domingo, 15 de noviembre de 2020

El miedo es un estado de ánimo creado por la ignorancia, según lo veo yo, que lleva a meter la cabeza debajo del sobaco ante cualquiera que se considere con más poder que el que uno tiene, y por tanto, no se va a pasar porque yo diga que hay que dejar de tener miedo, pero yo a lo que voy es que andar por la vida con la cabeza debajo del sobaco no es ya que te entren dolores en el pescuezo por llevarlo todo el día retorcido, que también, sino que es muy peligroso porque como al andar no ves por donde andas, pues que el día menos pensado tienes un mal encontronazo con una farola o te crees que la paredes son traspasables y que te pegas un castañazo que de fijo te jodes la poca cabeza que tienes, y todo por no andar mirando con la cabeza alta, que es como hay que andar por la vida. O sea, que como no seamos capaces de ver que el hambre que se pasa hoy en Madrid, Sevilla, Barcelona y parte del provincial de España, es el mismo hambre que puede pasar cualquier trabajador dentro de un ratito o mañana en cualquier punto-centro mismamente de dicho provincial o Barrio de Bilbao, que como ya saben, Bilbao tiene barrios por todo el mundo. Y no seamos capaces de patalear con la cabeza fuera del sobaco para que eso no ocurra, mal chiquet, muy mal, Y hasta aquí puedo escribir.

 

POBREZA

LOS PLATOS DEL HAMBRE GOLPEAN A LAS PUERTAS DEL AYUNTAMIENTO DE MADRID 

Convocadas bajo el lema “Madrid pasa hambre”, entidades sociales,  asociaciones vecinales y personas provenientes de diferentes barrios se concentraron a las puertas del Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social de Madrid para denunciar la inacción del Ayuntamiento ante el aumento de la precariedad y el hambre.

Concentración a ante el Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid PABLO 'PAMPA' SAINZ

Pablo 'Pampa' Sainz

@PampaenMadrid

El Salto

14 NOV 2020

No había mucha gente a las puertas del Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid, pero en esas manos se concentraban miles de historias de familias necesitadas, de personas con hambre y sus necesidades básicas insatisfechas. De tripas que rugen ante el plato vacío, de llantos porque las ayudas tantas veces prometidas desde despachos lujosos y cafés humeantes, nunca llegan allá abajo, donde más se necesita.

Allí estaban gentes de Carabanchel, el Alto el Bajo y todos. De Latina y Vallecas, de Tetuán y Moratalaz, personas que se acercaron en representación de entidades sociales y otras, vecinas y vecinos que saben que eso de las colas del hambre es mucho más que un título de portada de periódico. “Que vengan al barrio, que vengan a ver cómo está la gente”, reclaman unas y otras voces.

“Estamos aquí porque es nuestra obligación como ciudadanos, conscientes de la situación que está viviendo Madrid, y además somos protagonistas, llevamos siete años trabajando con familias en exclusión y durante la pandemia hemos dado de comer a 1.800 familias, más de 24.000 personas y 650.000 kilos de alimentos”, describió José Luis, de la Red de Solidaridad Popular de Latina Carabanchel.“Nos llaman mucho la atención las declaraciones de la Villacís o es una mentirosa empedernida y no conoce el Ayuntamiento en el que está o practica la aporofobia, producto de estar con Vox, y le dan asco los pobres. El Ayuntamiento no tiene ninguna subvención de nada, ¡es mentira!, no puede haber duplicidad cuando no tienen partidas de nada. Lo único que da es becas para los niños y la prometida tarjeta alimentaria que copian a Tetuán de la gestión anterior, han sido incapaces de ponerla en funcionamiento”, destacó.

“Lo único que el Ayuntamiento da es becas para los niños y la prometida tarjeta alimentaria que copian a Tetuán de la gestión anterior, han sido incapaces de ponerla en funcionamiento”

Las recientes declaraciones de la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, asegurando que el Ayuntamiento tiene “manga ancha” con familias que reciben ayuda municipal y también recurren a la asistencia vecinal han caído “muy mal” entre quienes están a pie de calle luchando contra la pandemia. “Prácticamente todas las personas que se han visto en esas colas son personas que están siendo ya atendidas por el Ayuntamiento”, reprochó la representante de Ciudadanos en el gobierno local.

