¿Dónde viven el sueño
americano los niños de Skid Row?
DIARIO OCTUBRE / julio 1, 2024
Los niños duermen en las aceras, entre el frío de los inviernos, el hambre y el miedo
Raúl Antonio
Capote (Granma).— Entre bolsas de basura, tiendas de
campaña y refugios de cartón viven miles de personas, muchos de ellos niños y
niñas, en el que es uno de los territorios más pobres y peligrosos del mundo.
Se trata de
Skid Row, un barrio de Los Ángeles en el que se concentra la más grande
población de personas sin hogar de la ciudad.
Localizado al
este del Downtown, en dos kilómetros cuadrados, unos 12 000 seres humanos
sobreviven sin agua potable ni aseos.
Es común
observar, en esta zona, a la gente deambular sin rumbo por sus pasajes, entre
el hedor generalizado, poniendo sumo cuidado en no pisar agujas desechadas o
excrementos humanos.
De acuerdo con
el ranking de AreaVibes.com, el centro de Los Ángeles es el lugar más peligroso
de toda la ciudad, con una alta incidencia de crímenes violentos.
Allí se agrupan
miles de homeless y marginados cuyas condiciones de vida, denunciadas por las
Naciones Unidas, son denigrantes.
Para agravar la
situación, unas cien familias con más de 200 niños, pertenecientes a la última
oleada de emigrantes, se sumaron en el último año a los antiguos habitantes.
Sin embargo,
Skid Row no es la excepción de la regla: unas 650 000 personas moran en
condiciones de indigencia en EE. UU. –20 de cada 10 000 habitantes– según la
encuesta anual Point-in-Time Count; de ellas, 75 500 en el condado de Los
Ángeles.
Los niños de
Skid Road duermen en las aceras, entre el frío de los inviernos, el hambre y el
miedo; muchos hijos de emigrantes que viajaron en busca de un espejismo que se
desvanece rápido entre las carpas de lona.
Por esas cosas
del sistema que rige en ese país, la zona se encuentra a unos pocos kilómetros
del glamour y la opulencia de los barrios de Beverly Hills y Bel-Air.
Hablamos de la
ciudad de las estrellas de cine, de los rascacielos que tocan las nubes, donde
circulan los más lujosos autos descapotables, la urbe maravillosa del Paseo de
la Fama y las mansiones gigantes.
Se trata de la
gran ciudad en la que confluyen miles en busca del triunfo y de la fama en
Hollywood, la metrópoli del mito romántico de la camarera que se coinvierte en
sex simbol de la noche a la mañana, de los superhéroes del celuloide, la meca
del sueño americano.
Pero Skid Row
es su otra cara, la que no se muestra. Allí no hay luces ni espejismos. Se
debería advertir en su entrada a los que llegan: «¡Oh, vosotros, los que
entráis, abandonad toda esperanza!» tal cual reza el tercer canto del Infierno
en la Divina Comedia, de Dante.
FUENTE: granma.cu
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