(Jerónimo Blasco, Concejal del Ayuntamiento de Zaragoza y Consejero de Grandes Proyectos, que lleva entre manos el gran proyecto de echar al paro a la trabajadora que lleva 29 añostrabajando en la Cafetería del Teatro Principal para que haga negocio capital amigo)
En la selva del Amazonas, que eso está lejos, en el quinto coño o por ahí, llega el fiel esbirro del capitalista le pega cuatro tiros en la cabeza al salvaje y este se muere, porque los salvajes tienen eso, que son muy tiernitos y en cuanto le pegan cuatro tiros en la cabeza dejan de respirar y se mueren, y las tierras se las queda el capitalista que está tan ricamente en sus casas y negocio que te crió a la vista.
En Zaragoza no tenemos pistoleros que le preparen los negocios a los capitalistas, eso hay que reconocerlo. En Zaragoza tenemos a su alcalde y Concejales para prepararle los negocios a los capitales.
Esperanza Pueyo lleva 29 años viviendo de su trabajo en la Cafetería del Teatro Principal, vendiendo su agua, sus refrescos, sus patatas fritas y esas cosas. Y Jerónimo Blasco que es el Consejero de Grandes Proyectos que ha visto que Esperanza Pueyo tiene su puesto de trabajo fijo, se ve que se ha dicho para si: “cuate, aquí hay negocio, que me hecho a la Esperanza al paro y le coloco negocio a capital amigo para que cree dos puestos de trabajo con sueldo mierdi-mierdoso en plan precario que mola mucho”, y así, este hombre que no es un pistolero matador de salvajes de la amazonía, sino Concejal del Ayuntamiento de Zaragoza, va a liquidar un puesto de trabajo fijo por unos cuantos precarios para que el señor capitalista con el patrimonio municipal haga su negocio, eso sí, cobrando más caro al usuario por los servicios de la Cafetería y ayudando a la creación de los puestos de trabajo en precario en un centro publico como es el Teatro Principal.
Todo un buen trabajo miserable del Consejero de Grandes Proyectos, que ahora espera ser aprobado por el Ayuntamiento para que Esperanza Pueyo se vaya al paro y el capitalista correspondiente se frote las manos desde su casa esperando que le caiga la bicoca. Como en la selva amazónica pero mucho más ecológico, sin tiro en la cabeza, que aquí es todo pura y estricta civilización.
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En la selva del Amazonas, que eso está lejos, en el quinto coño o por ahí, llega el fiel esbirro del capitalista le pega cuatro tiros en la cabeza al salvaje y este se muere, porque los salvajes tienen eso, que son muy tiernitos y en cuanto le pegan cuatro tiros en la cabeza dejan de respirar y se mueren, y las tierras se las queda el capitalista que está tan ricamente en sus casas y negocio que te crió a la vista.
En Zaragoza no tenemos pistoleros que le preparen los negocios a los capitalistas, eso hay que reconocerlo. En Zaragoza tenemos a su alcalde y Concejales para prepararle los negocios a los capitales.
Esperanza Pueyo lleva 29 años viviendo de su trabajo en la Cafetería del Teatro Principal, vendiendo su agua, sus refrescos, sus patatas fritas y esas cosas. Y Jerónimo Blasco que es el Consejero de Grandes Proyectos que ha visto que Esperanza Pueyo tiene su puesto de trabajo fijo, se ve que se ha dicho para si: “cuate, aquí hay negocio, que me hecho a la Esperanza al paro y le coloco negocio a capital amigo para que cree dos puestos de trabajo con sueldo mierdi-mierdoso en plan precario que mola mucho”, y así, este hombre que no es un pistolero matador de salvajes de la amazonía, sino Concejal del Ayuntamiento de Zaragoza, va a liquidar un puesto de trabajo fijo por unos cuantos precarios para que el señor capitalista con el patrimonio municipal haga su negocio, eso sí, cobrando más caro al usuario por los servicios de la Cafetería y ayudando a la creación de los puestos de trabajo en precario en un centro publico como es el Teatro Principal.
Todo un buen trabajo miserable del Consejero de Grandes Proyectos, que ahora espera ser aprobado por el Ayuntamiento para que Esperanza Pueyo se vaya al paro y el capitalista correspondiente se frote las manos desde su casa esperando que le caiga la bicoca. Como en la selva amazónica pero mucho más ecológico, sin tiro en la cabeza, que aquí es todo pura y estricta civilización.
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