 


En señal de protesta, entidades y vecinas dejan platos vacíos en el Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social PABLO 'PAMPA' SAINZ

“Lo que hace Villacís es sembrar dudas, respuesta fácil para mentes fáciles. Nuestras familias todas vienen de pasar por servicios sociales, todas tienen el certificado de exclusión alimentaria, están todas censadas por el Ayuntamiento. El Ingreso Mínimo Vital, ¿con los 456€ a qué llegas? Cuando por una habitación de mierda te están cobrando entre 250 y 300 euros. Estamos hablando de miseria. El problema es que los servicios sociales no hacen la labor que les corresponde, sino una labor de investigación porque todo el que se acerca a solicitar algo tiene la presunción de culpabilidad, que va a ser un ladrón, un defraudador. Es todo el tiempo perseguir que se cumpla, que este papel o el otro, y no hacen realmente el trabajo de reinsertar, de trabajar con las familias, empoderarlas, ver una solución, que es lo que hacemos entre nuestras redes”, respondió José Luis.

En la misma línea se manifestó Pilar, vecina de Orcasitas, que fue una de las primeras en llegar a la protesta con un plato vacío en señal de esas casas donde no hay para alimentos. “Vengo porque no hay derecho a que estén sin atender familias muy necesitadas, con personas mayores, con niños, que están directamente abandonadas por parte del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid”.“Están abandonas las residencias de ancianos, están retirando lotes de comida que daban a las asociaciones, concretamente a la de Orcasur le daban 15 y se las han retirado sin explicación alguna. Retiran las subvenciones y no justifican el motivo, por eso estar aquí es reivindicar que se atienda a estas familias, que no se les abandone, por favor”, reclamó.

“Los servicios sociales no hacen la labor que les corresponde, sino una labor de investigación porque todo el que se acerca a solicitar algo tiene la presunción de culpabilidad, que va a ser un ladrón, un defraudador”

Pilar también se mostró “indignada” con las declaraciones de la vicealcaldesa. “Lo que dijo es mentira, una forma vil de justificarse. Esa señora que venga a los barrios y que vaya a la puerta de las asociaciones, que vea a la gente que va a pedir comida. Es una forma de tapar las necesidades reales de los barrios humildes, obreros, como la zona sur de Madrid. Te hierve la sangre porque estás viendo las necesidades y viendo en la televisión a esos cuatro voceros de pacotilla diciendo que todo está bien, que no hay problemas. Bien que para poner un kilómetro y medio con luces de la bandera de España sí hay, pero alimentar al pueblo no”, cuestionó.

Charo, de la Asociación de Mujeres de Carabanchel Alto cree que el Ayuntamiento “con toda su cara dura puede negar la realidad de cómo está la gente porque no visita los barrios”. Actualmente están asistiendo a más de 200 personas “pero no solo con alimentos, sino también en el acompañamiento necesario para solicitar ayudas”, aclaró.

“Se ayuda también para rellenar toda la documentación porque las propias asistentas sociales, que son quienes tendrían que tener posibilidades de ayudar, como han recortado tanto, no ahora sino desde hace mucho tiempo, son pocas para esta emergencia. Entonces las propias vecinas nos ayudamos entre todas para el ingreso mínimo vital, los Ertes y todas esas tramitaciones”, explicó.También tuvo palabras para la vicealcaldesa a quien pidió “ponerse un bozal, no una mascarilla, un bozal”.

“Te hierve la sangre porque estás viendo las necesidades y viendo en la televisión a esos cuatro voceros de pacotilla diciendo que todo está bien, que no hay problemas”

“No hay derecho a que sean capaces de hablar por hablar, sin hacer nada, sin conocer porque no se bajan al sitio a ver la realidad de la gente. No ven a la gente que llora porque nunca imaginó encontrarse en esta situación, gente que lo está pasando mal en serio y siente vergüenza de no poder ayudar a su familia, con carreras. La persona que diga que hay gente que está abusando es una indecente”, concluyó Charo.

Todas las personas consultadas coinciden en que “empieza a empeorar la situación, realmente hay que hablar de hambre”. Según sus experiencias entre octubre y noviembre el número de familias necesitadas que se acercan a las entidades sociales no ha parado de subir.

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