jueves, 22 de mayo de 2008

DIRIGENTES DE 3ª REGIONAL PARA SER LLEVADOS A CARCELES DE PRIMERA

Agapito Iglesias, presidente del Real Zaragoza, Sociedad Deportiva, se ha declarado hombre adinerado, con muchos más bienes fuera de Zaragoza que en ella.
Y no ha dicho, pero lo ha evidenciado con los hechos, que es la mejor forma de decir, que es un ignorante presuntuoso, a lo que si se le junta el mucho dinero que dice que tiene y la forma en cómo lo ostenta, resulta un ser chulesco, prepotente y repelente personaje.
Esperaba la afición zaragozista que diera una explicación Agapito Iglesias del porqué ha bajado al Real Zaragoza a segunda división y de qué planes tenía para subirlo nuevamente a primera.
Pero Agapito Iglesias se descolgó diciendo que él era rico y que trabajaba de domingo a sábado, cosa nada creíble, y que si lo fuera seguramente le interesará a su familia y a nadie más.
La única razón que dio para ser presidente del Real Zaragoza era la de ser rico y que había sido abonado del Club y luego se dio de baja.
Agapito Iglesias no sabe nada de fútbol ni falta que le hace. Para eso tiene a Eduardo Bandrés, que tampoco sabe, pero sí de cómo se abren las puertas de los despachos políticos, y cómo se cierran, que para eso fue Consejero de Economía del Gobierno de Aragón, cargo que dejó para presidir el Club, cunado Solans se lo vendió a Agapito Iglesias, y dedicarse al peloteo del balón, el que produce el Real Zaragoza. Algo así como si un torero dejara la torería para meterse a peón de albañil
El Real Zaragoza, dirigido por Agapito Iglesias y Eduardo Bandrés, ha sido el sexto equipo en cuanto a presupuesto de la Liga española se refiere, con 63 millones de euros.
El Numancia, de Soria, con un presupuesto de 4,5 millones de euros, lo que cobran dos jugadores del Real Zaragoza (Milito 3 millones y Celades 1,5 millones) ha subido a primera división mientras que el Zaragoza ha bajado.
No cabe, pues, juzgar deportivamente ni a Agapito Iglesias ni a Eduardo Bandrés, puesto que en el asunto son unos completos ignorantes y podrían alegar indefensión si los zarandeáramos desde el punto de vista deportivo. Tampoco hay darle unos meneos a Agapito Iglesias por su chulería, arrogancia y prepotencia, porque ello supondría tener que bajar a su nivel de chavacanería intelectual para poder hablar su mismo lenguaje.
Hay que juzgarles en su terreno, en el campo del que ellos saben, en la forma de apilar sacos de millones de euros.
Otro rico hombre, como Agapito Iglesias, Solans, bajó a segunda división al Real Zaragoza en el año 2002 y lo dejó con una deuda de más de 20 millones de euros. Dos años más tarde con el Zaragoza en primera, la deuda subió a los 30 millones, y ahora, con las palancas del mando en manos de Agapito Iglesias y Eduardo Bandrés, con el Zaragoza recien descendido a la segunda división, la deuda se cifra en 67 millones.
Una de las razones esgrimidas por Agapito Iglesias (aunque la dialéctica no es su fuerte) para justificar la deuda que tiene el Real Zaragoza, que se estira como el chicle, es que la gente come y necesita un sueldo. Come el propio Agapito, según dijo, y come también Eduardo Bandrés, o sea, que cobran un sueldo del Club, aunque no cifró ninguna cantidad.
Algunos jugadores como Milito (que toma vuelo y se va del Club), Ayala, Aimar y Luccin, comen por 3 millones de euros cada uno de ellos; Oliveira por 2,5; Matuzalem por 2; por 1,5 cada uno Celades y Sergio Fernández y por 1,2 Gabi y Pavón.
Como se puede ver los jugadores del Real Zaragoza no meten goles suficientes o no impiden que el contrario le meta goles, pero comer comen.
Los ingresos por derechos de imagen en televisión descenderán de 16 millones a 3 y es de esperar que los procedente por abonos también bajarán, lo que unido a los 67 de deuda que tiene deja al Club con un futuro incierto y deja meridianamente clara la necesidad de gente competente que administre debidamente al Club, cosa que evidentemente no han hecho ni Agapito Iglesias, por muchos pegotes de empresario que se pegue, ni Eduardo Bandrés.
El Real Zaragoza nada tiene que ver ni con la política ni en la política aragonesa, ha dicho Agapito Iglesias, pero como ya se ha señalado que es un ignorante, tampoco por aquí le vamos a meter caña ahora, tiempo tendremos. Cuando el Ayuntamiento de Zaragoza termine de facilitarle la especulación urbanística con el solar del Campo de fútbol municipal de la Romareda, y el Gobierno de Aragón se invente una cuchufleta para soltarle una tacada de millones en la forma que se saque de la manga.
Cosa que ya ha apuntado el propio Agapito Iglesias al proclamar que, el Real Zaragoza en segunda división, sí, pero ahora más que nunca, las instituciones aragonesas tienen que demostrar que son de primera división, o sea, que él necesita dinero para pagar las deudas contraídas en su empresa que es el Real Zaragoza.
Nada, que nos toma por tontos este muchacho, el Agapito, y cree que el dinero público que pide no es dinero de todos los aragoneses que podría estar mejor invertido en gastos sociales o, incluso, financiando actividades empresariales al pequeño y mediano empresario, que ése si que crea riqueza, contribuye al desarrollo económico (no necesariamente crecimiento económico), origina independencia política, fija población y no deudas, como ha hecho el rico, ignorante y pedante Agapito Iglesias. ¡Y pide dinero encima para que les paguemos entre todos sus deudas! Y se pone gallito el muchacho. No te jode.
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