(Los Reyes, cabezas de serie de todos los politicos actuales que deben abandonar la politica por la vía rápida, o sea, ¡ya!)
Lo mejor de todo es entenderse, y por está razón, es imprescindible hablarles bien clarito a los personajes y personajas que a través de la política y de la sindical viven, y algunos se enriquecen y estafan a nuestra costa y sin darle un palo al agua, a la vez que nos hacen trabajar más y ganar menos, y de pasada, le dan una cazoletada a los ingresos del Estado para engordar sus bolsillos, o los de sus amos, que para el caso viene a ser lo que la leche es al caldo teta.
Hay que decirles a los que pasan por ser los políticos que dicen que nos representan, y que dicen que defienden nuestros intereses, para que le digan a sus amos jefes, los señores y señoras de los grandes capitales, que queremos que nos devuelvan lo que nos han robado, por ejemplo de ejemplos: la banca del Estado que Felipe González regaló a la banca privada; que Endesa y Telefónica, regalada por José María Aznar a sus amíguetes, pase a su dueño legitimo que es el Estado; que el robo floreado que acaban de hacerle al Estado privatizando el 30% de los ingresos de la Lotería Nacional y los aeropuertos mas rentables como el de Madrid y Barcelona vuelva a quedar en manos de su auténtico y legitimo dueño que es el Estado, y que el inminente robo que nos tienen preparado con los Fondos de Reserva para las Pensiones de la Seguridad Social, 65.000.000.000 de euros (¡bien leído, sesenta y cinco mil millones de euros!), el equivalente al 8% del PIB (el 8% de todo lo que se produce en el Estado español) para regalárselos a los bancos, no los toca ni su puta madre, que son nuestros, de los trabajadores, del Estado.
Y esto se lo vamos decir como Dios manda, civilizadamente, con sentido de la responsabilidad histórica que ellos no tienen, con el pinganillo tunecino, pero en su versión cristiana para que no haya dudas, o sea, preparándoles una Huelga General que paralice absolutamente todo actividad en el Estado excepto los hospitales, el agua y la luz, que va a durar hasta que desaparezcan de la política actual del primero al último, empezando por el primero que es el Jefe del actual Estado, Su Majestad (la Suya, no la mía) el Rey, disolviendo las actuales Cortes por haber dado la cobertura legal a tantos desmanes y desordenes sociales cometidos, y convocando unas nuevas Cortes constituyentes en las que no podrá figurar ni en pintura ninguno de los políticos ni políticas que por activa, pasiva o radiofónicamente, hayan contribuido a crear la situación actual que nos lleva a realiza la Huelga General mencionada.
Lo mejor de todo es entenderse, y por está razón, es imprescindible hablarles bien clarito a los personajes y personajas que a través de la política y de la sindical viven, y algunos se enriquecen y estafan a nuestra costa y sin darle un palo al agua, a la vez que nos hacen trabajar más y ganar menos, y de pasada, le dan una cazoletada a los ingresos del Estado para engordar sus bolsillos, o los de sus amos, que para el caso viene a ser lo que la leche es al caldo teta.
Hay que decirles a los que pasan por ser los políticos que dicen que nos representan, y que dicen que defienden nuestros intereses, para que le digan a sus amos jefes, los señores y señoras de los grandes capitales, que queremos que nos devuelvan lo que nos han robado, por ejemplo de ejemplos: la banca del Estado que Felipe González regaló a la banca privada; que Endesa y Telefónica, regalada por José María Aznar a sus amíguetes, pase a su dueño legitimo que es el Estado; que el robo floreado que acaban de hacerle al Estado privatizando el 30% de los ingresos de la Lotería Nacional y los aeropuertos mas rentables como el de Madrid y Barcelona vuelva a quedar en manos de su auténtico y legitimo dueño que es el Estado, y que el inminente robo que nos tienen preparado con los Fondos de Reserva para las Pensiones de la Seguridad Social, 65.000.000.000 de euros (¡bien leído, sesenta y cinco mil millones de euros!), el equivalente al 8% del PIB (el 8% de todo lo que se produce en el Estado español) para regalárselos a los bancos, no los toca ni su puta madre, que son nuestros, de los trabajadores, del Estado.
Y esto se lo vamos decir como Dios manda, civilizadamente, con sentido de la responsabilidad histórica que ellos no tienen, con el pinganillo tunecino, pero en su versión cristiana para que no haya dudas, o sea, preparándoles una Huelga General que paralice absolutamente todo actividad en el Estado excepto los hospitales, el agua y la luz, que va a durar hasta que desaparezcan de la política actual del primero al último, empezando por el primero que es el Jefe del actual Estado, Su Majestad (la Suya, no la mía) el Rey, disolviendo las actuales Cortes por haber dado la cobertura legal a tantos desmanes y desordenes sociales cometidos, y convocando unas nuevas Cortes constituyentes en las que no podrá figurar ni en pintura ninguno de los políticos ni políticas que por activa, pasiva o radiofónicamente, hayan contribuido a crear la situación actual que nos lleva a realiza la Huelga General mencionada.
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