viernes, 27 de diciembre de 2019

IRAN: ESTUDIANTES Y TRABAJADORES IRANIES CONTRA EL CAPITALISMO Y SOLIDARIZÁNDOSE CON LOS TRABAJADORES DE OTRAS PARTES DEL MUNDO. EN ESPAÑA SOMOS MAS CUQUIS, SOMOS MÁS DE SOPA BOBA Y DE LA IMAGEN SANTORAL DEL LIDER, BEATA O LAICA, SEA EL LIDER DE CARTÓN DEL BUENO O DE CARTÓN PIEDRA A LOMOS DE UN CABALLO DE COLOR x / 2 (ABASCAL Y EL ESMICHE) Y AL SIMPLE TROTE, EL CASO ES QUE A MI QUE LAS DEN TODAS HECHAS, Y QUE SE MOJE USTED EL CULO POR MÍ, OIGA, QUE YO CON DARLE AL ME GUSTA, NO ME GUSTA, ME ENVOMITINA DEL FACE, DONDE ME ESCONDO COMO UN COBARDE GUAY,Y DONDE TE PUEDO DECIR QUE TE MACHACO LOS SESOS COMO ME TOSAS O CREA YO QUE HAS TOSIDO, O QUE TE ARRANCO LA CABEZA COMO TE COJA SOLO TENGO BASTANTE, Y ADEMÁS ME "DESENFUSTRO" QUE ES UN PRIMOR, PERO QUE NO CURA NI LA IGNORANCIA NI LA TONTERIA, ESO SÍ.


Irán


Declaración de la manifestación nacional de estudiantes de izquierda en Teherán



VIENTOSUR /26/12/2019 |

 Estudiantes en lucha libre 

[Irán experimentó un levantamiento masivo durante aproximadamente una semana a mediados de noviembre de 2019. Ese levantamiento fue, de hecho, una ola generalizada, enorme y revolucionaria que buscaba desmantelar el sistema político y económico capitalista y teocrático del país. Hace dos años, durante las protestas masivas en diciembre-enero de 2017-2018, todo el país participó también en protestas masivas, pero este año el alcance de las protestas fue mucho más amplio, al igual que la represión, la violencia y las masacres del gobierno.

Durante las protestas de noviembre, el gobierno bloqueó Internet para ocultar la revuelta que dejó más de 500 muertos, al menos 2.500 heridos y 9.000 arrestados. Muchas y muchos militantes de izquierdas y estudiantes han sido arrestados. Todavía en prisión en algunos casos, su situación es desconocida. La clase trabajadora ha estado a la vanguardia de las protestas, y la mayoría de las personas muertas provienen de esta clase[1].

El 7 de diciembre, con ocasión del día de las y los estudiantes, activistas universitarios iraníes anunciaron una manifestación de solidaridad con las luchas del pueblo iraní y también en solidaridad con las manifestaciones masivas contra el capitalismo en Chile, en Líbano, Iraq y otros lugares. Durante los últimos cinco años, las y los sindicalistas estudiantiles han hecho campaña contra las políticas de austeridad de la universidad y contra la explotación y represión de la clase trabajadora iraní.

Lo que reproducimos a continuación es una declaración conjunta de sindicalistas de las universidades de Teherán y Allameh, que fue leída y publicada el día de la manifestación por sindicalistas de la universidad. - Solidarité Socialiste avec les Travailleurs en Iran (S.T.T.I.). http://www.iran-echo.com/index.html].

Declaración de la manifestación nacional de estudiantes de izquierda en Teherán.

Aquí y ahora, en uno de los momentos históricos más importantes que hemos vivido, las masas de las diferentes partes del mundo se han levantado contra la opresión producida por el sistema capitalista. En menos de dos años ha vuelto a surgir una agitación masiva en Irán. La acumulación de contradicciones y la incapacidad del actual régimen capitalista-teocrático condujo a muchos levantamientos, incluida la revuelta de enero de 2018. Las represiones sangrientas anteriores no pudieron apagar el fuego de la ira de las y los oprimidos y los rescoldos de 2018 se volvieron a encender debido al aumento en los precios del combustible, esta vez en noviembre de 2019. La escala y la intensidad de las protestas aumentaron, al igual que la escala y la intensidad de la represión. Con el silencio de los medios y el corte de Internet se produjo una sangrienta represión desde los cañaverales de Mahshahr hasta los callejones de Kurdistán, los suburbios de Shiraz, los desiertos de Sistán y las calles de Teherán, que causaron muchas muertes a su paso. Pero nosotras y nosotros, estudiantes en este momento crítico, heridos por los terribles azotes de la opresión y la explotación, no somos y no seremos observadores pasivos.

