Algunos me han preguntado en varias ocasiones que para qué vale el que unos cientos de jóvenes (y algunos jóvenes más con más años acampados o visitantes al campamento) ocupen la Plaza del Pilar con sus tiendas de campaña (¡ Y creciendo que va la cosa!).
No me han preguntado en cambio que para qué valen unos gobiernos que se dedican a planificar la economía en función de los intereses de la banca y grandes empresas vinculadas a la banca de una u otra forma, en contra y a pesar de los intereses de la inmensa mayoría de la sociedad. O que para qué vale una oposición que ha empezado a llegar al poder municipal y autonómico y que acabará por llegar al poder central del Estado, para hacer literalmente lo mismo que los gobiernos desbancados del poder, o que incluso lo podrían hacer una “chispitica” algo peor, aprovechando indecentemente, y a falta de razones, lo mal que lo han hecho los anteriores gobiernos. Esto tampoco me lo han preguntado, así que yo, como no respondo a lo que no se me pregunta, las dejo sin respuesta.
Vale la concentración de los jóvenes en la Plaza del pilar, y a título enumerativo y no exhaustivo, por ejemplo:
Para despertar la conciencia de pertenencia a una sociedad de la que formamos parte todos, y no sólo banqueros y demás personal supletorio, y para demostrar que quien no se moja el culo no coge peces (lo siento mucho).
Para destaparle los oídos a los jefes de UGT y CCOO con la buena ruidera a base de cacerolazo va y cacerolazo viene que le tienen preparada, y que ya se enterarán, ya. No pasar pena.
Y para saber, como dice Castrillo, unos de porta voces de los Acampados que “… que hay campistas que son policías infiltrados, así que les invitamos a que participen con nosotros como ciudadanos que son de este país, a los que además les han bajado injustamente el sueldo”. Con lo que la buena voluntad de los Acampados queda fuera de toda duda.
Esto de invitar a la policía a que colabore con los Acampados es una buena idea que hay que fomentar.
Ofrecerle a la policía que en sus horas libres, las que estén fuera de servicio y sin husmear y corretear detrás de los banqueros y grandes empresarios que fraudulentamente se llevan los dineros producidos en el Estado español a los paraisos fiscales, (una de las causas por las que se está ocupando la Plaza del Pilar) y que crucen sus furgonetas entre las tiendas de campaña de los Acampados para protestar como ellos, es algo tan novedoso y chiquiliguay, que ni siquiera a mi se me habría ocurrido.
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