Miden la distribución de la materia oscura alrededor de galaxias de hace
12.000 millones de años
Tercerainformacion
/ 02.08.2022
Gracias a la radiación del universo primigenio, científicos de Japón y EE UU han logrado investigar la materia oscura más atrás en el tiempo como nunca antes, tan solo 1.700 millones años después del Big Bang. Algunos resultados del estudio no se ajustan a los modelos cosmológicos.
El ‘eco’ o residuo de radiación del Big Bang, distorsionado por la materia oscura hace
12.000 millones de años. / Reiko Matsushita
Una colaboración científica
internacional, dirigida desde la Universidad de Nagoya (Japón), ha investigado
la naturaleza de la materia oscura que rodea a galaxias observadas tal como eran hace 12.000 millones de
años, es decir, miles de millones de años más atrás que lo conseguido hasta
ahora.
Sus hallazgos, publicados en la
revista Physical Review Letters,
abren la posibilidad de que, remontándose tan atrás y examinado la historia
temprana del universo, algunas reglas fundamentales de la cosmología no sean
como se creía.
Observar y analizar algo que ocurrió
hace tanto tiempo es difícil. Debido a la velocidad finita de la luz, vemos las
galaxias lejanas no como son hoy, sino como eran hace miles de millones de
años. Pero aún más complejo es observar la materia oscura, que no emite luz.
Para investigar la materia oscura de
una galaxia se suele usar otra galaxia fuente todavía más lejana. La atracción
gravitatoria de la que está en primer plano, incluida su materia oscura,
distorsiona el espacio y el tiempo circundantes, como predice la teoría de la
relatividad general de Einstein.
A medida que la luz de la galaxia
fuente viaja a través de esta distorsión, se dobla, cambiando la forma aparente
de la galaxia. Cuanto mayor sea la cantidad de materia oscura, mayor será la
distorsión. Analizando esta, los científicos pueden medir la cantidad de
materia oscura que rodea a la galaxia ‘lente’ que hay en primer plano.
Sin embargo, a partir de cierto
punto surge un problema. Las galaxias de las zonas más profundas del universo
son increíblemente débiles. Por ello, cuanto más lejos de la Tierra miremos,
menos eficaz será esta técnica. La distorsión de la lente es sutil y difícil de
detectar en la mayoría de estos casos, por lo que se necesitan muchas galaxias
de fondo para detectar la señal.
La mayoría de estudios previos se
han quedado estancados ahí. Al no poder detectar suficientes galaxias fuente
lejanas para medir la distorsión, solo podían analizar la materia oscura de
hace no más de 8.000 a 10.000 millones de años. Estas limitaciones dejaban
abierta la cuestión de la distribución de la materia oscura entre esta época y
hace 13.700 millones de años, alrededor del comienzo de nuestro universo.
El ‘eco’ o residuo de radiación del Big
Bang
Para superar estos problemas y
observar la materia oscura desde los confines del universo, el equipo dirigido
por Hironao
Miyatake de la Universidad de Nagoya, en
colaboración con la Universidad de Tokio, el Observatorio Astronómico Nacional
de Japón y la Universidad de Princeton (EE UU), ha utilizado una fuente
diferente de luz de fondo: el fondo cósmico de microondas (CMB), el ‘eco’ del
Big Bang, las microondas liberadas poco después de que comenzará el universo.
En primer lugar, con la ayuda
del telescopio
Subaru en Hawái (en concreto, los datos del
Subaru Hyper Suprime-Cam Survey), los autores identificaron 1,5 millones de galaxias lente, seleccionadas para ser vistas hace 12.000 millones de años.
A continuación, para superar la falta de luz de galaxias aún más lejanas, emplearon el CMB, ese residuo de radiación del Big Bang registrado, en este caso, por el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA). Con los datos o microondas observadas se logró medir cómo la materia oscura alrededor de las galaxias objetivo distorsionaba esas microondas.
Una galaxia distante y su halo de
materia oscura circundante (azul) pueden desviar los rayos de luz (flechas
blancas) del fondo cósmico de microondas a través de lentes gravitacionales.
