El
presidente y mayor accionista del Grupo PRISA, Joseph Oughourlian, jurará
fidelidad a un Núñez Feijóo sentado en La Moncloa
TERCERAINFORMACION
/ 01.06.2023
Joseph Oughourlian. Foto:
Grupo PRISA
El Confidencial publicó
ayer la reunión del dueño de ‘El País’ y la SER con Feijóo para
tender puentes con la derecha. Se trata de uno de esos escasos
contenidos que puedes leer en El Confidencial y el coro de voceros de la
derecha y extrema derecha española con cierta credibilidad. No es la habitual
propaganda vomitiva para la que se fundaron El Confidencial y otros tantos
peones de la banda conservadora.
Empecemos por los antecedentes antes de entrar
en lo ocurrido. El «Independiente» ya nos contó en septiembre de
2022 una noticia bajo este titular –Oughourlian, dueño de ‘El País’:
«Intentamos ser de derechas, pero no funcionó y regresamos a la izquierda«-;
Entonces el máximo dirigente de Amber Capital dijo abiertamente en un foro
organizado por Nueva Economía Fórum que “todos los medios de comunicación en
España son de derechas”, para añadir “quisimos ser de derechas, pero tuvimos
que volver hacia la izquierda porque no obtuvimos los resultados esperados”. Y
no son estas especulaciones, sino declaraciones públicas del tipo que se reunió
poco antes del 28-M con Feijóo, casi emulando las reuniones de los hermanos Roy
con Jeryd Mencken en los capítulos
finales de Succession.
En la vida real vete a saber que intercambio
de favores se han cruzado Oughourlian y
Feijóo, pero apuesto por un respaldo del Grupo PRISA al PP condicionado por
la ocupación de la Moncloa. El diario que edita El País se sumaría así a la
abrumadora mayoría de corporaciones mediáticas que hincaron rodilla frente a
PP, a Vox, o a ambos (Mediaset, Atresmedia, Vocento, Unidad Editorial, Grupo
Planeta, etc.), y a la creciente plaga de ratas que propaga la peste a lo largo
y ancho del país (casi todas las webs acabadas en «digital», Esdiario,
Hispanidad, OkDiario, The Objetive y un demasiado largo etc.).
El segundo antecedente nos lleva al momento en
que el presidente de PRISA quiso trocear el gigante de defensa español Indra,
en noviembre de 2022: El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian,
planea hacer caja con Indra vendiendo el negocio tecnológico (Libremercado).
Amber poseía casi un 10% de Indra, y la división de la parte tecnológica de
1.500 y 2.000 millones de euros, y la de defensa, de 1.500 millones, le
generaría beneficios a través de la venta de la parte tecnológica. De esta
manera, podría afrontar una deuda del Grupo PRISA que ronda los 1.000 millones
(de un pasivo total de 1.420 millones de euros) con un patrimonio neto negativo
de -530 millones de euros, unos intereses anuales de cerca de 100 millones, y
un valor en bolsa de apenas 247 millones.
El Confidencial nos revela que Pedro
Sánchez «impidió» a Oughourlian «exprimir su inversión en Indra» con
la mencionada división, pues el Gobierno controla el 28% de las acciones a
través de la SEPI. También, que no permitió la entrada de capital de
Mediaset en PRISA a cambio de quedarse con la SER. Son versiones de la
realidad que se asemejan otra vez a -por ejemplo- a la amenaza de
bloqueo de Jeryd Mencken a que una corporación sueca -Gojo- absorba WayStar
RoyCo en la citada serie de ficción política.
El tercer precedente lo descubrimos en el
titular de otro medio de ultraderecha, mucho más fiable -como decía- en este
tipo de contenidos: Joseph Oughourlian ‘se lleva’ el 25% de la
propiedad de Prisa a Luxemburgo (vozpópuli). Supongo que todo el
mundo recuerda el escándalo mediático desatado por la emigración de la sede
corporativa de la gran constructora Ferrovial a los Países Bajos. Críticas muy
bien justificadas ante la cara de cemento de los directivos de Ferrovial, que
creció y se desarrolló gracias a sus inversiones en obra pública en España. Un
editorial de El País lo tituló «Ferrovial se va» y subtituló «Las razones
aducidas para la deslocalización de la empresa española a Países Bajos son
confusas o incompletas». Bien por El País, pero el cinismo de PRISA era tan
inmenso como el silencio mediático ante el traslado de la cuarta parte del
Grupo a una sociedad Oviedo Holdings S.A.R.L., ubicada en Luxemburgo en una
«reorganización» de sus participaciones. El hecho ocurrió en diciembre de 2022,
unos tres meses antes del movimiento de Ferrovial y poco después de las
desavenencias de Sánchez con Amber.
