La situación de la UE y la
OTAN entre los retos de la vanguardia política
DIARIO OCTUBRE / septiembre 2, 2023
Ante la
posibilidad de formar gobierno, Alberto Núñez Feijoo anunció que no modificaría
esta reforma a pesar de la bronca que causó, por su contenido y por su proceso
de aprobación. La calificó de ser “sustancialmente buena”. La duda que podíamos
tener sobre la intención de voto de Casero, se desvaneció, confirmando lo que
ya sospechábamos: todo el proceso de debate y votación de la No-Reforma
(avalada por sindicatos y patronal), fue fruto de la tragicomedia que se
escenifica, día tras día, en la política institucional española.
Esta cuestión
pone de manifiesto una vez más que los debates políticos son solo postureo,
escenificaciones centradas en descalificaciones personales, consignas sin
contenido, pero emotivamente ideologizadas y sin propuestas materiales de
calado. Obvio, los centros de poder y toma de decisiones hace tiempo que se
desplazaron de Madrid a Bruselas. Algo similar le ocurre al resto de
territorios sometidos a los dictados de la UE.
Durante 2022,
el Congreso de los Diputados y el Senado de España aprobaron un total de 73
leyes. De ellas, 42 regulan aspectos que obedecen al mandato directo de la
Unión Europea. Esto supone que el 57 % de nuestra nueva legislación se está
aplicando careciendo del poder de decisión de “nuestros representantes políticos”.
Todas ellas, en áreas tan importantes como la formación profesional, la
política agraria, las hipotecas, la política de igualdad, medio ambiente,
salud, energía, fiscalidad, …
La recepción de
los Fondos de “rescate” New Generation, del Plan de Recuperación,
Transformación y Resiliencia, se llevará a cabo, gobierne quien gobierne. Las
condiciones: la primera, introducir lo que Bruselas llama reformas
estructurales. La segunda, devolver lo prestado y aplicar las medidas
necesarias que garanticen la viabilidad de las devoluciones.
España se está
convirtiendo en un solar yermo que deberemos reconstruir los trabajadores y
trabajadoras. Despojado a conciencia por los grandes monopolios, grandes
beneficiados de los 140.000 millones de euros de Europa, que están permitiendo
mantener, por algo más de tiempo, la ficción de una economía que funciona a la
perfección. Sin embargo, bajo la alfombra, ya no cabe más mierda.
Una fiscalidad
desfavorable a la mayoría social, que apuntale a los monopolios, recortes en educación
y sanidad, capitalización de las pensiones. Ese es el futuro que nos depara la
Europa de la guerra.
España tiene
actualmente una deuda pública del 112,92 % del PIB. 1.526.422,65 millones de
euros en abril de este año. Es decir, cada habitante de España debe unos 32.000
euros. Igual que en otros sitios (ej. Alemania), ya arrecia recesión, aquí la
tendremos pronto y más profunda, atendiendo al carácter y estructura de nuestra
economía.
Por eso,
Bruselas, tras la suspensión de las reglas fiscales durante la pandemia hasta
2023, el próximo año reanuda la normalidad. Esto significa que España debe
reducir el déficit público del 5 % al 3 % del PIB y recortar su deuda del 115 %
al 60 % del PIB. El próximo año se deberá hacer un primer ajuste de unos 9.000 millones
de euros.
Eso supone un
gran esfuerzo de “austeridad” para las capas populares, en un contexto en el
que la OTAN obliga a los Estados de la Unión Europea, prácticamente a la
autodestrucción social.
El gasto
militar mundial no ha parado de crecer desde finales de los años 90. En 2021 el
total mundial superó por primera vez los dos billones de dólares (unos 1,
billones en euros), un 0,7 % más que en 2020 y un 12 % más que en 2012, según
datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz.
Y desde el 2014 el compromiso de aumentar por encima del 2 % del PIB de los
miembros de la OTAN, enriqueciendo a la próspera industria armamentística y
relegando a la pobreza a millones de seres humanos.
Europa se ha
convertido en el centro de una confrontación mundial. La guerra de la
organización criminal OTAN contra Rusia, a principios de año, ya se cobró la
cifra de más 300.000 muertos entre militares y civiles, pero hijas e hijos
todos de la clase obrera. Y seguirá creciendo conforme la intervención de la
Organización Atlantista se haga más explícita y directa, salga de bambalinas y
se sitúe en primera linea de fuego.
Y en esta
dinámica del Occidente Colectivo liderada por los EEUU, los frentes de batalla
se amplían y diversifican: África, el Pacífico Sur, y por supuesto, Europa.
Esta Europa
enferma de muerte que se va empobreciendo una vez roto su eje comercial
natural. Las sanciones contra Rusia y la desconexión comercial de lo que forma
Euroasia está llevando a la quiebra a la Unión Europea. Una estrategia perfecta
por parte de los Estados Unidos de América, que a la vez que debilita a Rusia,
afila sus armas contra China, elimina a Europa como competencia y la esclaviza.
Las
estimaciones más optimistas, entienden que la economía de la eurozona ya está
en fase de estancamiento. Tras crecer +1,0 % en 1T 2023, se prevé un +0,3 % en
2T y 3T, y +0,8 % en 4T 2023. Sin embargo, los países más dependientes de las
manufacturas sufrirán recesiones moderadas, como es el caso de Alemania (-0,4 %
2023).
Otras
previsiones, ante la imposibilidad de atajar el alza de los precios, las
subidas de tipos y el resto de indicadores económicos, ya sitúan un 2024 en el
que el empobrecimiento de Europa será todavía más acusado y por lo tanto,
aumentarán las movilizaciones sociales ante el malestar de la población.
Nunca fue tan
trascendente el papel de vanguardia y dirección política de los partidos
comunistas como el actual. La confrontación contra el fascismo nihilista nos
debe llevar a engrasar la maquinaria que permita una presencia organizada entre
las masas y nos conduzcan a dar un salto cualitativo y cuantitativo en la
correlación de fuerzas ante el complejo escenario que nos viene por delante.
FUENTE: unidadylucha.es
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