lunes, 18 de noviembre de 2019

JUBILADOS VASCOS SIN TRAMPA NI CARTÓN: MIRE, SABE QUE LE DIGO?: QUE LAS PENSIONES SON MÍAS, ASÍ QUE POR EL MOMENTO, AQUI QUE LE PLANTO UNA MANIFESTACIÓN, ¡CON DOS COJONES! Y AHORA ME VA A DAR USTED LO QUE ES MÍO Y QUE NO ME QUIERE DAR. MIRE, QUE LE CLAVO OTRA MANIFESTACIÓN, PORQUE ES QUE NO ME ACABA DE DAR LO QUE ES MÍO. VALE, VALE, QUE YO CON USTED NO ME ESTOY METIENDO, Y SABE QUÉ?. QUE AHORA LO VOY A CRUJIR CON LA HUELGA GENERAL QUE LE AJUSTO. QUE ES QUE YA CANSA HOMBRE, QUE LO QUE LE PIDO ES LO MÍO, ¿PERO QUE NO SE HA ENTERADO TODAVÍA QUE EL DINERO DE LAS PENSIONES QUE SE QUIEREN LLEVAR LOS BANCOS EN ESO DEL PACO DE TOLEDO, SON DINEROS MÍOS? UESTED ESTÁ SORDITO, SEÑOR MÍO

Movimiento de Pensionistas Vasco
 Ambicioso plan de movilizaciones
    
Jon Fano / Jospo Barrutia 
Vientosur
12/11/2019 

El 22 de octubre las plataformas de pensionistas de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa (las cuatro provincias que componen el sur del país vasco) decidían por 27 votos a favor, ningún voto en contra y 8 no votos llevar a cabo un ambicioso plan de movilizaciones a lo largo de todo el otoño e inicios de invierno. Se trataba de dar un salto cualitativo en sus movilizaciones, contando para ello con el apoyo, colaboración y participación de todos los sindicatos y múltiples colectivos sociales de mujeres, jóvenes, pequeños comerciantes, baserritarras (campesinos), colectivos en situación de precariedad y miseria.... Era y es un reto de enorme magnitud después de 20 meses de concentraciones y movilizaciones ininterrumpidas.

El 15 de enero se cumplirán dos años en que implosionó el movimiento actual de pensionistas vasco

Desde el 15 de enero del año pasado son ya 96 lunes de concentraciones ininterrumpidas en buena parte de las capitales vascas y en cerca de un centenar de pueblos grandes, medianos y pequeños del País Vasco, que reúnen habitualmente todos los lunes de 11.000 a 13.000 personas pensionistas.
Estas concentraciones han venido acompañadas de múltiples manifestaciones provinciales y comarcales, cuya suma en más de una ocasión ha congregado a más de 50.000 personas pensionistas en el sur de un país de sólo 2.800.000 de habitantes y algo más de 650.000 personas pensionistas.
Así mismo en los últimos meses se están presentando mociones en los Ayuntamientos en apoyo a las demandas e iniciativas del movimiento de pensionistas, que previsiblemente para finales de noviembre alcancen también a las 4 capitales (Gasteiz, Iruña, Donostia y Bilbao) y más de un centenar de pueblos. En buena parte de las grandes ciudades la alianza PNV-PSE-EE impide que esas mociones prosperen, votando a favor de sus enmiendas alternativas a la totalidad. Aun así, se ven obligados a reconocer genéricamente ciertas demandas para no quedar muy descalificados, aunque en no pocos ayuntamientos de más de 10.000 y 20.000 habitantes esas mociones salen adelante gracias principalmente al apoyo de EH Bildu: También lo hacen con el sostén de Elkarrekin Podemos y algunas Agrupaciones Independientes, en aquellos Ayuntamientos en que estas formaciones tienen presencia municipal.

Los pequeños logros obtenidos fueron debidos a la presión y pelea del movimiento de pensionistas

Muchas veces nos quieren hacer creer que a pesar de nuestras movilizaciones no vamos a conseguir nada. Incluso algunos de los logros obtenidos nos los intentan vender debido a la buena actitud de gobiernos como los del PSOE, o las subidas de las pensiones de los años 2018/2019 como producto del acuerdo del PP- PNV.

