes revueltas en el ejército
ucraniano negándose a cumplir las órdenes represivas y que en unos
primeros momentos hicieron que la ofensiva de Kiev contra el Donbáss
fuese muy limitada se han paralizado ahora, especialmente en la
aviación, con la presencia cada vez más segura de pilotos georgianos.
Entender lo que ocurrió en Georgia en 2008 y su intento de parar la
secesión de Osetia del Sur y Abjasia, lo que llevó a la intervención
rusa, es vital para entender lo que está sucediendo ahora en Ucrania y
el por qué Rusia está aguantando todo lo que puede ante la extensión de
la guerra contra los pro-rusos.
Esta internacionalización de la guerra ha dado un vuelco a la
situación y provocado un aumento sustancial del número de muertos entre
la resistencia dado que los ataques contra sus ciudades ya son abiertos.
Hasta este momento los pilotos ucranianos se habían negado a bombardear
las ciudades del Donbáss, por lo que la tesis de la presencia de
georgianos cobra cada vez más fuerza. El dato no es baladí. Demuestra
que el acierto de la resistencia al derribar un helicóptero ucraniano el
pasado 29 de mayo, en el que iba el general que reorganizó la Guardia
Nacional incluyendo en la misma a los batallones nazis del Maidán, fue
un duro golpe para la junta filonazi, quien busca desesperadamente la
revancha y sabe que sólo es posible con la contratación de mercenarios y
la cada vez mayor presencia de nazis, que no dudan en ejecutar a los
soldados que se niegan a disparar contra sus conciudadanos.
Pero eso, al mismo tiempo, hace emerger las contradicciones en la
Ucrania “pro-occidental”. Se están extendiendo las manifestaciones,
pequeñas aún, en toda esa parte del territorio contra la guerra en apoyo
de los destacamentos militares que se niegan a cumplir las órdenes.
Este ha sido el caso de Volhinia, Rivne, Lviv y Poltava. Un vídeo de la
revuelta militar en esta última ciudad de puede ver aquí (1). En
Volhinia soldados del tercer batallón de la 51 Brigada se negaron a ser
utilizados en operaciones de combate y contaron con el apoyo de 200
madres y esposas expresando que su postura era una muestra de protesta
clara porque ya seis de sus compañeros de armas habían muerto en
operaciones en Donetsk; en Rivne fueron soldados de la 24 Brigada
Mecanizada; en Lviv los familiares de los reclutas cortaron árboles e
hicieron barricadas para bloquear la autopista Lviv-Fratovets e impedir
el traslado de los jóvenes al Donbáss. Es un hecho: está creciendo la frecuencia de las rebeliones de soldados ucranianos que se niegan a combatir.
Quienes tenían alguna esperanza en que Poroshenko hiciese algún
movimiento para parar la guerra tras ser proclamado presidente se han
llevado un chasco. Incluso en Rusia se pensaba que era el menos
beligerante de todos los candidatos. Pero su discurso de toma de
posesión no deja dudas: el ucraniano será el idioma único aunque
“permitirá” el ruso, acuerdo de asociación política y económica con la
UE, “consolidación de las fuerzas patrióticas [es decir, aceptación de
los fascistas] en favor de una Ucrania en la EU”, “la gente ya ha
hablado cuando la revolución [en referencia al Maidán] y rechazando la
agresión [en referencia a Rusia]”.
No sólo mantiene en sus cargos a la totalidad de integrantes de la
junta filonazi, con cuatro ministros de los partidos fascistas Svoboda y
Sector Derecho, sino que alienta la presencia de nazis en la Guardia
Nacional, utiliza el lenguaje de “terroristas” para referirse a los
resistentes antifascistas del Donbáss, rechaza el uso del idioma ruso en
las regiones en las que es mayoritario y niega el plebiscito de Crimea
por el que la población decidió solicitar su adhesión a Rusia. Una buena
muestra de cómo se tolera y alienta a los fascistas lo muestra este
vídeo, donde un grupo de la Guardia Nacional (pertenecientes al llamado
“Batallón Azov”), dependiente del Ministerio del Interior, aparece con
la bandera nazi y realiza el juramento mencionando expresamente a seis
“héroes de la revolución ucraniana” que son los líderes de los
movimientos fascistas que colaboraron con las tropas alemanas en la II
Guerra Mundial (2).
El nuevo presidente, que alardea de demócrata y de alta participación
en las elecciones –según las cifras oficiales fue del 60%, pero en
ellas aparecen cifras más que cuestionables como que en Donetsk y
Luganks la participación fue “inferior al 40” y en Járkov y Odesa “entre
el 40 y el 45%” (sic)- ha decidido seguir el guión estadounidense y
busca desesperadamente que Rusia envíe tropas, poniendo al mismo tiempo
al Kremlin en una encrucijada: las envía o pierde por completo las
simpatías de los resistentes del Donbáss porque la guerra se incrementa
hasta extremos desconocidos hasta ahora.
