Valores,
verdades y fracaso global de Estados Unidos
KAOSENLARED
19 de mayo de 2023
Profesor emérito de asuntos
internacionales en la Universidad de Pittsburgh y miembro del Centro para las
Relaciones Trasatlánticas en SAIS/Johns Hopkins. Michael Brenner ha sido
director del programa de relaciones internacionales y de estudios mundiales en
la universidad de Texas. Ha trabajado en el Instituto del Servicio Exterior, en
el Ministerio americano de la Defensa y en Westinghouse. Es autor de numerosos
libros y artículos que abordan la política exterior de EEUU, la teoría de las
relaciones internacionales, la economía política internacional y la seguridad
nacional.
Nota del traductor Gastón
Pardo: Hemos tomado algunos fragmentos de un imprescindible artículo que ha
salido de la pluma de Michael Brenner, cuya mini-biografía hemos destacado
arriba. La universidad de América Latina debe ser sitio de lectura y reflexión
de las ideas escogidas porque traducen, primero que nada que la guerra es sólo
una manera de concebir la política exterior y que por ese motivo debe y puede
detenerse cuando mejor conviene.
Hay autores que recomiendan
una reparación a la guerra. Pero no sólo eso. Un momento tiende a no ser igual
al que viene y probablemente no habrá relación sucesoria entre ambos. Algunos
aliados habrán cambiado de bando y los intereses se sienten mejor resguardados
para quienes deciden permanecer unidos a pesar de las deserciones y la
recepción de adversarios del primer momento.
Esto obliga a la
universidad, que en México podría ser la Iberoamericana, a su centro de
investigación, a estudiar al detalle los pormenores que ocultan los factores de
conflicto como el crimen organizado, la guerra biológica, la geopolítica que ha
empezado a colarse en todas las asignaturas, inclusive como brújula de los
estados mayores políticos y militares. Leamos lo que dice Brenner.
Brenner explica sus nuevas
ideas
Toda retórica política se
articula sobre palabras o frases claves que encuentran eco ante un público
porque evocan imágenes y símbolos profundamente anclados. Para los
estadounidenses, las palabras más potentes son «democracia» y «libertad», que
son utilizadas en todas las comunicaciones públicas, sean orales o escritas. Se
emplean de manera intercambiable. Porque en nuestro espíritu ellas representan
la experiencia estadounidense tal como es asimilada en el curso de una vida. La
legendaria experiencia de EEUU.
La destrucción por
Washington del gasoducto Nord Stream 2 en el mar Báltico demostró que Estados
Unidos no vacila en actuar con el mayor desprecio por la soberanía y los
intereses de Europa. Ese episodio extraordinario confirmó el alistamiento sin
reserva de los europeos a servir de mayordomos de EEUU en su campaña hacia
todos los puntos cardinales, tendentes a evitar que China y Rusia debiliten su
hegemonía.
Asegurarse la obediencia
del bloque económico europeo representa sin lugar a duda, un éxito estratégico
mayor para EEUU. Pero el mismo efecto se consigue con el fin del acceso de
Rusia a las inversiones, en la tecnología y en los mercados florecientes de
Occidente. Y son los europeos quienes pagan el más pesado tributo. En efecto,
estos han hipotecado su porvenir económico para participar en la ruptura de los
lazos con una Rusia que se convierte implacablemente en antagonista, incluidos
los abundantes recursos energéticos y agrícolas como parte de la rivalidad, que
han sido un elemento primordial de su prosperidad y su estabilidad política.
Ante los ojos del
observador objetivo, las ganancias de Washington en Europa han sido más que
recompensadas con el fracaso absoluto de su objetivo primario, que consistía en
debilitar gravemente a Rusia. La sorprendente resistencia económica de este
país (ha sido una sorpresa total para los planificadores occidentales mal
informados) ha dejado a Moscú no sólo de pie, sino en una posición más sana,
merced a una serie de reformas benéficas (sobre todo en el sistema financiero)
que le auguran un envidiable porvenir. La guerra económica desencadenada por
Occidente ha conducido a la aceleración del programa ruso de restructuración,
largo tiempo ignorado por los analistas de Washington, Londres y Bruselas.
El resultado para Rusia es
una reducción de su vulnerabilidad a las presiones externas, teniendo al
alcance de la mirada la infructuosa campaña de sanciones impulsada por Estados
Unidos y la ubicación de una nueva red de relaciones económicas mundiales.
Los puntos fuertes de Rusia
en materia de concepción y de fabricación de materiales militares, así como sus
abundantes recursos naturales, son una aportación determinante para la potencia
de la asociación chino- rusa, que sería un rival mucho más temible para el
bloque anglosajón.
Las élites y la población
estadounidense se acomodan fácilmente a la estructura binaria del sistema
internacional que ya se diseña. Esta visión maniquea del mundo corresponde
perfectamente a la imagen que el país se hace de sí mismo, imagen de un hijo
del destino diseñado para conducir al mundo hacia la luz de la libertad y la
democracia… En tanto que los estadounidenses consideran que su país ha sido
impregnado con todas las virtudes políticas desde su creación, todo partido que
se oponga a ellos se coloca en medio de una teleología incontestable. Se deduce
que una entidad política que critique la supremacía estadounidense no es sólo
una amenaza hostil por la seguridad y el bienestar de Estados Unidos, sino que
aparece como entidad viciada en lo moral.
Michael Brenner
La denigración virtuosa de
los enemigos es más impactante si se les designa el “mal” encarnado. Por
desgracia para Washington la semántica ahora ya sólo es útil para el análisis
del discurso.
* Imagen: Times
Square, Nueva York. Autor Terabass. Licencia Crative Comonns CC BY-SA 3.0