Miyatake y sus colegas utilizaron mediciones de esta lente por el satélite
Planck y mediciones de luz de longitud de onda óptica (flecha naranja) de esas
galaxias distantes realizadas por el telescopio Subaru en la Tierra para
determinar la distribución de la materia oscura alrededor de las galaxias. /
APS/Alan Stonebraker
“El resultado principal es que es la
primera medición de la distribución de la materia oscura sobre galaxias de hace
12.000 millones de años”, confirma Miyatake a SINC. Esto es solo 1.700 millones de años después del
comienzo del universo, lo que significa también que estas
galaxias se están observando poco después de su formación.
“Me alegra que hayamos abierto una
nueva ventana a esa época, donde las cosas eran muy diferentes –añade–. Se ven
más galaxias en proceso de formación que en la actualidad. También empiezan a
formarse los primeros cúmulos de
galaxias”. Estos comprenden entre 100 y 1000
galaxias unidas por la gravedad con grandes cantidades de materia oscura.
Discrepancia con el modelo cosmológico
Precisamente uno de los hallazgos
más interesantes del estudio está relacionado con la aglomeración de la materia
oscura. Según la teoría estándar de la cosmología, el modelo Lambda-CDM, las fluctuaciones sutiles en el CMB forman grupos de materia densamente
empaquetada al atraer la materia circundante a través de la gravedad. Esto crea
cúmulos no homogéneos que forman estrellas y galaxias en estas densas regiones.
Los nuevos hallazgos sugieren que la medida de la aglomeración es inferior a la predicha por el modelo Lambda-CDM.
Miyatake reconoce que todavía hay
algunas incertidumbres en su resultado y que se necesitarán más datos para
confirmarlo, “pero si es verdad, sugeriría que todo el modelo es defectuoso a
medida que se retrocede en el tiempo. Esto es emocionante porque podría sugerir
una mejora del modelo y proporcionar una visión de la naturaleza de la propia
materia oscura”.
El científico japonés también es
consciente que su resultado es bastante nuevo, por lo que todavía no hay mucha
discusión sobre teorías alternativas para explicarlo, “y honestamente, los
teóricos puede que todavía no estén interesados en explicarlo debido a las
incertidumbres que comentaba”.
“Sin embargo –subraya–, empezamos a
ver otras evidencias de
la ruptura de Lambda-CDM (en concreto, discrepancias en
unos valores cosmológicos llamados parámetro de Hubble y sigma8), entre las
mediciones del universo tardío (hace 8.000 millones de años hasta el presente) y las mediciones
del universo ‘muy’
temprano (unos 400.000 años después del Big
Bang).
“Hay muchos candidatos, como la
extensión del modelo de energía oscura y la modificación de las relatividades
generales, pero no hay ninguna teoría que pueda explicar estas discrepancias
perfectamente. Nuestro resultado se encuentra en algún lugar entre la medición
del universo tardío y la del universo muy temprano, y espero que ayude a
averiguar qué reglas fundamentales de la cosmología pueden explicar mejor
nuestro universo”, afirma.
El siguiente paso es reducir las incertidumbres con más
información. El grupo solo ha revisado un tercio de
los datos del Subaru Hyper Suprime-Cam Survey, y ahora se centrará en el resto,
lo que ofrecerá una medición aún más precisa de la distribución de la materia
oscura.
En el futuro, el equipo espera
utilizar otras fuentes de datos, como el Legacy Survey of Space and Time (LSST) del
Observatorio Vera C. Rubin, que se está construyendo actualmente al norte de
Chile, para explorar más zonas del espacio y tratar de ver la distribución de
la materia oscura todavía más atrás en el tiempo, hasta hace 13.000 millones de
años.
Referencia:
Hironao Miyatake et al. “First identification of a CMB
lensing signal produced by 1.5 million galaxies at z∼4z∼4 : Constraints on matter density fluctuations at high
redshift”. Physical Review
Letters, 2022.
Fuente: SINC
No hay comentarios:
Publicar un comentario