MAS CLARO QUE LA SOPA DE UN ASILO
Por Manuel Sogas
Para que empecemos a despertar con vistas a empezar a vivir como personas con conciencia de sí mismas, o para amedrentarnos más y ser cada vez más borreguillos temerosos de las fuerzas “sobrenaturales” que no existen, tenemos nuevos datos.
Según los expertos, antes de junio de 2012, los nuevos señores del feudalismo moderno del siglo XXI, esto es, los banqueros, necesitarán más de 26.000.000.000 (VEINTISEIS MIL MILLONES) de euros (capital privado sí, pero de vuestros bolsillos PRIVADOS, atajo de hijos de puta).
Esto es que el Banco de Santander necesitará 15.300 millones; el BBVA 6.300; Bankia 1.300; La Caixa 630 y el Popular 2.500.
Como nos tienen por borreguillos bien avenidos, miedosotes, obedientes y sobre todo, absolutamente desinformados, los expertos no se sienten en la inexcusable necesidad de informarnos del porqué la banca necesita ese dinero, las causas que originan esa necesidad, ni del para qué necesitan robarnos más quines ya nos roban.
Y lo que es más grave (y que debería resultarnos intolerable, pero sólo en el caso de que nosotros nos consideráramos a nosotros mismos como personas puestas en la vida con algún sentido que no sea el exclusivo de trabajar sin más, para que cuatro garbanceros del capital se engorden y se sigan engordando), no nos informan ni los que pasan por ser nuestros representantes y de defender nuestros derechos (¿que cualo, cualo es eso de nuestros derechos?) que además cobran y quien más y quien menos se enriquece a nuestra costa, y que van desde el Jefe del Estado, Su Majestad (la Suya, no la mía) El Rey, hasta el último monigote de la política (con perdón de los monigotes, que no me gusta ofenderlos).
Hablando en cristiano y haciendo las cuentas con los dedos de las manos, resultaría que, para que los bancos cometieran una nueva tropelía, comúnmente llamada robo, contra la población española, cada uno de sus cuarenta millones de habitantes tendría que darle a los bancos –por el alma de la abuela– 650 euros.
Más en cristiano todavía: un matrimonio sin hijos deberá darles 1.300 euros; un matrimonio con un hijo de pecho 1.950 euros; un matrimonio con dos hijos en preescolar 2.600 euros; un trabajador con salario mínimo interprofesional el salario de un mes, y quienes no tengan ingresos (en cuya situación hay cientos de miles de personas), que no se preocupen que pagarán con las prestaciones sociales que esté recibiendo del Estado, porque dejarán de recibirlas, y además de forma legítima, o sea, basado en ley, amparada en la propia Constitución, como colmo de la tomadura de pelo que nos hacen estos mamelucos de la política al servicio del capital (que para eso se modificó la Constitución promovida por Zapatero, pero con el voto del PP como cómplice necesario para la comisión del crimen), para que se quede sin cobrar quien sea de menester para darle a los bancos lo que necesiten (de momento y hasta junio de 2012, 26.000 talegos de millones de a millón cada uno) que para eso son los nuevos señores del feudalismo moderno.
Este es el panorama que nos espera hasta que no empecemos a sacudirnos la modorra borreguera que nos mantiene en pie, y que piano, piano se nos ha venido preparando desde Felipe González hasta Zapatero, y que continuará con Rajoy, siendo que era y que sigue siendo Jefe del Estado, Su Majestad (la Suya, no la mía) El Rey Juan Carlos I (que algunos dicen Primero y último) de España, evidentemente.
Según los expertos, antes de junio de 2012, los nuevos señores del feudalismo moderno del siglo XXI, esto es, los banqueros, necesitarán más de 26.000.000.000 (VEINTISEIS MIL MILLONES) de euros (capital privado sí, pero de vuestros bolsillos PRIVADOS, atajo de hijos de puta).
Esto es que el Banco de Santander necesitará 15.300 millones; el BBVA 6.300; Bankia 1.300; La Caixa 630 y el Popular 2.500.
Como nos tienen por borreguillos bien avenidos, miedosotes, obedientes y sobre todo, absolutamente desinformados, los expertos no se sienten en la inexcusable necesidad de informarnos del porqué la banca necesita ese dinero, las causas que originan esa necesidad, ni del para qué necesitan robarnos más quines ya nos roban.
Y lo que es más grave (y que debería resultarnos intolerable, pero sólo en el caso de que nosotros nos consideráramos a nosotros mismos como personas puestas en la vida con algún sentido que no sea el exclusivo de trabajar sin más, para que cuatro garbanceros del capital se engorden y se sigan engordando), no nos informan ni los que pasan por ser nuestros representantes y de defender nuestros derechos (¿que cualo, cualo es eso de nuestros derechos?) que además cobran y quien más y quien menos se enriquece a nuestra costa, y que van desde el Jefe del Estado, Su Majestad (la Suya, no la mía) El Rey, hasta el último monigote de la política (con perdón de los monigotes, que no me gusta ofenderlos).
Hablando en cristiano y haciendo las cuentas con los dedos de las manos, resultaría que, para que los bancos cometieran una nueva tropelía, comúnmente llamada robo, contra la población española, cada uno de sus cuarenta millones de habitantes tendría que darle a los bancos –por el alma de la abuela– 650 euros.
Más en cristiano todavía: un matrimonio sin hijos deberá darles 1.300 euros; un matrimonio con un hijo de pecho 1.950 euros; un matrimonio con dos hijos en preescolar 2.600 euros; un trabajador con salario mínimo interprofesional el salario de un mes, y quienes no tengan ingresos (en cuya situación hay cientos de miles de personas), que no se preocupen que pagarán con las prestaciones sociales que esté recibiendo del Estado, porque dejarán de recibirlas, y además de forma legítima, o sea, basado en ley, amparada en la propia Constitución, como colmo de la tomadura de pelo que nos hacen estos mamelucos de la política al servicio del capital (que para eso se modificó la Constitución promovida por Zapatero, pero con el voto del PP como cómplice necesario para la comisión del crimen), para que se quede sin cobrar quien sea de menester para darle a los bancos lo que necesiten (de momento y hasta junio de 2012, 26.000 talegos de millones de a millón cada uno) que para eso son los nuevos señores del feudalismo moderno.
Este es el panorama que nos espera hasta que no empecemos a sacudirnos la modorra borreguera que nos mantiene en pie, y que piano, piano se nos ha venido preparando desde Felipe González hasta Zapatero, y que continuará con Rajoy, siendo que era y que sigue siendo Jefe del Estado, Su Majestad (la Suya, no la mía) El Rey Juan Carlos I (que algunos dicen Primero y último) de España, evidentemente.
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