El salto cualitativo de la resistencia popular
A mediados de mayo el principal dirigente de las entonces milicias de
Donetsk –ahora denominadas Fuerzas Armadas de Novorossia- hizo un
dramático llamamiento a que la población se incorporase a la resistencia
armada ante el más que previsible ataque a gran escala del Ejército de
Ucrania. Dicho ataque ya se está produciendo, con un incremento
sustancial de las víctimas civiles y ello ha provocado un auge del
alistamiento y de la decisión de resistir cueste lo que cueste.
Esto ha provocado que la resistencia popular haya logrado algunos
avances significativos en el frente militar, como la toma de puestos
fronterizos con Rusia en Luganks (Dolzhansky, Chervonopartizansk,
Krasnaya Mogila, Novoborovtsy y Severny) y en Donetsk (Marinovka), con
lo que se facilita el paso de refugiados hacia Rusia y el tránsito de
voluntarios internacionalistas antifascistas, como los chechenios, hacia
el Donbáss aunque Putin ha dado la orden de cerrar la frontera en esos
lugares para “evitar el paso de grupos ilegales”.
Un mal síntoma por parte de Moscú.
Junto a ello hay un dato que supone un salto cualitativo y que lo
pone de manifiesto: el 28 de mayo los trabajadores de al menos cinco
minas de carbón en Donetsk (Skochinsky, Abakumov, Cheliuskinsky,
Trudovskaya y Makeeva) se pusieron en huelga exigiendo el fin de los
ataques y la retirada del Ejército y de la Guardia Nacional. Sus
carteles son bien expresivos de lo que está pasando en la cuenca del
Donbáss. Dicen, “el fascismo no pasará”.
En el momento de escribir este artículo, los mineros siguen en huelga
y han dado un paso más que pone de manifiesto la lucha de clases
existente (3): exigen al gobierno provisional de Donetsk la
nacionalización de las empresas que son propiedad de los magnates que
apoyan al gobierno filofascista de Kiev, de forma especial las de Rinat
Akhmetov, el oligarca de la zona. Es muy significativo que el primer
ministro de la República Popular Democrática de Donetsk se oponga
tajantemente a dicha nacionalización argumentando que tal pretensión es
“comunista” y que “supone un ataque a la propiedad privada”. Pero claro,
al mismo tiempo, y consciente de cómo se están moviendo las cosas en la
cuenca del Donbáss, afirma que Akhmetov ha hecho “declaraciones
erróneas, como oponerse a la RPD o rechazar pagar impuestos” en la
entidad independiente (4).
El gobierno de Donetsk está ante un dilema de clase puesto que no
puede mantener las industrias existentes sin nacionalizarlas porque
Poroshenko ya ha dicho, siguiendo los dictados del FMI, que se tienen
que terminar los subsidios estatales a las empresas que no sean
“rentables”. El siguiente paso de los trabajadores del
Donbáss será ocupar sus empresas y hacerse cargo de las mismas, por lo
que los gobiernos de Donetsk y Lugansks estarán, también, en una
encrucijada: o con los oligarcas o con el pueblo.
La guerra impuesta por Kiev –siguiendo los mandatos de EEUU y sus
títeres europeos- hace las condiciones más difíciles en el Donbáss
porque el movimiento popular está teniendo que optar por la guerra o la
revolución. El pueblo del Donbáss necesita ahora, de inmediato, el
surgimiento de un fuerte movimiento de solidaridad internacional de
claro corte antifascista. Es probable que en los próximos días haya
algún movimiento para parar la guerra, así sea provisional, una vez que
Poroshenko haya demostrado que puede exhibir “músculo” con los
antifascistas y para evitar un incremento mayor el el rechazo al envío
de tropas por parte de la población del Oeste de Ucrania. Pero también
es probable que siga los designios de EEUU y Occidente quienes, a través
del FMI, imponen como condición para las “ayudas económicas” que se
termine pronto con la rebelión en el Este de Ucrania. Y ello sólo puede
ser a sangre y fuego.
Todo es posible, pero lo que es una evidencia es que, hoy por hoy,
Poroshenko y sus valedores han realizado una declaración de guerra al
pueblo del Donbáss a la que hay que responder. Y rápido. Por
solidaridad antifascista y de clase, puesto que en la cuenca del Donbáss
hay un fuerte componente antifascista, anti-oligárquico y
anti-capitalista que es mucho más avanzado que el existente en Europa.
Notas:
(1) http://www.youtube.com/watch?v=0rRKQsfxqiE
(2) http://www.youtube.com/watch?v=XoKlsv7IqqU
(3) Alberto Cruz, “Lucha de clases en Ucrania”, http://www.lahaine.org/index.php?p=77720
(4) Borotba, 2 de junio de 2006 http://borotba.org/
CEPRID
(1) http://www.youtube.com/watch?v=0rRKQsfxqiE
(2) http://www.youtube.com/watch?v=XoKlsv7IqqU
(3) Alberto Cruz, “Lucha de clases en Ucrania”, http://www.lahaine.org/index.php?p=77720
(4) Borotba, 2 de junio de 2006 http://borotba.org/
CEPRID
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