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(Mapa mundial de los paraisos fiscales. ¿Qué estará esperando la Guardia Civil para enchiquerar a tanto señor ladrón que anda suelto?)
Desde el reconocimiento oficial de la última crisis del sistema capitalista en Septiembre de 2008, hasta la fecha, lo que han hecho los diferentes gobiernos ha sido descapitalizar sus respectivos Estados para proveer de liquidez con ese dinero publico las arcas de los mismos que ya tenían liquidez: bancos y grandes empresarios.
El nombre dado a la crisis capitalista es el de crisis financiera, cuando en realidad no es otra cosa que la ultima evidencia de que el sistema capitalista, por haber alcanzado su pleno desarrollo y haber completado el ciclo histórico que le correspondía: el desarrollo de las fuerzas productivas, no le queda otra que su extinción, al igual que se extinguió el modo de producción que le antecedió: la servidumbre.
La servidumbre no se extinguió porque los señores feudales fueran malos o buenos o altos o bajos. Se extinguió porque la estructura económica que desarrolló en su seno el incipiente modo de producción capitalista mediante la división social del trabajo no se correspondía con la estructura política dominante en el medievo.
La Revolución burguesa fue eso: imponer una nueva estructura política para sustituir a la que sustentaba el modo de producción feudal y que permitiera el establecimiento del nuevo modo de producción capitalista que estaba naciendo, en función de los intereses de la burguesía.
La primera mentira con la que los gobiernos pretenden engañar a sus respectivas opiniones públicas consiste es decir que es una crisis “financiera”, que el sistema financiero: bancos y grandes compañías de seguros necesitan dinero y que para evitar la catástrofe hay que darles dinero público y se les da. Pero esto sólo es una verdad a medias, porque todos esos bancos y grandes empresas a las que necesariamente habrá que añadir personas físicas ligadas a esos bancos y grandes empresas tienen en los paraísos fiscales bastante más dinero del que teóricamente era necesario para salir de la crisis y que los gobiernos han puesto inmediatamente a disposición del sistema financiero. Se acaba de saber que son 275.000 millones de euros lo que tiene algunos españoles en los paraísos fiscales.
Si efectivamente fuera problema de liquidez esto que llaman crisis financiera bastaría para resolverla que esos 275.000 millones de euros volvieran a España, para lo cual el Estado español, si quisiera, dispone de los medíos técnicos y humano suficientes para hacer obligatoria la repatriación de esos 275.000 millones de euros.
El Estado, pues, pone a disposición del sistema financiero todo el dinero que este dijo que le hacia falta, pero, la crisis financiera sigue.
La segunda gran mentira de la que se están sirviendo los diferentes gobiernos capitalistas sin excepción, y sólo con ligeras variantes, en función de la relación de la fuerza de coacción que cada uno de ellos tiene con respecto de los demás, para salir de la crisis consiste en agudizar la explotación de todos los trabajadores bajo el eufemismo de “recortes de derechos”, que en esencia no es sino hacerlos trabajar más por menos dinero. Esta segunda gran mentira, como la primera, se puede dar por hecha, pero sin embargo, la crisis persiste.
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