martes, 15 de marzo de 2022

Guerra comercial de Ucrania: un mismo hecho: bombardeo de un hospital, dos versiones distintas y contrapuestas (DIARIO DE SEVILLA Y OCTUBRE DIARIO). Una de ellas tiene que ser mentira redonda o, cuando menos, una versión tiene que ser más embustera que la otra. Juzgue el lector. Lo que queda fuera de duda es que cuantas más y mejores mentiras rodeen a una guerra los efectos para los trabajadores son peores, por cuanto que pueden hacer que se inclinen por un bando o por otro, el mismo que si resulta ganador le sacará los entresijos.

 

Murieron madre e hijo, triunfó su verdugo

Sólo Dios puede hacerles. En el mundo el verdugo siempre triunfa sobre su víctima inocente

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CARLOS COLÓN

DIARIO DE SEVILLA

15 Marzo, 2022

 

Ha muerto la mujer embarazada evacuada del hospital maternal de Mariupol bombardeado por Rusia. Y su hijo. Bombardeado por Rusia, no por Putin, que ya está bien de desculpabilizar a los oligarcas que hacen piña con él, a la población que calla o lo aclama, a los ministros que obedecen y al ejército que ejecuta sus órdenes. Aquí sufrimos ya lo de "ETA no, vascos sí", como si los etarras fueran extraterrestres, el terrorismo no fuera el rostro asesino del nacionalismo vasco y la banda no tuviera apoyo social. Lo mismo sucedió con Alemania tras 1945: había que decir nazis, no alemanes, como si en 1933 no hubieran votado 17.277.180 alemanes a Hitler, las calles no se llenaran de multitudes entusiastas que lo aclamaban y cuando se comió a Europa no le siguieran aclamando con más fuerza. Rusia, los rusos y Putin son los responsables de esta matanza. Dicho sea con respeto y admiración a la minoría que allí se manifiesta contra Putin y la guerra, brutalmente reprimida y encarcelada (más de 14.000 rusos han sido detenidos por sus propias autoridades desde que empezó la invasión de Ucrania).

El caso es que la mujer embarazada cuya imagen dio la vuelta al mundo y su hijo han muerto. El desplome del hospital maternal atacado le había roto la pelvis y desencajado la cadera. Tras su evacuación los médicos intentaron salvar al bebé practicándole la cesárea, pero murió. Quienes la atendieron han dicho que, al ser consciente de que su hijo había muerto, la mujer pidió que la mataran. Murió tras media de hora de infructuosos intentos de reanimación. Los médicos no tuvieron tiempo de registrar su nombre antes de que su esposo y su padre acudieran a recoger su cuerpo, pero afortunadamente fue identificada y no acabó en una de las fosas comunes de Mariupol. Porque estamos viendo arrojar cadáveres en bolsas de plástico a fosas comunes en la Europa de 2022.

Se alcanzará la paz si esto no desemboca en un apocalipsis nuclear. Pero no habrá paz ni justicia para esta mujer y su hijo. Ni para los muertos arrojados a las fosas comunes. Es la superioridad absoluta del verdugo sobre su víctima que ninguna justicia puede reparar. Solo la divina que el tardío Max Horkheimer definió en Anhelo de justicia como "la esperanza de que la injusticia que atraviesa este mundo no sea lo último, que no tenga la última palabra, de que el verdugo no triunfe sobre la víctima inocente".

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(En su artículo Carlos Colón al mezclar churras con merinas y hacer una sola cosa con el tocino y la velocidad, cuando son cosas distintas, parece que el fin perseguido no es el de la información y mucho menos la veracidad misma del hecho que trata. Su fin parece ser otro).


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La verdad detrás de la maternidad bombardeada en Ucrania que no cuentan los medios occidentales

 

Diario octubre / marzo 11, 2022



Un sinnúmero de medios occidentales ha publicado fotografías del bombardeo de un supuesto hospital de maternidad en la ciudad de Mariúpol sin verificar la veracidad de estas imágenes que resultaron ser prefabricadas con el fin de manipular la opinión pública mundial.

Varios medios occidentales y redes sociales han confiado a ciegas y sin verificación en las fotografías que se hicieron virales alrededor del mundo. Con las imágenes acusaron a la aviación rusa de haber bombardeado a un supuesto hospital de maternidad en Mariúpol y citan las palabras del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien calificó de “atrocidad” el ataque ruso donde supuestamente había mujeres, niños y médicos cuando en realidad se trataban de imágenes prefabricadas con modelos y un fotógrafo profesional.

El canal en Telegram @warfakes, en español: la guerra contra las noticias falsas, demostró que las imágenes fueron un montaje ya que los mismos usuarios ucranianos reconocieron a la bloguera Marianna Podgurska en diferentes fotos asumiendo el rol de dos mujeres embarazadas y la encararon en sus redes sociales.

Si bien Marianna Podgurska en realidad está embarazada, en ningún caso pudo haber estado en la maternidad en el momento del ataque porque los mismos vecinos de la zona testificaron que ese lugar había sido evacuado recientemente y estaba siendo utilizado por los nacionalistas ucranianos de Azov.

Además, en el interior del edificio no se ven más personas aparte de las que participaron del montaje y tampoco se puede ver rastros de sangre, solo se ven fragmentos de vidrio y raspaduras. Además, si realmente había mujeres, los trabajadores de emergencias y los testigos presenciales, que fueron los primeros en llegar al lugar, habrían registrado inmediatamente la escena en sus teléfonos, sin esperar al famoso fotógrafo ucraniano Yevhen Maloletka, quien fue el primero en preparar y publicar las imágenes.

Según War Fakes, Yevhen Maloletka comenzó su carrera en UNIAN y ahora colabora con medios de comunicación que realizan campañas antirrusas desde hace años, como The Guardian, The Times y The NYT.

El mismo presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se contradice al comentar los detalles porque en las imágenes no se ven sillas ginecológicas ni camillas para las pacientes de un “hospital de maternidad” porque en realidad este lugar es un consultorio oftalmológico, tal como lo comprobó War Fakes con las fotografías y ubicación del lugar.

La persona que filma se acerca a la ventana y al otro lado de la calle se puede ver una casa con una parte de la fachada amarilla y un revestimiento azul en la entrada. En el mapa no hay ninguna maternidad cerca de un edificio con estas características, solo un consultorio oftalmológico infantil que no ha abierto desde que comenzó el conflicto.

El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, general mayor Ígor Konashénkov, confirmó oficialmente que el presunto ataque ruso contra un hospital de maternidad en la ciudad ucraniana de Mariúpol es una falsificación destinada a promover los ánimos antirrusos en Occidente.

VÍA:cubasi.cu

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