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(El ministro del Interior Pérez Rubalcaba, en interior ropa leopardina, hombre músculis del gobierno no socialista de Zapatero)
El último Comunicado de ETA que para mí podría suponer un punto de luz real al final del túnel para el principio de la normalización política en el País Vasco, salvo que la opinión pública, hoy casi inexistente, realice algún tipo de presión social dirigida a las diferentes instancias políticas oficiales, hay que esperar poco.
Y hay que esperar poco, no porque a la declaración que ETA hace en su comunicado le falte contenido o extensión (que podría ser), y por tanto. insuficiente, como ya se han apresurado a recalcar los diferentes medios de comunicación mayoritarios en el Estado Español, calificándolo de insuficiente, cuando los dirigentes políticos de los partidos políticos mayoritarios, que es por donde debería haber empezado la valoración política del Comunicado de ETA, ni siquiera han hecho ninguna declaración al respecto, sino porque el gobierno actualmente en el poder, el de Zapatero, empieza por usurpar el nombre del Socialismo y le tienen atado de pies y manos los grandes capitales, de modo que no pueda hacer otra cosa que no sea la descapitalización del propio Estado a favor de esos mismos capitales.
O sea, que la política que tiene metida en el entrecejo el gobierno no socialista de Zapatero (con Rajoy en la recamara) y que aplica a rajatabla en su fiel obediencia a los grandes capitales que son sus amos y contra los interese generales de toda la sociedad, es la de hacer que los grandes capitales se hagan cada vez mas grandes a costa de empeorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad, y por esta razón, entre otras, no va a perder mucho tiempo en ver como se podría solucionar el problema de ETA a partir de su último Comunicado.
Es más probable que recurra a la demagogia barata y a la moralina simplona para que el problema de ETA siga latente que a erradicarlo, porque no hay que perder de vista que la existencia de ETA le seguirá dando cientos de millones de euros de beneficios (contribuyendo con eso al déficit público) a determinados “buenos patriotas”, como por ejemplo a Mayor Oreja o familiares.
El último Comunicado de ETA que para mí podría suponer un punto de luz real al final del túnel para el principio de la normalización política en el País Vasco, salvo que la opinión pública, hoy casi inexistente, realice algún tipo de presión social dirigida a las diferentes instancias políticas oficiales, hay que esperar poco.
Y hay que esperar poco, no porque a la declaración que ETA hace en su comunicado le falte contenido o extensión (que podría ser), y por tanto. insuficiente, como ya se han apresurado a recalcar los diferentes medios de comunicación mayoritarios en el Estado Español, calificándolo de insuficiente, cuando los dirigentes políticos de los partidos políticos mayoritarios, que es por donde debería haber empezado la valoración política del Comunicado de ETA, ni siquiera han hecho ninguna declaración al respecto, sino porque el gobierno actualmente en el poder, el de Zapatero, empieza por usurpar el nombre del Socialismo y le tienen atado de pies y manos los grandes capitales, de modo que no pueda hacer otra cosa que no sea la descapitalización del propio Estado a favor de esos mismos capitales.
O sea, que la política que tiene metida en el entrecejo el gobierno no socialista de Zapatero (con Rajoy en la recamara) y que aplica a rajatabla en su fiel obediencia a los grandes capitales que son sus amos y contra los interese generales de toda la sociedad, es la de hacer que los grandes capitales se hagan cada vez mas grandes a costa de empeorar las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad, y por esta razón, entre otras, no va a perder mucho tiempo en ver como se podría solucionar el problema de ETA a partir de su último Comunicado.
Es más probable que recurra a la demagogia barata y a la moralina simplona para que el problema de ETA siga latente que a erradicarlo, porque no hay que perder de vista que la existencia de ETA le seguirá dando cientos de millones de euros de beneficios (contribuyendo con eso al déficit público) a determinados “buenos patriotas”, como por ejemplo a Mayor Oreja o familiares.
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