Tal día
como hoy de 1938 moría fusilado en Moscú Nikolái Bujarin, economista y uno de
los más destacados dirigentes bolcheviques. Opuesto al viraje de Stalin hacia
la colectivización forzada de la agricultura, fue rehabilitado en febrero de
1988.
Las dos últimas cartas
El Viejo Topo
13 marzo, 2022
Seleción de cartas a cargo de Matilde Mur Comorera
Estas dos
cartas de Nikolai Bujarin están fechadas en 1938, poco antes de su asesinato,
de su ejecución hemos dicho en ocasiones. Su muerte, como la
de tantos otros, golpea insistentemente en la arista estalinista de la
tradición y en la consciencia de todos aquellos que en algún momento
coqueteamos con esa monstruosidad política, alejada siglos-luz de cualquier
concepción emancipatoria de la humanidad, que llamamos “estalinismo”.
Stephen F Cohen
señala en su presentación del documento que la carta a su compañera Lárina,
rescatada del archivo del Kremlin, le fue entregada extraoficialmente en junio
de 1992, cincuenta y cuatro años después de que Bujarin la escribiera en
prisión mientras esperaba su muerte. Durante todo este tiempo
estuvo secuestrada en los archivos privados de Stalin.
Hemos usado los
documentos editados en Anna Lárina, Lo que no puedo olvidar.
Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2006, y la página web de la Fundación Andreu Nin.
La traducción, con algunos cambios, es de María García. Debo a Pepe Gutiérrez
pistas y ayuda.
Carta de Bujarin a Anna Mijáilovna Larina
Mi querida y
dulce Annushka, amor mío:
Te escribo en
la víspera del proceso, y lo hago con un objetivo concreto que no me cansaré de
subrayar: leas lo que leas y oigas lo que oigas, por terribles que sean las
acusaciones que se levanten en mi contra o a lo que yo diga, sopórtalo todo con
calma y valor. Prepara a la familia. Ayúdales. Temo por ti y por los demás[1],
pero especialmente por ti. No guardes rencor por nada. Recuerda que la gran
causa de la URSS sigue viva y que esto es lo principal. Los destinos personales
son transitorios y miserables en comparación con eso. Te espera una dura
prueba. Te ruego, amor mío, que reúnas todas tus fuerzas y que tenses las
cuerdas de tu alma, pero no permitas que se rompan.
No hables con
nadie de nada. Comprenderás mi posición. Eres la persona más cercana a mí, la
más querida, la única, y te pido por lo mejor que hubo entre nosotros que
utilices toda tu fuerza y tu ánimo para ayudarte a ti misma y a nuestros seres
queridos a sobrellevar esta época terrible con almas acorazadas. No creo que
sea una buena idea que leas los periódicos a tu padre o a Nadia en estos días
[los del juicio], déjales vivir como si fuera en un sueño durante un tiempo.
Pero tú sabes mejor que yo lo que hay que hacer y decir para que no resulte un
sobresalto terrible e inesperado. Si te pido esto, créeme, es porque he sufrido
mucho antes de esta petición, y todo lo que ha de ocurrir es por un interés
supremo. Ya sabes cómo me cuesta escribirte una carta como ésta, pero la
escribo con el profundo convencimiento de que es el único modo en que puedo
actuar. Éste es el factor principal, básico y decisivo. ¡Tú misma comprendes
cuánto dicen estas pocas líneas! Haz lo que te digo y mantente firme: sé de piedra,
como una estatua.
Estoy muy
preocupado por ti, y si te permiten escribirme o mandarme algunas palabras
tranquilizadoras sobre lo que acabo de decir, esta carga desaparecería de mi
ánimo. Te pido que lo hagas, mi más querida amiga, te lo ruego.
Tengo otro
deseo, mucho más pequeño, pero muy importante para mí personalmente. Te
entregarán tres manuscritos
- una gran obra filosófica de 310 páginas: Filosofskiye
arabeski [Arabescos filosóficos]
- un pequeño libro de poemas;
- los siete primeros capítulos de una novela[2].