La ausencia de críticas a PRISA y la
autorización de la maniobra bajo cuerda deben leerse como una cesión o un gesto
para corregir disgustos previos. El aumento de la
participación de Amber en Indra, hasta un paquete accionarial
que se eleva a 12,7 millones de títulos tiene una lectura similar. De hecho,
nadie debiera extrañarse de que en el contexto de una futura distopía con
Feijóo en la presidencia y Abascal como vice, el Gobierno ordenase
cercenar Indra en dos, tal y como pide Oughourlian, esto después de
sentarle en el consejo de administración de la empresa armamentística.
La reunión del presidente de PRISA con el líder
del PP es tan trascendente que Pedro Sánchez ha salido inmediatamente a
la palestra para repetir una nueva versión de aquel discurso sincero
que a todos sorprendió, de aquella memorable entrevista de Évole en Salvados en
octubre de 2016: “Ha habido determinados medios de comunicación que me han
dicho que si hubiera entendimiento con Podemos ellos lo criticarían. El País ha
sido uno de ellos. Una de las explicaciones por las que la línea editorial haya
sido tan abusiva e incluso insultante en lo personal ha sido por que pudiera
haber un entendimiento entre las dos izquierdas […] Me reuní con los
responsables de El País y me dijeron que o Rajoy o la línea editorial de El
País no iba a ayudar para que hubiera un gobierno progresista liderado por el
Partido Socialista».
Al reconocimiento por esas palabras, aplaudido
desde todos los sectores a su izquierda, se sumó ayer un tenebroso vaticinio
ante declaraciones evidentes: “Desde la posición de dominio que tienen en
grandes medios de comunicación, se va a desatar una campaña aun más feroz de
insultos y descalificaciones […] Veremos en programas de máxima audiencia a
gentes que solo se representan a ellos mismos pontificar e insultar sin derecho
a réplica. Se van a inventar barbaridades”. En esta ocasión nada revela ni a
nadie sorprende, pero sus palabras parecen un grito desesperado.
Un último acontecimiento decisivo para entender
un giro eventual del Grupo PRISA para retornar a tiempos tanto
o más oscuros que la etapa de la presidencia de Antonio Caño. Un período
que muchos queríamos olvidar, y cuya conclusión casi me llevó a
abandonar este blog…
Leemos hoy mismo que Oughourlian
quiere aplazar el relevo de Rosauro Varo en Prisa hasta después del 23-J (Invertia).
Nos parece esta una noticia que confirma como el presidente de PRISA espera
acontecimientos para fijar su posición editorial tras las elecciones
Generales. Rosauro Varon es el actual vicepresidente, que
emigra a un grupo amigo, Telefónica. Y aunque Invertia no nos lo relata, a
nadie escapa que el perfil del nuevo vicepresidente y miembro del consejo
responderá a una orientación ideológica próxima a quien ocupe la Moncloa el 23
de julio. Entre los accionistas del Grupo más interesados tenemos a Vivendi,
multinacional francesa de perfil muy conservador. El año pasado estudió hacerse
con hasta el 29,9% del editor de El País pero desistió al comprobar que el
Gobierno de Pedro Sánchez iba a vetarla porque inversiones extranjeras como
esta requieren la autorización del Gobierno español. Entre quienes ansían otro
sillón en PRISA tenemos al íntimo de Felipe González, el multimillonario Carlos
Slim, quien ya ha pedido entrar en el consejo de administración porque ha
alcanzado el 7% del capital social.
Y regresamos al último episodio de Successión para
un último guiño, cuando nos muestra la importancia de la composición y de las
votaciones de estos consejos en una de las escenas más trepidantes de la serie.
No olvidemos que una votación en el consejo de
administración de una corporación mediática como PRISA no tiene por qué abordar
solo asuntos estrictamente económicos. De hecho, muchas decisiones
aparentemente económicas llevan consigo un enorme peso político-ideológico.
En suma, aunque nos movemos en el terreno de las
suposiciones, el resultado del 23-J podría determinar un mayor
control de la opinión publicada en España por el eje PP/Vox, con el cambio de
orientación de PRISA desde posiciones socialdemócratas/keynesianas (también
neoliberales) en dirección a la cloaca.
¿Y qué podemos esperar de
un Grupo PRISA que rinda pleitesía a Feijóo? Probablemente una
información que bascule entre la seriedad del caos
ultraliberal y una política de patio de recreo dirigida a esa parte de la
sociedad que no cuenta con herramientas para gestionar situaciones políticas complejas,
y que se deja
llevar por sus emociones.
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