A raíz
del fallecimiento de Gorbachov han circulado por los medios españoles
comentarios acerca del desprecio que sentía Fidel por el político ruso. En el
libro Un grano de maíz: Conversación con Fidel Castro Tomas Borge obtiene esta
respuesta.
Lo que opinaba Fidel Castro sobre Gorbachov
EL Viejo Topo
7 septiembre, 2022
–Usted hace poco dijo, no refiriéndose al socialismo en general sino al
caso especifico de la Unión Soviética, que había sido asesinada por la espalda.
Le pregunto: en esta conjura de los puñales blancos, entre los asesinos de la
URSS ¿está Mijaíl Gorbachov?
—No, no podría
calificar a Gorbachov de esa forma, porque tengo otro concepto de Gorbachov y
no el concepto de un asesino que premeditó la destrucción de la URSS. Con
respecto a la Unión Soviética ha ocurrido una autodestrucción, una increíble
autodestrucción. Es indiscutible que la responsabilidad de esa autodestrucción
la tuvieron los líderes, los que dirigían ese país. Ahora, algunos la
destruyeron conscientemente y otros la destruyeron inconscientemente, fue lo
que quise, mas o menos, expresar con eso; que todas las cosas que se hicieron
conducían a la destrucción de la Unión Soviética, todos los fenómenos y todas
las tendencias que se desataron allí conducían a la destrucción, y nosotros lo
vimos desde el principio o desde bastante al principio, cuando una serie de
fenómenos de esa naturaleza empezaron a desatarse allí.
No puedo decir
que Gorbachov haya realizado un papel consciente en la destrucción de la Unión
Soviética, porque no tengo duda de que Gorbachov tenia la intención de luchar
por un perfeccionamiento del socialismo, no tengo ninguna duda de eso; hablé
con él, lo conocí, conversé con él varias veces, y llegué a conocer un poco al
hombre. Con nosotros fue muy amistoso, con nosotros fue amigo realmente;
durante mucho tiempo y mientras ejerció un real poder en la Unión Soviética,
hizo todo lo posible por respetar los intereses de Cuba e hizo todo lo posible
por preservar las buenas relaciones con nuestro país. Ahora bien, él desempeñó
indiscutiblemente un papel importante en los fenómenos que se desataron allí en
la Unión Soviética.
—¿Usted leyó el libro de Gorbachov “Perestroika”?
—Leí con mucha
atención una vez el libro de Gorbachov, que tuvo gran divulgación por el mundo,
para tratar de penetrar en sus intenciones. Muchas veces uno tenia la idea de
que estaban haciendo las cosas de una forma demasiado precipitada, de que
querían resolver muchos problemas al mismo tiempo; ellos tenían que haber
establecido un orden de prioridades en todo un proceso para perfeccionar el
socialismo en la Unión Soviética. No tengo ninguna duda de que era muy
deseable, era conveniente y era útil que se perfeccionara el socialismo en la
Unión Soviética, no que desapareciera el socialismo en la Unión Soviética, o
que se destruyera ese poderoso Estado, que tenia un importantísimo papel en el
equilibrio de fuerzas en el mundo, y cumplía un papel fundamental para todos
los países del Tercer Mundo y para todo el mundo, desde el momento en que era
el único poder que podía enfrentarse, y se enfrentaba, al otro poder, el poder
del imperialismo norteamericano.
Entonces,
cualesquiera que fueran los errores que pudieran haber cometido los soviéticos,
cualesquiera que pudieran ser las deficiencias del socialismo soviético, el
papel objetivo que desempeñaba en el mundo tenía una importancia trascendental,
y eso había que preservarlo de cualquier forma.
–Una cosa, Fidel, es la preservación del socialismo y otra la preservación
de la URSS…
–A nosotros nos
parecieron bien los esfuerzos que hicieron los soviéticos por perfeccionar el
socialismo en la Unión Soviética, pero no podíamos estar de acuerdo, ni
habríamos estado jamás de acuerdo, en que se destruyera la Unión Soviética, en
que se destruyera no solo el socialismo en la Unión Soviética, sino que se
destruyera también la Unión Soviética, por el daño terrible que eso significa
para todos los pueblos del mundo y la situación en que eso coloca al Tercer
Mundo, de manera particular. Pero, además, les crea una situación difícil a los
propios aliados de EEUU y se abre una nueva página de la historia en estos
momentos, después que se produce este desplome, no del campo socialista, sino
el desplome de la Unión Soviética; ha desaparecido todo en el brevísimo curso
de unos pocos años.
Te decía,
cuando leí el libro de Gorbachov, que él no quería eso. Gorbachov hablaba,
incluso, de defender el socialismo y de más socialismo, no de menos socialismo.
