viernes, 2 de junio de 2023

El presidente y mayor accionista del Grupo PRISA, Joseph Oughourlian, jurará fidelidad a un Núñez Feijóo sentado en La Moncloa

 

El presidente y mayor accionista del Grupo PRISA, Joseph Oughourlian, jurará fidelidad a un Núñez Feijóo sentado en La Moncloa

 

TERCERAINFORMACION / 01.06.2023


Joseph Oughourlian. Foto: Grupo PRISA

 

El Confidencial publicó ayer la reunión del dueño de ‘El País’ y la SER con Feijóo para tender puentes con la derecha. Se trata de uno de esos escasos contenidos que puedes leer en El Confidencial y el coro de voceros de la derecha y extrema derecha española con cierta credibilidad. No es la habitual propaganda vomitiva para la que se fundaron El Confidencial y otros tantos peones de la banda conservadora.

Empecemos por los antecedentes antes de entrar en lo ocurrido. El «Independiente» ya nos contó en septiembre de 2022 una noticia bajo este titular –Oughourlian, dueño de ‘El País’: «Intentamos ser de derechas, pero no funcionó y regresamos a la izquierda«-; Entonces el máximo dirigente de Amber Capital dijo abiertamente en un foro organizado por Nueva Economía Fórum que “todos los medios de comunicación en España son de derechas”, para añadir “quisimos ser de derechas, pero tuvimos que volver hacia la izquierda porque no obtuvimos los resultados esperados”. Y no son estas especulaciones, sino declaraciones públicas del tipo que se reunió poco antes del 28-M con Feijóo, casi emulando las reuniones de los hermanos Roy con Jeryd Mencken en los capítulos finales de Succession.

En la vida real vete a saber que intercambio de favores se han cruzado Oughourlian y Feijóo, pero apuesto por un respaldo del Grupo PRISA al PP condicionado por la ocupación de la Moncloa. El diario que edita El País se sumaría así a la abrumadora mayoría de corporaciones mediáticas que hincaron rodilla frente a PP, a Vox, o a ambos (Mediaset, Atresmedia, Vocento, Unidad Editorial, Grupo Planeta, etc.), y a la creciente plaga de ratas que propaga la peste a lo largo y ancho del país (casi todas las webs acabadas en «digital», Esdiario, Hispanidad, OkDiario, The Objetive y un demasiado largo etc.).

El segundo antecedente nos lleva al momento en que el presidente de PRISA quiso trocear el gigante de defensa español Indra, en noviembre de 2022: El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, planea hacer caja con Indra vendiendo el negocio tecnológico (Libremercado). Amber poseía casi un 10% de Indra, y la división de la parte tecnológica de 1.500 y 2.000 millones de euros, y la de defensa, de 1.500 millones, le generaría beneficios a través de la venta de la parte tecnológica. De esta manera, podría afrontar una deuda del Grupo PRISA que ronda los 1.000 millones (de un pasivo total de 1.420 millones de euros) con un patrimonio neto negativo de -530 millones de euros, unos intereses anuales de cerca de 100 millones, y un valor en bolsa de apenas 247 millones.

El Confidencial nos revela que Pedro Sánchez «impidió» a Oughourlian «exprimir su inversión en Indra» con la mencionada división, pues el Gobierno controla el 28% de las acciones a través de la SEPI. También, que no permitió la entrada de capital de Mediaset en PRISA a cambio de quedarse con la SER. Son versiones de la realidad que se asemejan otra vez a -por ejemplo- a la amenaza de bloqueo de Jeryd Mencken a que una corporación sueca -Gojo- absorba WayStar RoyCo en la citada serie de ficción política.

El tercer precedente lo descubrimos en el titular de otro medio de ultraderecha, mucho más fiable -como decía- en este tipo de contenidos: Joseph Oughourlian ‘se lleva’ el 25% de la propiedad de Prisa a Luxemburgo (vozpópuli). Supongo que todo el mundo recuerda el escándalo mediático desatado por la emigración de la sede corporativa de la gran constructora Ferrovial a los Países Bajos. Críticas muy bien justificadas ante la cara de cemento de los directivos de Ferrovial, que creció y se desarrolló gracias a sus inversiones en obra pública en España. Un editorial de El País lo tituló «Ferrovial se va» y subtituló «Las razones aducidas para la deslocalización de la empresa española a Países Bajos son confusas o incompletas». Bien por El País, pero el cinismo de PRISA era tan inmenso como el silencio mediático ante el traslado de la cuarta parte del Grupo a una sociedad Oviedo Holdings S.A.R.L., ubicada en Luxemburgo en una «reorganización» de sus participaciones. El hecho ocurrió en diciembre de 2022, unos tres meses antes del movimiento de Ferrovial y poco después de las desavenencias de Sánchez con Amber.