Escuchamos los sonidos de estos látigos durante años igual que los gritos de las masas. Pero todavía no nos hemos acostumbrado a estos sonidos, con sus diferentes frecuencias en la historia. Todo el mundo ha escuchado el ruido de la represión y el rugido de los oprimidos, incluso aquellos cuyos intereses eran ignorados. Los esfuerzos fallidos de reformistas, conservadores, monárquicos, etc. para confiscar, distorsionar y negar estas voces solo prueba esta afirmación.

Con la intensificación de las contradicciones del sistema capitalista mundial actual, la opresión de las masas en varias partes del mundo está aumentando. El gobierno actual, en todas sus formas y aspectos, ha podido tomar el poder mediante el uso de estas contradicciones. En un intento de resolverlos para su propio beneficio, el estado ha intervenido en conflictos devastadores en la región, esparciendo sus armas en Irak, Siria, Líbano y Yemen. La injerencia imbricada en la región de los países imperialistas dominantes y del actual régimen iraní solo ha servido para aumentar la opresión y la explotación de las masas en la región. Por lo tanto, cualquier solución reformista propuesta, mientras se mantiene el marco del sistema capitalista, tanto a nivel nacional como internacional, continúa reproduciendo la explotación y la represión en diversas formas.

Nosotras y nosotros, estudiantes, mientras mantenemos la distancia de los dos polos, subrayamos la difícil situación común de las masas iraníes y todas las demás clases trabajadoras en el mundo, desde Chile hasta Irak, Siria y Líbano. Defendemos sus protestas legítimas y continuamos nuestra lucha para apoyar sus intereses.

El Estado actual ha sido capaz de vincular la forma más moderna de explotación con formas más antiguas de opresión. Nos enfrentamos a un Estado cuyas normas jurídicas están influenciadas por la ideología religiosa dominante. La supresión de las minorías religiosas (cristianos, sunitas, derviches, etc.) está enraizada en estas leyes. Nosotras y nosotros, estudiantes, defendemos la libertad de expresión, la libertad de creencias y religión, y afirmamos nuestra solidaridad en estas reivindicaciones y estas luchas legítimas por la liberación de masas.

El antagonismo de género es otra contradicción inherente al sistema capitalista, que adquiere características específicas debido al aparato ideológico del poder en Irán.

Nosotras y nosotros, estudiantes, somos conscientes de la importancia de las luchas por la emancipación de las mujeres para construir una sociedad sin opresión ni explotación, y consideramos que todas las formas tradicionales y modernas de opresión de las mujeres conducen finalmente a la reproducción del capitalismo y de su existencia. Por otro lado, esta opresión es uno de los pilares más fundamentales de la ideología dominante y juega un papel decisivo en la formación del Estado en el poder. Los mecanismos de esta ideología son controlar y subordinar a las mujeres en todos los lugares e instituciones, desde la familia a la universidad, en el trabajo y en la calle. Pero las mujeres, a pesar de todas sus protestas a lo largo de décadas, desde la manifestación de mujeres en marzo de 1979 hasta la manifestación de estudiantes femeninas contra el hijab obligatorio en mayo de 2019, mientras mantenían la distancia con la oposición conservadora, no permanecieron en silencio contra esta tiranía. Paralelamente a estas luchas, nosotras y nosotros, estudiantes, hemos escuchado la furiosa ira de las mujeres por la verdadera emancipación y una vez más declaramos nuestra solidaridad en las luchas contra la prosecución de "la integración de la religión y el gobierno" y todas las formas de patriarcado.