Lo dijo y lo repitió muchas veces, y no tengo duda de que él quería eso; pero
allí se desata un proceso en el cual Gorbachov tiene responsabilidad, desde
luego, y tienen responsabilidad los líderes soviéticos, la dirección del
partido soviético, la dirección del gobierno soviético, en su conjunto, no
hablo ahora de responsabilidades individuales, hay una forma de responsabilidad
colectiva en eso. Entonces se cometieron enormes errores y desataron procesos
que fueron autodestructivos para el socialismo y para la Unión Soviética,
porque si se desata un proceso en que todos los valores de un país empiezan a
ser destruidos, ese proceso es muy negativo. Las consecuencias de un proceso
que destruya todos los valores sobre los cuales se ha cimentado un país, son
sumamente negativas y terribles.
Se desata un
proceso de destrucción de la autoridad del partido, y destruir la autoridad del
partido era destruir uno de los pilares de la existencia del socialismo y de la
existencia de la Unión Soviética, porque el partido fundado por Lenin fue el
pilar fundamental, el cemento de la creación de la Unión Soviética, que fue una
extraordinaria proeza histórica, una proeza sin precedente y un mérito sin
precedente de los pueblos soviéticos que lograron eso.
Si tú destruyes
la autoridad del Estado, la haces polvo, entonces las consecuencias son
igualmente terribles. No se trataba de destruir los valores, ni de destruir el
partido, ni de destruir el Estado, y no creo que ésas hayan sido las ideas o
las intenciones de Gorbachov, pero ha venido a ser el resultado final de todo
el proceso que se inició a raíz de la perestroika; de lo que se trataba era de
superar las deficiencias del socialismo, perfeccionar el socialismo, consolidar
los valores del socialismo y la historia de ese país.
–Hace poco hablamos de la historia… ¿Este proceso negativo cambiará, en el
futuro, lo que se ha conocido como la historia de la URSS?
–Uno de los
procesos negativos que se desatan es el proceso de destrucción de la historia
de la Unión Soviética. No se trataba del análisis de los problemas, de las
críticas de los problemas, sino de la destrucción y de la negación de todos los
valores, de todos los méritos y de toda la historia de la Unión Soviética.
Nadie allí pensaba, nadie podía concebir semejante cosa; es decir, no puedo
concebir esa intención en Gorbachov y en muchos de los hombres que iniciaron
ese proceso. Si digo que cometieron grandes errores al no ser capaces de prever
las consecuencias, al no saber llevar adelante el proceso adecuado para
conseguir los fines y los objetivos que se proclamaron, que eran objetivos,
desde luego, necesarios, eran objetivos justos.
En el libro de
Gorbachov llega un momento en que dice más o menos: algunos piensan que hay que
abordar progresivamente los problemas. Y añadía: no, lo correcto es abordarlo
todo de una vez, hacerlo todo de una vez,
Muchos de los
errores que desde el punto de vista estratégico y táctico se cometieron, eran
vistos como la forma correcta de hacer las cosas, y al desatarse todas esas
tendencias negativas se introducen también todos los elementos oportunistas y
se introducen todos los elementos que de manera consciente actuaron para
destruir el socialismo; y, desde luego, EEUU y sus aliados occidentales se
movían en la dirección de destruir el socialismo en la Unión Soviética, de
impulsar todas las fuerzas reaccionarias dentro de la Unión Soviética. Incluso
en Occidente se cambió la terminología y se empezó a llamar conservadores a
todos los que eran partidarios de defender la Unión Soviética, de defender el
socialismo, de defender el comunismo, y los que eran partidarios del
capitalismo, y no de un capitalismo modernizado, sino de un capitalismo primitivo,
que es el que está aplicándose en este momento, los que eran partidarios del
neoliberalismo y los que eran partidarios de que desapareciera incluso la Unión
Soviética, eran calificados de gente progresista, gente de izquierda. Se
tergiversaron deliberadamente todos los conceptos.
La propaganda
occidental impulsó todo ese proceso, porque tenía por objeto poner de rodillas
a la Unión Soviética, y tanto hicieron que ahora andan preocupados por los
fenómenos y las consecuencias posibles de esa desintegración.
–¿Cree usted que fue posible darle algún giro a los acontecimientos y haber
salvado la integridad de la Unión Soviética?
