¿POPULISMO?
(Una imagen de la muerte de Hugo Chávez)
por Manuel Pascual Barquero
Kaos en la red
Sábado, 09 de Marzo de 2013
Este artículo intenta rebatir el supuesto populismo con el que se etiqueta desde España a la Venezuela bolivariana, así como comparar al gobierno de Venezuela con el de España y la mayoría de los gobiernos europeos.
El pasado 5 de marzo, a las 17:20 (hora local), murió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías. En primer lugar me gustaría señalar, que para verificar los logros obtenidos durante su etapa en el gobierno, basta con ver este gráfico: http://juantorreslopez.com/impertinencias/la-venezuela-bolivariana-en-datos-y-no-en-juicios-de-valor/ . Sí que me gustaría centrarme en una de tantas críticas (por llamarlo de alguna manera) que se le hace, y una de las que más me sorprende. Se trata de uno de tantos adjetivos calificativos que se le han lanzado (y se le siguen lanzando, aún a pesar de su muerte), en la mayoría de los casos con pocos argumentos y mucha ignorancia al respecto. Es esa palabra que tanto les gusta utilizar a los medios de comunicación, y muy en especial a los españoles, populista. Me llama la atención por una razón fundamental. Es posiblemente la que con menos miedo se le lanza (es evidente que quien le califique de dictador está mostrando o bien una ignorancia enorme o bien que obvia los hechos fácilmente constatables). Y por tanto, se utiliza con una frecuencia pavorosa, siendo utilizada incluso por tertulianos que se hacen llamar de izquierdas. Sin embargo, al igual que la mayoría de las críticas, su argumentación es fácilmente rebatible. Veamos.
Si aceptáramos que Chávez es populista por lanzar elogios al pueblo en sus discursos para ganarse votos (sería bastante más discutible asumiendo que lleva unas políticas que a priori favorecen a las clases populares, pero que en la práctica son desastrosas para la economía y la sociedad en su conjunto; por el simple hecho de que los datos expuestos anteriormente muestran lo contrario). Pero desde este punto de vista, qué es Mariano Rajoy cuando decía “menos IVA, más empleo”, “voy a recortar todo menos en sanidad”, “nada de amnistías fiscales”, o “basta de subir impuestos a los que menos tienen”. Más si cabe, teniendo en cuenta que las políticas llevadas a cabo por el gobierno del Partido Popular han ido en la línea opuesta de lo que decían cuando no gobernaban. En este sentido, el gobierno de Chávez representa la antítesis del de Rajoy: en tanto que, si bien con propuestas opuestas, sus programas electorales calan en la sociedad, Chávez ha cumplido la gran parte de su programa electoral, mientras que el gobierno del Partido Popular está llevando a cabo las políticas contrarias a las que proponían. Y aceptando esto, el programa del Partido Popular sería bastante menos pragmático que el de Chávez, ya que su programa era bastante más contradictorio, ¿o acaso es posible querer reducir el déficit sin recortar en gastos sociales ni subir los impuestos (habría que ver a qué impuestos hay que tocar y qué impuestos es injusto tocar)? ¿No es más realista proponer una mayor redistribución de la renta con una mayor intervención del Estado?
Volviendo al supuesto populismo, cabría hacerse una pregunta. ¿Quién es más populista el que cumple sus promesas o el que lanza un programa electoral que apoya el pueblo y luego lo incumple? Aceptemos que Chávez ha sido populista. Entonces, el gobierno de Mariano Rajoy es, además de populista, un fraude. No sólo el gobierno de Rajoy, muchos gobiernos de la Unión Europea serían populistas y fraudulentos. Y yo, sinceramente me quedo con un gobierno “populista” que reduce la pobreza a la mitad, aumenta el gasto en sanidad, aumenta la inversión (que no gasto como nos hacen creer aquí que es) en educación, aumenta el número de universitarios, aumenta las prestaciones sanitarias, nacionaliza recursos estratégicos para invertir más en gasto social, realiza campañas de alfabetización para poblaciones desfavorecidas, y ayuda a los países de su entorno; todo esto con el PIB triplicado y el paro reducido enormemente siendo menos de un tercio del de España,… que un gobierno que recorta en educación y sanidad, deja sin opciones a los jóvenes del país (entre los que se incluyen por supuesto los más cualificados por falta de perspectivas, así como las generaciones sin cualificar de la burbuja que crearon precisamente el Partido Popular y el PSOE, es decir, de la que, en mayor o menor medida, son responsables ambos partidos), reduce el presupuesto en investigación, deja a los inmigrantes ilegales sin prestaciones sanitarias, deja a los mayores sin medicinas, sube las tasas universitarias o reduce las becas, amnistía a los defraudadores fiscales, sube los impuestos a los más desfavorecidos,… en definitiva, que hace políticas contra las mayorías sociales y contra las minorías desfavorecidas, incumpliendo su programa electoral…justo lo contrario al de Chávez. Los logros de la revolución bolivariana favorecen a las mayorías sociales y a las minorías desfavorecidas, además de cumplir con la mayor parte de sus promesas.
Como conclusión a todo, el gobierno de Venezuela, además de ser uno de los que más han respetado la democracia de América Latina (extensión de un sistema cercano a la democracia semidirecta, todas las reformas constitucionales mediante referéndum, elecciones limpias según todos los observadores internacionales e incluso según la propia oposición), es uno de los que más apoyo se ha ganado por parte de la gente. Que después de más de diez años el proyecto siga vivo es fruto de un compromiso claro del gobierno bolivariano por ayudar a los más desfavorecidos y apoyar a las mayorías sociales. Que se le tache de populista y dictador por los que no tienen ningún reparo en aceptar gobiernos no-democráticos elegidos por instituciones dudosamente democráticas (como la Troika formada por el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea) es un fenómeno un tanto paradójico. En contra de todos los datos, se critica de malas maneras a un gobierno democrático que año tras año sigue recibiendo un enorme apoyo popular, que ya les gustaría tener a la mayoría de los países europeos. Así, el populismo que pueda existir en Venezuela (lo cual es muy discutible) es infinitamente mejor al fraude que estamos viendo llevar a cabo a los gobiernos europeos, que incumplen su programa electoral, pasando a estar a las órdenes de la Troika. Desde Europa, en donde la democracia se está viendo sustituida, a veces intentando disimular y otras no tanto (véase Grecia o Italia recientemente), por una tecnocracia que responde a los intereses de las oligarquías; no se puede descalificar a un proceso como el venezolano. Desde Europa, en donde los gobiernos elegidos por todos responden a los intereses de unos pocos, la descalificación (que no crítica, la cual es necesaria) hacia la revolución bolivariana no tiene cabida. Ojalá en lugar de tener una tasa de paro del 26,2% la tuviéramos del 6%, en lugar de dejar a muchos estudiantes sin posibilidad de estudiar se aumentaran las becas, o en lugar de haber 526 desahucios al día, se construyera vivienda pública, En definitiva, ojalá todos los gobiernos del mundo fueran tan "populistas" como el gobierno de Chávez.
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