viernes, 4 de marzo de 2022

Inflación y pobreza. Los caminos del Señor constituyen un inocente, infantil y piadoso juego de niños si se compara con la multitud y variadísimos caminos que conducen a la pobreza (sin contar ahora la pobreza espiritual, moral o intelectual): La inflación es uno de ellos; otro la guerra de Ucrania entre los diferentes grupos de capitales (mientras que los medios de comunicación enturbian la realidad para que el trabajador no la entienda), y que te vas a enterar morena de lo que te tengo y te voy a rondar, morenaza morenita mía, y que a Roma no conduce más que un camino: la toma de conciencia y organización política de los trabajadores, porque llegar a Roma es sinónimo de acabar con la pobreza, y que Dios me perdone, porque yo creo que estas líneas causan poco efecto práctico entre los trabajadores, de modo que, morena mía, ya sabes lo que te acabo de decir.

 

La inflación española se desboca hasta el 7,4% en febrero, la más alta en más de tres décadas


Los precios de los productos básicos continuarán al alza, profundizando en la pérdida de poder adquisitivo y el empobrecimiento de cada vez más capas de la sociedad

 

Redacción / lanueve.info

febrero 28, 2022

 


No hace falta saber mucho de economía para entender que la inflación perjudica principalmente a los asalariados: esta siempre ha sido un mecanismo de desvalorización de la fuerza de trabajo, y se trata de una potente herramienta que el capital tiene a su disposición para someter a los trabajadores a las exigencias de la rentabilidad. Si bajar los salarios nominales para el gobierno y la patronal puede ser más complicado y puede generar un conflicto social directo, la inflación hace esta labor de manera indirecta, haciendo que las subidas de precios bajen de facto los salarios reales. 

jk

En los últimos meses, organismos como el Banco de España o miembros del gobierno como Nadia Calviño han venido negando la posibilidad de subir los salarios, alegando que esto puede dañar más la economía y tranquilizando a los trabajadores con una supuesta “pronta” recuperación, que rápidamente iba a hacer bajar la inflación y devolver los precios a un estado de normalidad. Esto no va a ocurrir, y el empobrecimiento de cada vez más capas de la sociedad parece que será un hecho. Excepto que le pongamos remedio.

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