–La Unión
Soviética no hubiera podido ser desintegrada, el imperialismo no habría podido
desintegrar a la Unión Soviética, si los propios soviéticos no se hubieran
autodestruido, si los responsables de la estrategia y la táctica, y de la
dirección política y estatal del país, no hubieran destruido el país, que es lo
que ha ocurrido. Es decir que el socialismo no muere de muerte natural: se
produce un suicidio, se produce un asesinato del socialismo. Es lo que yo quise
expresar en mis palabras. Todavía no se sabe todo lo que ha ocurrido. Ya por
ahí se empieza a hablar -y no quiero introducirme en ese tema- de cómo los
cambios en Polonia fueron perfectamente planificados y elaborados desde
Occidente, y ya se sabe cómo todo el proceso de desintegración del campo
socialista del Este de Europa fue planeado y elaborado.
–¿Y usted tiene alguna idea, Fidel, de quiénes participaron, dentro de los
propios países socialistas, en la realización de ese plan?
–Lo que no se
conoce todavía, y se conocerá algún día, es quiénes fueron los que de manera
consciente trabajaron con la CIA, trabajaron con los servicios de inteligencia
yankis para llevar a cabo el papel de quinta columna y para llevar a cabo la
destrucción del campo socialista. Y no se sabe todavía, y algún día se
conocerá, los que de manera consciente y todos los que en complicidad con los
servicios de inteligencia de EEUU trabajaron para destruir el socialismo en la
Unión Soviética y trabajaron para liquidar a la Unión Soviética. Eso se sabrá
algún día, siempre se sabe. Puede tardar 20 años, puede tardar 25, puede tardar
40, puede tardar 50, pero algún día se sabrá.
Esto no quiere
decir que la historia allí terminó, porqué en este momento, desgraciadamente,
se vive en una incertidumbre tan grande y estamos presenciando un proceso tan
duro de conflictos, de problemas, de divisiones, que duele ver, se amarga uno
al pensar que todavía puede no haber llegado a fondo ese fenómeno de
desintegración que se ha producido allí. No sé realmente cómo es que van a
sobrevivir esas naciones si destruyen los vínculos económicos que existían
entre ellas. Tú puedes comprender perfectamente que no es posible armar toda
una economía común durante 70 años, y que de repente todo eso se desintegre; no
se sabe los sufrimientos, las calamidades, el costo que pueda significar para
cada uno de los pueblos que integraban la Unión Soviética.
Una vez
desaparecida la Unión Soviética, lo menos que puede uno desear es que se
mantenga una integración económica entre todos esos países, que se mantenga una
colaboración entre ellos, que se mantenga una defensa coordinada, que se
mantengan las propias repúblicas que se separaron de la Unión Soviética y que
no se produzcan nuevos procesos de desintegración dentro de ellas. Todo lo que
ocurre en el sentido de más división, más conflictos y más desintegración entre
los países que constituyeron la Unión Soviética, es muy malo para toda la
humanidad, es terrible; favorece las condiciones para el hegemonismo mundial de
EEUU, favorece las condiciones para el dominio mundial y para la explotación
mundial por parte del imperialismo y de sus aliados actuales, ya que en las
nuevas condiciones está por ver cuáles van a ser las consecuencias de las
contradicciones que van a surgir entre EEUU y sus aliados.
Esa es una ley
de la historia, no tiene excepción, es inexorable; esas contradicciones van a
surgir, y van a surgir cada vez más, entre los que son hoy aliados, porque al
desaparecer la Unión Soviética se crean condiciones absolutamente nuevas en el
mundo y empiezan las rivalidades entre las grandes potencias económicas
capitalistas, se inicia otra historia. Pero, bueno, en qué terminará todo este
proceso en la Unión Soviética todavía no se sabe, ni se sabe qué cosas pueden
pasar si no superan los problemas que tienen ahora; no se sabe las
consecuencias todavía peores que puede tener ese proceso para esos pueblos y
para la humanidad.
Ahora van a vivir
las experiencias del capitalismo, y de la peor forma de capitalismo, y van a
vivir la experiencia del neoliberalismo; van a vivir la experiencia de la
receta del Fondo Monetario Internacional; van a vivir las experiencias que
están viviendo hoy los pueblos de América Latina; van a vivir las experiencias
que están viviendo los pueblos de África, los pueblos de Asia; van a vivir las
experiencias del Tercer Mundo; de manera que esta es una historia que comienza
y en la cual todavía no se ha dicho la última palabra. Este fenómeno está
avanzando, muchas tendencias negativas están avanzando, y en algún momento se
detendrán, en algún momento deberán empezar a revertirse, hasta el punto en que
se conserve todo lo que pueda conservarse de lo que fue la antigua comunidad de
países que integraron la Unión Soviética.
Sin duda, EEUU
y sus aliados están muy alegres o estuvieron muy alegres por lo que ahí pasó.
Me lo decía de forma confidencial un jefe de Estado europeo que tenía una gran
nostalgia de la Unión Soviética, lo que confirma esas aseveraciones que usted
hizo…
Leer libro completo: https://lahaine.org/eO5p
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