EN ESPAÑA AL HAMBRE SE LE LLAMA DESNUTRICION
(Personal recogiendo brotes verdes de la recuperación económica en los contenedores de basura, porque es que hay que comer todos los días)
Héctor Anabitarte
kaosenlared
12 de Septiembre 2013
Desde hace un par de años organizaciones como UNICEF (Agencia de la ONU), Cruz Roja, Bancos de Alimentos, Cáritas y otras entidades denuncian que en España, país que figura entre los más desarrollados del mundo, hay hambre.
Resulta escandaloso que esta dramática información provoque en algunos un cierto malestar y respondan al dato, objetivo y contrastado, negando su veracidad o minimizando su alcance utilizando subterfugios. Para algunos dirigentes del Partido Popular el hambre que sufren cada vez más niños sería exclusiva responsabilidad de los padres. Subrayan, además, que sólo se trataría de casos "puntuales" de desnutrición infantil ( de ser así, dichos padres deberían ser detenidos y puestos ante un juez). Algunos pediatras de la misma cuerda que los dirigentes del PP relacionan desnutrición con ciertas enfermedades previas sufridas por estos menores. Se puede interpretar entonces que estas enfermedades son las que producen la desnutrición y no la falta de ingesta de alimentos apropiados. De seguir este razonamiento resultaría que en el planeta existen unos mil millones de enfermos que, como consecuencia de múltiples enfermedades, pasan hambre. Los subterfugios valen para todo. Un ejemplo de rabiosa actualidad: asegurar que el fenómeno de la nueva inmigración que afecta a miles de jóvenes y no tan jóvenes que buscan en el extranjero las oportunidades laborales que aquí no encuentran son sujetos activos de una "movilidad exterior" que, finalmente, enriquece con grandes experiencias a la gente inquieta, deseosa de conocer mundo, emprendedora y aventurera. Gracias al subterfugio ya no se trataría de una verdadera legión de parados desesperados tratando de encontrar un empleo, que no siempre logran. Tampoco se dice que pocas veces llegan al paraíso reflejado en muchos capítulos de "Españoles por el mundo" donde parece que los protagonistas fueran elegidos en un casting de triunfadores natos y gente guapa. Nada más lejos de lo que les ocurre a la mayoría de los inmigrantes forzados de los últimos tiempos: trabajando a destajo en los peores puestos, aquellos que no quieren desempeñar los "nativos" de los "Paraísos prometidos", o, peor aún, currando en negro, por un salario insuficiente, y al borde de la clandestinidad. Como muchos inmigrantes, por cierto, procedentes de África, Sudamérica, Este europeo, en la hasta ayer próspera España.
Las organizaciones que se ocupan de paliar el hambre coinciden en señalar que unos dos millones de niñas y niños lo sufren. No mueren como en Siria, tirados en algún camino, escapando de la guerra, pero pasan hambre. Un sector significativo de la población vive "por debajo del umbral de la pobreza". ¿Umbral de la pobreza?, otra manera de camuflar la realidad. Viven en la miseria, recurriendo a los alimentos que se distribuyen solidariamente, ayudas que no suelen cubrir las necesidades de todo el mes y que, excepcionalmente, incluyen carne, pescado, verduras, huevos, frutas. Los excedentes de la Unión Europea consisten en arroz, pasta, harina, leche, aceite, tomate frito y otros productos no perecederos. Resumiendo: no pasarán hambre pero se encaminan a la desnutrición. Y conviene señalar que tienen que recurrir a esta ayuda no sólo las familias sin ningún tipo de ingresos,sino, también, familias que sólo reciben los 400 euros o familias en las que solo algún miembro de la misma trabaja, pero gana un dinero que apenas alcanza para pagar el alquiler o la hipoteca, la luz, el agua, el gas, la comunidad. Muy oportuno, el Padre Ángel, de Mensajeros por la Paz, quien no necesitó que hubiera crisis para enterarse de las necesidades que ya existían cuando "éramos ricos" y "vivíamos por encima de nuestras posibilidades" (¿a quiénes se refieren? ¿a los bancos? ¿a los que compraban yates y tenían y siguen teniendo cuentas bancarias en las Guaridas Fiscales porque son Guaridas, no Paraísos?) El Padre Ángel no dudó al decir "no se puede llamar al hambre mala nutrición, igual que no se puede llamar al enfermo, pálido". Lo que sí se puede hacer es lo que se hace: maquillar convenientemente al enfermo con adecuados subterfugios. Por su parte, Dolores Tirado, presidenta de Confapa Valencia, también ha comentado a los medios de comunicación: "El día a día es muy duro, se te cae el alma a los pies cuando viene un padre o una madre y te dice que si compra los libros de texto no tiene dinero para comer".
Madrid 2020: los que vuelven derrotados de Buenos aires, además de estar sorprendidos ("éramos los mejores") dicen que reflexionarán sobre el fracaso. No entienden lo ocurrido a orillas del Río de la Plata. Dopaje; corrupción; rechazo de la población a todas las instituciones del Estado; muy negativas perspectivas económicas para los próximos años... Puede que los votantes del COI se enteraran de que en Madrid se pasa hambre y de que muchos/as no pueden relajarse tomándose un café con leche en la Plaza Mayor madrileña, como les aconsejaba en su inglés incomprensible, la inefable alcadesa de la Villa y Corte.Puede que en sus ratos libres, los del COI, hayan visto a la gente haciendo cola a las puertas de alguna parroquia y preguntaran algo al respecto. Ana Botella probablemente les habrá dicho que se trataba una cola de personas que deseaban confesarse, pues Madrid es muy católica. Por otra parte, tras la quimera del 2020, se ha gastado un montón de dinero en viajes, hoteles, sueldos. Nadie parecía saber que para las Olimpiadas del 2024 las candidatas son París, Berlín y Roma y que la rotación de los continentes se impone en los criterios que rigen al Comité Olímpico Internacional. Ese dinero se podría haber donado para comprar comida. El operativo Madrid 2020 se convirtió en una nueva frustración. Ni pan ni circo.
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