Un poco de luz antes del amanecer
EL TERRITORIO DEL LINCE
03.10.2022
Sí, ya lo sé: que si las elecciones en Brasil, que si
el sabotaje al oleoducto, que si... A mí no me interesan esas cosas, por ahora.
Lo que sí me interesa es la rebelión ciudadana en Gran Bretaña. ¿Alguien se
acuerda de que el movimiento de desobediencia civil "No pagues" tenía
como fecha el 1 de octubre para dejar de pagar las facturas de electricidad y
gas? El objetivo que se habían marcado era llegar a un millón de personas
dispuestas a hacerlo, pero no ha sido posible llegar a esa cifra. Son algo
menos de 200.000 quienes decidieron seguir adelante, y lo han hecho.
Desde el sábado, fecha de entrada en vigor de un aumento de las tarifas del 60%, en cientos de pueblos y ciudades de Gran Bretaña (Birmingham, Manchester, Bristol, Brigthon, Londres...) la vanguardia, esos 200.000, están quemando públicamente sus facturas en una campaña que, de forma sorprendente, está siendo asumida -a su manera- por los laboristas intentando apropiarse de ella.
El anuncio del recorte de impuestos para los ricos al
mismo tiempo que millones de británicos se han visto arrojados a la pobreza
energética (eufemismo que encubre que son pobres, sin más) y las tasas de
inflación alcanzan máximos en varias décadas está siendo aprovechado por los
laboristas que, así, han logrado desactivar y cooptar la campaña "No
pagues". En estos momentos, las encuestas les ponen por las nubes. Esto ha
hecho que se haya dado marcha atrás en esa decisión de recortar los impuestos a
los ricos.
Sin la menor duda que la iniciativa de desobediencia
civil "No pagues" ha jugado, está jugando, un papel determinante en
todo lo que está pasando en Gran Bretaña.
Y lo mismo está ocurriendo en Italia, donde la misma iniciativa se está desarrollando pero dando un
paso más: para hoy se había convocado un Día Internacional de Lucha contra
la Crisis y el Alto Costo de la Vida que ha tenido muy buen seguimiento en
Turín, Novara, Milán, Trieste, Bolonia, Florencia, Livorno, Pisa, Spoleto,
Roma, Nápoles y Cagliari, entre otras ciudades. Es la primera movilización
popular tras el triunfo en las elecciones de los neofascistas, y es
una movilización que se ha hecho al margen y en contra de los partidos "de
izquierda".
Si
a ello se suma una huelga en Francia, lanzada por la CGT, se ve algún atisbo de
resistencia frente a lo que está pasando en Europa. Pequeño aún, cierto, pero
no por ello desdeñable.
Y, por cierto también, está aún por ver que Lula gane
las elecciones en la segunda vuelta y, si lo hace, quedará tan descafeinado por
los pactos que nada de lo que diga sobre "justicia social" y eso va a
tener valor. Ya está diciendo que su gobierno será "pragmático". Los
capitalistas están aplaudiendo con las orejas.
El Lince
Publicado por Lynx Pardinus en 8:36
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