Hay que
volverlos a mecanografiar en tres copias. Mi padre te ayudará a pulir los
poemas y la novela (hay un anexo a los poemas, que en apariencia son caóticos,
pero aun así es posible orientarse; hay que escribir cada poema en una hoja
aparte).
Lo más
importante es que no se pierda el texto filosófico al que tanto tiempo y
esfuerzo he dedicado: es una obra muy madura en comparación con mis escritos
anteriores y, a diferencia de ellos, dialéctica desde el principio al fin.
Hay además otro
libro (Krizis kapitalisticheskoi kulturi i sotsializm [La crisis de la
cultura capitalista y del socialismo]), cuya
primera parte
escribí cuando todavía estaba en casa. Procura rescatarla: no lo tengo aquí y
sería una lástima que se perdiera.
Si recibes los
manuscritos (tú apareces en muchos de los poemas, y a través de ellos te darás
cuenta de lo unido que me siento a ti) y si te permiten hacerme llegar algunas
líneas o palabras, no olvides mencionarlos.
No es el
momento ahora de extenderme más sobre mis sentimientos. Pero por estas líneas
comprenderás que te amo infinitamente. Ayúdame cumpliendo mi primera petición
en estas horas tan duras para mí.
Ocurra lo que
ocurra y se cual sea el resultado del proceso, sé que después te veré y podré
besarte la mano.
Adiós, amor mío
Tu Kolka 15 de
enero de 1938
P.S.: Tengo tu
foto con el pequeño. Dale un beso a Yuri de mi parte. Es una bendición que no
sepa leer. También temo por mi hija[3].
Hazme saber cosas de nuestro hijo[4],
seguramente ha crecido mucho y ya no me conoce. Dale un abrazo y un beso de mi
parte.
El testamento de Bujarin: “A la futura generación de dirigentes del
partido”
La
carta-testamento de Bujarin fue guardada durante años en la memoria de Anna
Lárina. Sólo después del XX Congreso del PCUS, en 1956, decidió Lárina no
destruir el texto que había escrito y que aún conserva. Sí había destruido las
copias que había realizado mientras estaba deportada por temor a represalias
mayores. El testamento político de Bujarin fue entregado al Comité Central del
PCUS en 1961.
Dejo esta vida.
Inclino la cabeza, no bajo el hacha proletaria que debería ser implacable pero
también honesta. Me siento impotente ante la máquina infernal que, con métodos
aparentemente medievales, tiene un poder titánico e inventa una red de
calumnias, actuando descaradamente y con total seguridad.
Sin Dzerhinsky[5] han
ido quedando atrás las admirables tradiciones de la Checa, cuando el ideal
revolucionario dirigía todos sus actos, justificaba la severidad con los
enemigos y protegía al Estado de los contrarrevolucionarios. Por eso los
órganos de la Checa merecieron honores y confianza, autoridad y respeto
especiales. En el momento actual, los órganos de la NKVD [Comisariado Popular
para asuntos internos], en su mayoría, se han convertido en una organización
degenerada de funcionarios sin ideología, corrompidos y carentes de
ideales que, aprovechando la antigua autoridad de la Checa, satisfacen las
suspicacias patológicas de Stalin (no me atrevo a decir más) y llevan a cabo
sus actos insensatos persiguiendo medallas y gloria, sin comprender, además,
que el hacerlo se están autodestruyendo: ¡la historia no tolera testigos de los
asuntos sucios!
Estos
organismos “milagrosos” pueden reducir a polvo a cualquier miembro del Comité
Central y a cualquier miembro del partido, convirtiéndole en traidores
terroristas, saboteadores o espías. Si Stalin dudara de sí mismo, la
confirmación seguiría inmediatamente.
Negras nubes se
ciernen sobre el Partido. Mi sola cabeza, que no es culpable de nada, arrastra
a otros miles de cabezas inocentes. Se necesita crear una «Organización
bujarinista» que, en realidad no sólo no existe ahora, cuando hace ya siete
años que no siento ni sombra de discrepancia con el Partido, sino que tampoco
existía entonces, en los años de la Oposición de derecha. Nunca ha sabido nada
sobre las organizaciones secretas de Riutin y Uglanov. Junto con Ríkov y
Tomski, expuse mis opiniones abiertamente.
Soy miembro del
Partido desde los 18 años y el objetivo de mi vida fue siempre luchar por los
intereses de la clase obrera, por la victoria del socialismo. En estos días, un
periódico que lleva el sagrado nombre de Pravda[6], publica la vil mentira de que yo,
Nikolái Bujarin, intentaba destruir las conquistas de Octubre y restaurar el
capitalismo. Es una mentira que, por su atrevimiento y por irresponsabilidad
ante el pueblo, sólo se podrá com parar a decir que Nikolái Románov consagró
toda su vida a la lucha contra el capitalismo y la monarquía en favor de la
revolución proletaria.
Si más de una
vez me equivoqué en los métodos de construcción del socialismo, que las
generaciones venideras no me juzguen con mayor severidad que Vladímir Ilich.
Fuimos los primeros en marchar hacia un objetivo común por un camino que
todavía no estaba trillado. Eran otros tiempos, otras costumbres. En el Pravda se
publicaba una página para la discusión; entonces todos debatían en busca del
camino correcto, se enfadaban, hacían las paces y seguían adelante juntos.
Me dirijo a
vosotros, la futura generación de dirigentes del Partido, cuya misión histórica
consiste en aclarar la monstruosa red de crímenes que en estos días terribles
está creciendo cada vez más, extendiéndose como el fuego y asfixiando al
partido.
¡Me dirijo a
todos los miembros del Partido!
En los que tal
vez sean los últimos días de mi vida, estoy convencido de que, más tarde o más
temprano, el filtro de la historia inevitablemente limpiará el barro que cubre
mi cabeza.
Nunca fui un
traidor; hubiera dado mi vida por la de Lenin sin vacilar. Apreciaba a Kírov[7] y
nunca tramé nada contra Stalin.
Pido a la
nueva, honrada y joven generación de dirigentes del Partido que lea mi carta
ante un Pleno del Comité Central, que se me haga justicia y se me readmita en
el Partido[8].
¡Sabed,
camaradas, que en la bandera que enarbolaréis en victoriosa marcha hacia el
comunismo también hay una gota de mi sangre!
Notas
[1] Bujarin se refiere a su pequeño hijo Yuri, su primera esposa inválida
Nadia (Nadezhda Lukina), su anciano padre (que vivía con Anna Lárina y con él),
así como por su joven hija Svetlana.
[2] El libro de poemas, o parte de él cuanto menos, está incorporado a
las memorias de Anna Lárina. Arabescos filosóficos y la novela
incompleta –Cómo empezó todo–, si no ando errada, han sido publicadas en
castellano por Pre-Textos.
[3] Se refiere Bujarin a Svetlana, nacida de su segundo matrimonio.
[4] El hijo de Bujarin y Lárina estuvo viviendo durante veinte años en
hogares de acogida y orfanatos.
[5] Jefe de la policía política soviética en tiempos de Lenin. La Checa
fue creada el 20 de diciembre de 1917.
[6] Pravda significa (¡ay!) verdad.
[7] Popular dirigente bolchevique. Fue asesinado en Leningrado, San
Petersburg para escarnio de todos, por Leonid Nikolaev el 1 de diciembre de
1934. En la elección del nuevo comité central en el Congreso del PCUS de 1934,
Kírov fue el candidato menos rechazado por los delegados, sólo tuvo tres votos
negativos. Stalin recibió 292 votos negativos.
[8] La carta-testamento fue leída en el comité central del Partido en
1961, fue publicada en la revista Novedades de Moscú en 1988 y
la rehabilitación de Bujarin, junto con la 17 dirigentes bolcheviques más que
había sido asesinados durante las denominadas “purgas”, se produjo a principios
de febrero de 1988 por decisión del Tribunal Supremo de la URSS.
Fuente: Cartas
publicadas en el nº 245 de la revista El Viejo Topo, junio 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario