miércoles, 27 de mayo de 2009

COMO NIÑOS. IGUALITOS

(A la derecha Rajoy. Más a la derecha Jaime Mayor Oreja, ambos cachodeándose de mi después de la carta que me han escrito. Y al fondo, y más a la derecha, Aznar, que se cree que no lo he visto)

¿Pues no vienen estos recién condenados a costas por el Tribunal Supremo, el Mariano Rajoy y el Jaime Mayor Oreja, pidiéndome que vote el próximo 7 de Junio al Partido Popular? ¡Pero esto que es! ¿Qué coño os he hecho yo para que me escribáis una carta a mi casa pidiéndome el voto. ¿Sois tontos o qué?
Así que no me escribáis más. Y lo digo por vuestro bien, porque como me de la turuntela os pongo una denuncia por invasión de la propiedad privada de mi buzón que os vais a cagar. ¿O es que el buzón de mi casa es vuestro también?
Me dice el Rajoy en su carta: “Quiero invitarle a que vote y a que lo haga por la lista del PP que encabeza Jaime Mayor Oreja.” Mariano, condenado judicialmente a costas por el Tribunal Supremo, junto a Jaime mayor Oreja, ¿tás tonto ú qué?, pedirme a mi eso.
Y sin cortarse un pelo, un poco más abajo añade: “Tenemos que poner a este país a trabajar.” Mariano, Mariano, que te conozco. Mariano que me estás cabreando y como se me baje la tinta del bolígrafo a toda la punta del Bic te voy a poner como a un trapo y tengo yo que hacer cosas bastante mas serias que liarme a zurriagazos contigo, así que déjate de tonterías y no pongas tanta España a Trabajar, anda. Listo, que eres un listo, que como los sueldos sean como los que pagan las empresas de seguridad apañaditos vamos. Con que trabajes tú, la familia real y el niñato ese, el Santiago, al que Aznar le escribe cartas en el libro que no ha escrito, yo me conformo.
Pues anda que el otro, el Jaime Mayor Oreja. Este empieza su carta diciéndome: “Para mí, es un motivo de orgullo el haber sido elegido de nuevo por el Partido Pupular para encabezar la candidatura…” Mira, Jaimito. No me vengas tocando los cojones con tontadas, que yo me tengo que levantar mañana a las seis de la mañana, ¿sabes? O sea, que por mi como si te la quieres coger entre dos ladrillos, que tu orgullo a mi me la repampinfla, ¿entiendes?
Y no os metais más conmigo, que uno es pobre pero honrado. No me escribais más. No me escribais más, que os pongo una denuncia en el juzgado por acoso íntimo de buzón que os enderezo. Que no sabeis con quien estais hablando, gilipollas.
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