ZAPATERO VUELVE CON EL BILIGRAFO CARGADO AL HOMBRO

(Zapatero, sinvergüenza ex presidente del gobierno español, jubilín-jubilata, que se jubila a los 51 años con pensión cojón de mico grande y otros colgajos,  y condena a los trabajadores a que se jubilen con 67 años con pagas mierdis-mierdibulis en la mayoría de los casos)

¡Cuerpo a tierra que vienen los amigos! ¿Y con amigos así para qué queremos enemigos? 

O sea, que armado con bolígrafo al hombro Rodríguez Zapatero, auténtico sinvergüenza jubilín-jubilata a los 51 años (cuando él sentenció a los demás trabajadores a que se jubilaran a los 67), sin haber trabajado de trabajar en su vida, tan sólo por haber sido presidente del gobierno de España, saquea las arcas públicas para su pensión.

Arcas públicas a las que él no ha contribuido engordándolas con sus impuestos (los trabajadores de trabajar, sí) para asegurarse el condumio, el vestumio y otros umios para él y su familia, y además, ya digo, que va a atentar contra el orden ecológico emborronando folios con el bolígrafo a los que calificará de artículos. 

Y lo que es mucho más pitiminí a la guasa rosa, El Diario El País y el diario El Mundo lo han querido fichar, pero Zapatero les ha dado calabazas a los dos grandes diarios que se editan en España (porque eso de que sean españoles está por ver). 
Para martirizarnos a fuego lento y vía indirecta se ha elegido a los periódicos el Universal de México; Los Tiempos de Colombia; Público de Portugal y el francés (España 2 - Francia 0, algo es algo) Liberation, además de otras colaboraciones también extranjeras, según se puede ver el ELPLURAL.COM). Se ha soltado la melena de columnista Zapatero a raíz de la Cumbre de Medio Ambiente de Río, en cuyo estreno va y nos suelta la primera, y además original, porque Zapatero al ser hombre de talante no puede decir más originalidades talánticas, y así nos insta, porque esto del inste suena bien y viste mucho, aparte de que no dice nada ni vale para nada como aportación real al bienestar de la sociedad, a que dentro de diez años: “el sueño tanto tiempo imaginado de que el hambre deje de ser una de las causas de muerte en la Tierra”. 

Bien mirado, y no por contradecir a Zapatero, que vá que vá,  ¡Dios me libre!, el hambre es más buena que el pan, ¿qué sería de nosotros si no tuviéramos hambre y nos volviéramos inapetentes? Lo malo del hambre no es el hambre en sí, sino que no hay alimentos que consumir (habiendo alimentos suficientes para todos para poder consumir), y esos alimentos no se tienen porque no se dispone de dinero para poder comprarlos (habiendo dinero suficiente para todos para poder comprarlos), y no hay dinero para comprarlos, porque el dinero que se produce como consecuencia del trabajo se lo quedan cada vez y para sí, los bancos y las grandes empresas multinacionales, con lo que se les quita el medio de compra, el dinero, a cientos de millones de personas. 

O sea, que hambre nada monada. De hambre nada monada en el sentido de que no es algo natural creado por la sabia naturaleza que se encoña por inescudriñables razones a que millones de persona pasen hambre y se mueran, sino que se trata del desigual reparto y cada vez más desigual de la riqueza que crea un sistema basado en las relaciones de producción capitalistas que por lo general nadie cuestiona, salvando a unos cuanto bichos raros que, claro, no son Zapatero ni zapateros, evidentemente. 

Pero Zapatero no cuestiona nada ni aporta nada para que ese sistema injusto, y hoy además inviable, mirado desde el punto de vista que se mire, pueda ser cuestionado primero, y paulatinamente superado después por otro sistema en que el producto del trabajo quede en manos de quien lo produce, sino que lo justifica y alienta a que se justifique. 

Pues que con su pan (no producido por usted) se lo coma, señor Zapatero, que por aquí nos iremos viendo, si es que tiene cojones, porque de talante, prestigio (donde lo tenga) y esto y lo otro y lo demás allá puede que sí, pero de condiciones intelectuales para escribir en beneficio de la sociedad, poquitas, hijo mío, lo siento mucho. 

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