La ausencia de críticas a PRISA y la autorización de la maniobra bajo cuerda deben leerse como una cesión o un gesto para corregir disgustos previos. El aumento de la participación de Amber en Indra, hasta un paquete accionarial que se eleva a 12,7 millones de títulos tiene una lectura similar. De hecho, nadie debiera extrañarse de que en el contexto de una futura distopía con Feijóo en la presidencia y Abascal como vice, el Gobierno ordenase cercenar Indra en dos, tal y como pide Oughourlian, esto después de sentarle en el consejo de administración de la empresa armamentística.

La reunión del presidente de PRISA con el líder del PP es tan trascendente que Pedro Sánchez ha salido inmediatamente a la palestra para repetir una nueva versión de aquel discurso sincero que a todos sorprendió, de aquella memorable entrevista de Évole en Salvados en octubre de 2016: “Ha habido determinados medios de comunicación que me han dicho que si hubiera entendimiento con Podemos ellos lo criticarían. El País ha sido uno de ellos. Una de las explicaciones por las que la línea editorial haya sido tan abusiva e incluso insultante en lo personal ha sido por que pudiera haber un entendimiento entre las dos izquierdas […] Me reuní con los responsables de El País y me dijeron que o Rajoy o la línea editorial de El País no iba a ayudar para que hubiera un gobierno progresista liderado por el Partido Socialista».

Al reconocimiento por esas palabras, aplaudido desde todos los sectores a su izquierda, se sumó ayer un tenebroso vaticinio ante declaraciones evidentes: “Desde la posición de dominio que tienen en grandes medios de comunicación, se va a desatar una campaña aun más feroz de insultos y descalificaciones […] Veremos en programas de máxima audiencia a gentes que solo se representan a ellos mismos pontificar e insultar sin derecho a réplica. Se van a inventar barbaridades”. En esta ocasión nada revela ni a nadie sorprende, pero sus palabras parecen un grito desesperado.

Un último acontecimiento decisivo para entender un giro eventual del Grupo PRISA para retornar a tiempos tanto o más oscuros que la etapa de la presidencia de Antonio CañoUn período que muchos queríamos olvidar, y cuya conclusión casi me llevó a abandonar este blog…

Leemos hoy mismo que Oughourlian quiere aplazar el relevo de Rosauro Varo en Prisa hasta después del 23-J (Invertia). Nos parece esta una noticia que confirma como el presidente de PRISA espera acontecimientos para fijar su posición editorial tras las elecciones Generales. Rosauro Varon es el actual vicepresidente, que emigra a un grupo amigo, Telefónica. Y aunque Invertia no nos lo relata, a nadie escapa que el perfil del nuevo vicepresidente y miembro del consejo responderá a una orientación ideológica próxima a quien ocupe la Moncloa el 23 de julio. Entre los accionistas del Grupo más interesados tenemos a Vivendi, multinacional francesa de perfil muy conservador. El año pasado estudió hacerse con hasta el 29,9% del editor de El País pero desistió al comprobar que el Gobierno de Pedro Sánchez iba a vetarla porque inversiones extranjeras como esta requieren la autorización del Gobierno español. Entre quienes ansían otro sillón en PRISA tenemos al íntimo de Felipe González, el multimillonario Carlos Slim, quien ya ha pedido entrar en el consejo de administración porque ha alcanzado el 7% del capital social.

Y regresamos al último episodio de Successión para un último guiño, cuando nos muestra la importancia de la composición y de las votaciones de estos consejos en una de las escenas más trepidantes de la serie.

No olvidemos que una votación en el consejo de administración de una corporación mediática como PRISA no tiene por qué abordar solo asuntos estrictamente económicos. De hecho, muchas decisiones aparentemente económicas llevan consigo un enorme peso político-ideológico.

En suma, aunque nos movemos en el terreno de las suposiciones, el resultado del 23-J podría determinar un mayor control de la opinión publicada en España por el eje PP/Vox, con el cambio de orientación de PRISA desde posiciones socialdemócratas/keynesianas (también neoliberales) en dirección a la cloaca.

¿Y qué podemos esperar de un Grupo PRISA que rinda pleitesía a Feijóo? Probablemente una información que bascule entre la seriedad del caos ultraliberal y una política de patio de recreo dirigida a esa parte de la sociedad que no cuenta con herramientas para gestionar situaciones políticas complejas, y que se deja llevar por sus emociones.

 *++

No hay comentarios: