domingo, 13 de marzo de 2022

Las dos últimas cartas

 

Tal día como hoy de 1938 moría fusilado en Moscú Nikolái Bujarin, economista y uno de los más destacados dirigentes bolcheviques. Opuesto al viraje de Stalin hacia la colectivización forzada de la agricultura, fue rehabilitado en febrero de 1988.


Las dos últimas cartas


Nikolái Bujarin

El Viejo Topo

13 marzo, 2022 

 


Seleción de cartas a cargo de Matilde Mur Comorera


Estas dos cartas de Nikolai Bujarin están fechadas en 1938, poco antes de su asesinato, de su ejecución hemos dicho en ocasiones. Su muerte, como la de tantos otros, golpea insistentemente en la arista estalinista de la tradición y en la consciencia de todos aquellos que en algún momento coqueteamos con esa monstruosidad política, alejada siglos-luz de cualquier concepción emancipatoria de la humanidad, que llamamos “estalinismo”.

Stephen F Cohen señala en su presentación del documento que la carta a su compañera Lárina, rescatada del archivo del Kremlin, le fue entregada extraoficialmente en junio de 1992, cincuenta y cuatro años después de que Bujarin la escribiera en prisión mientras esperaba su muerte. Durante todo este tiempo estuvo secuestrada en los archivos privados de Stalin.

Hemos usado los documentos editados en Anna Lárina, Lo que no puedo olvidar. Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2006, y la página web de la Fundación Andreu Nin. La traducción, con algunos cambios, es de María García. Debo a Pepe Gutiérrez pistas y ayuda.

Carta de Bujarin a Anna Mijáilovna Larina

Mi querida y dulce Annushka, amor mío:

Te escribo en la víspera del proceso, y lo hago con un objetivo concreto que no me cansaré de subrayar: leas lo que leas y oigas lo que oigas, por terribles que sean las acusaciones que se levanten en mi contra o a lo que yo diga, sopórtalo todo con calma y valor. Prepara a la familia. Ayúdales. Temo por ti y por los demás[1], pero especialmente por ti. No guardes rencor por nada. Recuerda que la gran causa de la URSS sigue viva y que esto es lo principal. Los destinos personales son transitorios y miserables en comparación con eso. Te espera una dura prueba. Te ruego, amor mío, que reúnas todas tus fuerzas y que tenses las cuerdas de tu alma, pero no permitas que se rompan.

No hables con nadie de nada. Comprenderás mi posición. Eres la persona más cercana a mí, la más querida, la única, y te pido por lo mejor que hubo entre nosotros que utilices toda tu fuerza y tu ánimo para ayudarte a ti misma y a nuestros seres queridos a sobrellevar esta época terrible con almas acorazadas. No creo que sea una buena idea que leas los periódicos a tu padre o a Nadia en estos días [los del juicio], déjales vivir como si fuera en un sueño durante un tiempo. Pero tú sabes mejor que yo lo que hay que hacer y decir para que no resulte un sobresalto terrible e inesperado. Si te pido esto, créeme, es porque he sufrido mucho antes de esta petición, y todo lo que ha de ocurrir es por un interés supremo. Ya sabes cómo me cuesta escribirte una carta como ésta, pero la escribo con el profundo convencimiento de que es el único modo en que puedo actuar. Éste es el factor principal, básico y decisivo. ¡Tú misma comprendes cuánto dicen estas pocas líneas! Haz lo que te digo y mantente firme: sé de piedra, como una estatua.

Estoy muy preocupado por ti, y si te permiten escribirme o mandarme algunas palabras tranquilizadoras sobre lo que acabo de decir, esta carga desaparecería de mi ánimo. Te pido que lo hagas, mi más querida amiga, te lo ruego.

Tengo otro deseo, mucho más pequeño, pero muy importante para mí personalmente. Te  entregarán  tres manuscritos

  1. una gran obra filosófica de 310 páginas: Filosofskiye arabeski [Arabescos filosóficos]
  2. un pequeño libro de poemas;
  3. los siete primeros capítulos de una novela[2].

Hay que volverlos a mecanografiar en tres copias. Mi padre te ayudará a pulir los poemas y la novela (hay un anexo a los poemas, que en apariencia son caóticos, pero aun así es posible orientarse; hay que escribir cada poema en una hoja aparte).

Lo más importante es que no se pierda el texto filosófico al que tanto tiempo y esfuerzo he dedicado: es una obra muy madura en comparación con mis escritos anteriores y, a diferencia de ellos, dialéctica desde el principio al fin.

Hay además otro libro (Krizis kapitalisticheskoi kulturi i sotsializm [La crisis de la cultura  capitalista y del socialismo]), cuya

primera parte escribí cuando todavía estaba en casa. Procura rescatarla: no lo tengo aquí y sería una lástima que se perdiera.

Si recibes los manuscritos (tú apareces en muchos de los poemas, y a través de ellos te darás cuenta de lo unido que me siento a ti) y si te permiten hacerme llegar algunas líneas o palabras, no olvides mencionarlos.

No es el momento ahora de extenderme más sobre mis sentimientos. Pero por estas líneas comprenderás que te amo infinitamente. Ayúdame cumpliendo mi primera petición en estas horas tan duras para mí.

Ocurra lo que ocurra y se cual sea el resultado del proceso, sé que después te veré y podré besarte la mano.

Adiós, amor mío

Tu Kolka 15 de enero de 1938

P.S.: Tengo tu foto con el pequeño. Dale un beso a Yuri de mi parte. Es una bendición que no sepa leer. También temo por mi hija[3]. Hazme saber cosas de nuestro hijo[4], seguramente ha crecido mucho y ya no me conoce. Dale un abrazo y un beso de mi parte.

El testamento de Bujarin: “A la futura generación de dirigentes  del partido”

La carta-testamento de Bujarin fue guardada durante años en la memoria de Anna Lárina. Sólo después del XX Congreso del PCUS, en 1956, decidió Lárina no destruir el texto que había escrito y que aún conserva. Sí había destruido las copias que había realizado mientras estaba deportada por temor a represalias mayores. El testamento político de Bujarin fue entregado al Comité Central del PCUS en 1961.

Dejo esta vida. Inclino la cabeza, no bajo el hacha proletaria que debería ser implacable pero también honesta. Me siento impotente ante la máquina infernal que, con métodos aparentemente medievales, tiene un poder titánico e inventa una red de calumnias, actuando descaradamente y con total seguridad.

Sin Dzerhinsky[5] han ido quedando atrás las admirables tradiciones de la Checa, cuando el ideal revolucionario dirigía todos sus actos, justificaba la severidad con los enemigos y protegía al Estado de los contrarrevolucionarios. Por eso los órganos de la Checa merecieron honores y confianza, autoridad y respeto especiales. En el momento actual, los órganos de la NKVD [Comisariado Popular para asuntos internos], en su mayoría, se han convertido en una organización degenerada  de funcionarios sin ideología, corrompidos y carentes de ideales que, aprovechando la antigua autoridad de la Checa, satisfacen las suspicacias patológicas de Stalin (no me atrevo a decir más) y llevan a cabo sus actos insensatos persiguiendo medallas y gloria, sin comprender, además, que el hacerlo se están autodestruyendo: ¡la historia no tolera testigos de los asuntos sucios!

Estos organismos “milagrosos” pueden reducir a polvo a cualquier miembro del Comité Central y a cualquier miembro del partido, convirtiéndole en traidores terroristas, saboteadores o espías. Si Stalin dudara de sí mismo, la confirmación seguiría inmediatamente.

Negras nubes se ciernen sobre el Partido. Mi sola cabeza, que no es culpable de nada, arrastra a otros miles de cabezas inocentes. Se necesita crear una «Organización bujarinista» que, en realidad no sólo no existe ahora, cuando hace ya siete años que no siento ni sombra de discrepancia con el Partido, sino que tampoco existía entonces, en los años de la Oposición de derecha. Nunca ha sabido nada sobre las organizaciones secretas de Riutin y Uglanov. Junto con Ríkov y Tomski, expuse mis opiniones abiertamente.

Soy miembro del Partido desde los 18 años y el objetivo de mi vida fue siempre luchar por los intereses de la clase obrera, por la victoria del socialismo. En estos días, un periódico que lleva el sagrado nombre de Pravda[6], publica la vil mentira de que yo, Nikolái Bujarin, intentaba destruir las conquistas de Octubre y restaurar el capitalismo. Es una mentira que, por su atrevimiento y por irresponsabilidad ante el pueblo, sólo se podrá com parar a decir que Nikolái Románov consagró toda su vida a la lucha contra el capitalismo y la monarquía en favor de la revolución  proletaria.

Si más de una vez me equivoqué en los métodos de construcción del socialismo, que las generaciones venideras no me juzguen con mayor severidad que Vladímir Ilich. Fuimos los primeros en marchar hacia un objetivo común por un camino que todavía no estaba trillado. Eran otros tiempos, otras costumbres. En el Pravda se publicaba una página para la discusión; entonces todos debatían en busca del camino correcto, se enfadaban, hacían las paces y seguían adelante juntos.

Me dirijo a vosotros, la futura generación de dirigentes del Partido, cuya misión histórica consiste en aclarar la monstruosa red de crímenes que en estos días terribles está creciendo cada vez más, extendiéndose como el fuego y asfixiando al partido.

¡Me dirijo a todos los miembros del Partido!

En los que tal vez sean los últimos días de mi vida, estoy convencido de que, más tarde o más temprano, el filtro de la historia inevitablemente limpiará el barro que cubre mi cabeza.

Nunca fui un traidor; hubiera dado mi vida por la de Lenin sin vacilar. Apreciaba a Kírov[7] y nunca tramé nada contra Stalin.

Pido a la nueva, honrada y joven generación de dirigentes del Partido que lea mi carta ante un Pleno del Comité Central, que se me haga justicia y se me readmita en el Partido[8].

¡Sabed, camaradas, que en la bandera que enarbolaréis en victoriosa marcha hacia el comunismo también hay una gota de mi sangre!

 

Notas

[1] Bujarin se refiere a su pequeño hijo Yuri, su primera esposa inválida Nadia (Nadezhda Lukina), su anciano padre (que vivía con Anna Lárina y con él), así como por su joven hija Svetlana.

[2] El libro de poemas, o parte de él cuanto menos, está incorporado a las memorias de Anna Lárina. Arabescos filosóficos y la novela incompleta –Cómo empezó todo–, si no ando errada, han sido publicadas en castellano por Pre-Textos.

[3] Se refiere Bujarin a Svetlana, nacida de su segundo matrimonio.

[4] El hijo de Bujarin y Lárina estuvo viviendo durante veinte años en hogares de acogida y orfanatos.

[5] Jefe de la policía política soviética en tiempos de Lenin. La Checa fue creada el 20 de diciembre de 1917.

[6] Pravda significa (¡ay!) verdad.

[7] Popular dirigente bolchevique. Fue asesinado en Leningrado, San Petersburg para escarnio de todos, por Leonid Nikolaev el 1 de diciembre de 1934. En la elección del nuevo comité central en el Congreso del PCUS de 1934, Kírov fue el candidato menos rechazado por los delegados, sólo tuvo tres votos negativos. Stalin recibió 292 votos negativos.

[8] La carta-testamento fue leída en el comité central del Partido en 1961, fue publicada en la revista Novedades de Moscú en 1988 y la rehabilitación de Bujarin, junto con la 17 dirigentes bolcheviques más que había sido asesinados durante las denominadas “purgas”, se produjo a principios de febrero de 1988 por decisión del Tribunal Supremo de la URSS.

Fuente: Cartas publicadas en el nº 245 de la revista El Viejo Topo, junio 2008.

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