Además, en los últimos años el antagonismo nacional ha alcanzado un punto crítico, con particular importancia en las luchas recientes. Las y los habitantes de diferentes regiones de Irán combatieron valientemente en estas luchas: las y los árabes, turcos, lors, baluchis, kurdos, turcomanos y otros grupos étnicos viven bajo la opresión, el desempleo y la pobreza. Esto solo se ha intensificado a medida que las demandas culturales y sociales más obvias de estas personas son severamente reprimidas. Mientras defendemos enérgicamente las luchas de las minorías étnicas, nosotras y nosotros, estudiantes, declaramos nuestra oposición a todas las formas de nacionalismo y, por lo tanto, buscamos vincular sus luchas legítimas con la emancipación de las masas. En resumen: hemos pasado dos años turbulentos, presenciando la creciente proliferación de la represión y la explotación de enero de 2018 a noviembre de 2019. Los años anteriores a enero de 2018 vieron la aceleración de la crisis intrínseca del sistema existente y el desencadenamiento de la reacción de diversos grupos de personas oprimidas, cuya aparición ha sido observada en las manifestaciones y huelgas obreras generalizadas a partir de 2011. La solidaridad del movimiento de las y los trabajadores junto con las protestas de las y los agricultores, enseñantes, estudiantes y de las "Niñas de calle Enghelab” (Contra el velo obligatorio) dio particular importancia a enero de 2018.

Todas estas contradicciones, en su unidad, forman el conjunto del Estado. Estas contradicciones no son ni posibilidades ni arbitrarias: son las necesidades básicas sobre las que descansa la vida del Estado en el poder. Las cárceles representan el hecho de la represión más violenta. Hoy en día, las cárceles albergan a un gran número de presas y presos políticos diferentes como activistas de sindicatos de estudiantes, militantes de los derechos de las mujeres, activistas por los derechos de los niños y las niñas, ecologistas, enseñantes, activistas sindicales, activistas políticos árabes, baluchis, kurdos, activistas de minorías religiosas y otros activistas políticos. Además, más de siete mil personas que han liderado los disturbios en noviembre de 2019 están encarceladas por luchar por la igualdad y la libertad. Nosotras y nosotros, estudiantes, condenamos la represión y el arresto de las y los activistas políticos y pedimos la liberación de las y los presos políticos sin exclusión.

Mientras tanto, el papel de la universidad es crucial. Durante estos años, la universidad se ha convertido en una institución para reproducir y estabilizar el status quo y en una institución que ha intentado suprimir la resistencia estudiantil en las últimas décadas. Arrestos masivos y fuertes condenas judiciales de estudiantes en la década de 2010, instituciones paralelas, normas disciplinarias, estudiantes fichados (estudiantes a quienes se considera políticamente poco fiables o indeseables por los servicios de seguridad de la República Islámica) y la privación de los derechos de las y los estudiante, la intimidación de los miembros del sindicato de estudiantes y sus familias por parte de las agencias de seguridad y su brazo académico, el tutor de la universidad, son ejemplos de estos esfuerzos. Este año vimos otra señal de falta de autonomía académica y su cooperación abierta con las agencias de seguridad. Se arrestó a estudiantes con la colaboración de agentes de la ley y agentes de seguridad, usando diferentes técnicas como arrestarles en residencias de estudiantes o usar una ambulancia (como vehículo para transportar prisioneros). Además, los intentos de los funcionarios de la universidad y los guardias de seguridad de intimidar a las familias de los estudiantes que planteaban acciones legales y los golpes de Taser (pistola eléctrica) contra una estudiante sindicalista arrestada en la Universidad de Teherán, revelaron el más alto grado de esta sucia colaboración.

Mientras tanto, el silencio continuo de las y los profesores universitarios es un reflejo de la represión sistemática durante estas décadas. Reduciendo su funcionalidad para reproducir la ideología dominante y mantener el status quo, han perdido todas sus misiones sociopolíticas. Declaramos que, en nuestra opinión, el silencio de las y los enseñantes no tiene otro significado que cooperar claramente con el sistema para oprimir a las masas y los estudiantes; y no nos quedaremos callados ante esta cooperación. Al igual que los demás movimientos independientes de las últimas décadas, el movimiento de sindicatos estudiantiles independientes desde la década de 2010 está avanzando, resistiendo a las fuerzas que quieren que la institución universitaria sea una institución ideológica que reproduzca el status quo. Nosotras y nosotros junto a nuestros camaradas arrestados, como muchos otros, seguimos comprometidos no solo a apoyar a las masas explotadas, sino también a transmitir nuestro mensaje a la sociedad. La respuesta de las fuerzas represivas ha sido la coerción, la intimidación y la represión. Nos intentan asustar constantemente con las posibles consecuencias de nuestras acciones, pero la máquina de triturar no ha podido bloquear ni la calle ni la universidad. Seamos claros esta vez: nosotras y nosotros, estudiantes, no olvidamos la sangre en la calle. Se lo prometemos a las personas mártires y a quienes les han asesinado.


7/12/2019
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

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