domingo, 20 de noviembre de 2011

PUBLICADO EN CRONICA DE ARAGON

¿QUÉ ES EL CAPITALISMO?

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Por Manuel Sogas

El capitalismo es una forma de producir bienes materiales e inmateriales, un modo de producción, lo mismo que ya lo fueron en la historia el modo de producción del comunismo primitivo; el esclavismo o la servidumbre de la Edad Media, que cae bajo el empuje del capitalismo.

Cada uno de estos modos de producción se caracterizan y se diferencian unos de otros por la forma en la que se organizan y por cómo se combinan los diferentes agentes que intervienen en el proceso de producción, hasta transformar la materia bruta que proporciona la naturaleza en un producto acabado con un valor de uso apto para el consumo.

Cada uno de los modos de producción conocidos hasta la fecha se han dado en unas condiciones concretas que han sido determinadas por el momento histórico en que se dieron, o lo que es lo mismo, ningún modo de producción se ha dado ni puede darse de una forma abstracta, sino de forma concreta.

Por otra parte, ningún modo de producción es única y exclusivamente una forma concreta de producir, sino que, para que esta pueda tener lugar, es necesario que junto a ella exista también una forma concreta de distribución de los bienes producidos, dado que estos si se producen es para ser consumidos, y además, que esa determinada manera distribución sea aceptada socialmente de forma generalizada.

Por tanto, la producción de bienes no se circunscribe única y exclusivamente al hecho concreto de la producción, sino que se relaciona con la distribución y con la idea que de ésta se hace la sociedad, todo lo cual es regulado mediante leyes.

De lo dicho ya pueden ser extraídas algunas conclusiones:

– La forma productiva de los bienes se corresponde con la estructura económica de la sociedad de la que se trate, en este caso, la sociedad capitalista.

– La regulación legal, tanto de la distribución como de la producción misma se corresponde con la estructura política de la sociedad que se trate, en este caso, la capitalista, y como de la distribución de los bienes producidos se corresponde con la estructura ideológica de la sociedad que se trate, en este caso, de la sociedad capitalista.

– Tratar un problema económico (estructura económica) sin considerar lo que éste tiene de político (estructura política) y sin reparar en su contenido ideológico (estructura ideológica) es la mejor manera de no entenderlo y por tanto, la mejor manera de no resolverlo, que es lo que se hace intencionadamente desde todas las instancias políticas y económicas oficiales, sindicatos (fundamentalmente las cúpulas directivas de UGT y de CCOO) y las organizaciones representativas de los empresarios, con respecto del capitalismo en general, y en concreto con la crisis del mismo reconocida en 2008, incluyendo a los grandes medios de comunicación, puesto que lo más alejado de sus respectivas practicas socio-políticas es la superación del modo de producción capitalista, y por otra parte, es lo mismo que hace el movimiento social Democracia Real Ya (DRY), a pesar de su sincera declaración de la superación del modo de producción capitalista y su correspondiente sustitución por otro orden socio-económico más justo.
– El modo de producción capitalista (m.p.c.) no tiene más objetivo que la obtención de un beneficio económico para agrandar sus capitales tanto como pueda y sin ningún reparo ni límite. La fórmula que representa el mecanismo del m. p. c. para agrandar sus capitales es la siguiente:


D – M… P… M´ D´ [1]



– D = al dinero que inicialmente invierte el capitalista en la explotación de su negocio.

– M = a la compra de la materia prima que el capitalista necesita para transformarla en el producto P mediante la acción transformadora del trabajo (al que también considera mercancía) que convierte en la nueva mercancía M´ que llevada y vendida en el mercado proporcionará el dinero D´.
– Así, pues, con el dinero inicial D el capitalista compra todas las mercancías que necesita transformar hasta conseguir el producto P, paga todos los gastos que le origina el proceso de producción que realiza: maquinas, naves, electricidad, transportes, etc., y los salarios de la mano de obra que necesita.

– Evidentemente, la suma de dinero D´ que recibe del mercado por la venta en el mismo de la mercancía M´ ha de ser mayor que la suma de dinero D invertida inicialmente, dado que tiene que volver a repetir el proceso productivo para seguir ganando dinero y además llevarse el dinero que necesita para su propia subsistencia y la de su familia.

Supongamos que un empresario hace muebles de madera y gasta para fabricar los muebles que hace:
– 100 en madera
– 20 en gastos de fabricación
– 50 en salarios de los trabajadores

– El total de lo gastado por el empresario en la fabricación de los muebles que lleva al mercado para su venta es de 170 (D)

– Si el empresario vendiera en el mercado los muebles fabricados por el mismo precio que a él le costaron, es decir, por 170, no ganaría nada, y por consiguiente no le interesaría seguir fabricando muebles, puesto que su capital no sólo no crece sino que además presta un servicio a otras personas del que el capitalista no se beneficia, en cuyo caso cerraría la empresa, y en consecuencia, para no tener que cerrarla; hacer crecer su capital mediante la repetición del ciclo productivo y poder vivir él y los suyos, los muebles que le costaron 170 los tiene que vender, por ejemplo a 200 (D´)

– En este último caso, que es lo que normalmente acontece en el ciclo productivo, se ve que se cumple la condición de que D´ (dinero obtenido en el mercado por el empresario al vender el producto P) es mayor que D (suma total de dinero que el empresario invirtió para producir el producto P)
– La diferencia entre D´ y D es lo que se llama la plusvalía o beneficio del capitalista.

D´- D = Pv



– Que en el ejemplo que se ha puesto la plusvalía es:

200 – 170 = 30

– Es decir, que al empresario después de vender en el mercado la mercancía producida le queda dinero (170) para volver a repetir su ciclo productivo particular y poder seguir acrecentando su capital, además de 30 para vivir. Y de aquí ya se pueden extraer dos conclusiones que son incuestionables:

– Una, que el incremento del valor de la mercancía M que se convierte en el producto P que el empresario lleva al mercado para su venta se debe al trabajo que los trabajadores hacen sobre la materia prima.

– Otra, que el empresario vive de la plusvalía, es decir, del trabajo que realizan otros: los trabajadores, de los que se apropia una parte del valor creado por ellos.

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