La consecución de las subidas de las pensiones del 1,7 y del 1,6 en los años 2018/2019 respectivamente; el paso del cálculo del salario regulador de la prestación de viudedad primero del 52 al 56%, y luego del 56 al 60%; o el retraso de la aplicación del factor de sostenibilidad hasta inicios del 2023 fueron productos directos de la pelea del movimiento de pensionistas del País Vasco y del resto de los pueblos del estado. Tanto el acuerdo PP-PNV como su posterior asunción por el gobierno de Pedro Sánchez no tuvieron otro objetivo que apuntarse ciertas medallas y tratar de desmovilizar el movimiento de pensionistas, incluso buscar su división.

Los retos a los que nos enfrentamos 

Las presiones de la Comisión Europa y otras instituciones internacionales, del Ibex-35, la CEOE, el Banco Central Español. para que se reduzca la deuda pública de los presupuestos del Gobierno de Madrid son enormes y continuos, más aún cuando se acercan nubarrones sobre una nueva crisis económica internacional. Sus fórmulas para paliar el déficit de la deuda pública son las de siempre: reducir los gastos de pensiones y de todos los servicios públicos; aumentar la explotación de los trabajadores y trabajadoras mediante la congelación de salarios - o subiéndolos por debajo del IPC- aumentando la precariedad laboral: manteniendo cuando no aumentando la marginación de un amplio espectro de la sociedad en condiciones de pobreza.

Preacuerdo programático y para la formación de un gobierno de coalición entre PSOE y Unidas- Podemos

Justo cuando íbamos a entregar este artículo, no sin cierta sorpresa, ha saltado a los medios de comunicación el preacuerdo programático y para la formación de un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Preacuerdo que se ha hecho público por Pedro Sánchez yPablo Iglesias, máximos dirigentes de ambas formaciones.

Seguramente en amplios sectores de izquierda y progresistas, y del movimiento de pensionistas, este preacuerdo suscitará importantes ilusiones. Pero no podemos dejar de resaltar que entre ambas formaciones suman un total de 155 parlamentarios, 21 por debajo de la mayoría absoluta del parlamento.

Esto obliga, si quieren asegurar una mayoría parlamentaria absoluta, a llegar a acuerdos con otras formaciones progresistas, incluidas las soberanistas. Ello no es nada fácil si no hay otros acuerdos sociales, democráticos y antirepresivos, entre ellos el recocimiento de los derechos nacionales y democráticos de - al menos- Cataluña, Euskal Herria y Galicia.

En relación a los derechos sociales, debemos señalar que ese gobierno de coalición estará presidido por Pedro Sánchez y hegemonizado por el partido socialista. Partido que asume las imposiciones de la Comisión Europea sobre la reducción de la deuda pública por medio de los recortes sociales, que ha estado flirteando con los grandes poderes financieros, económicos y empresariales y que en los dos últimos años que ha estado gobernando no ha tomado ninguna medida sería contra la precarización del empleo y de los salarios - sin dejar de reconocer que la subida del SMI a 900 euros fue un pequeño paso positivo-, el sistema de pensiones y la garantía de unas pensiones mínimas dignas no han conocido más que unos cambios más bien cosméticos y la lucha real contra la pobreza y la miseria de amplios sectores de la población ha brillado por su ausencia.

Un Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos no garantiza por sí mismo un cambio radical ni significativo de esas políticas sociales. La primera prueba de fuego, en el caso de que se constituya será, entre otras, la subida substancial del Salario Mínimo Interprofesional, la aplicación de la subida del IPC real a todas las pensiones y una pensión mínima de dignidad de 1080 euros, a partir del 1 de enero del próximo año 2020.

Pero el problema de las pensiones y otros derechos sociales no quedan reducidos o en manos exclusivas del Gobierno Central

En el ámbito de Hego Euskal Herria (sur del País vasco) los gobiernos de la Comunidad Autónoma Vasca y de la Comunidad Foral Navarra tienen responsabilidades políticas y materiales ante estas cuestiones. Disponen de competencias y capacidades presupuestarias para cubrir o paliar al menos esas necesidades. Tan sólo en la Comunidad Autónoma Vasca este año se van recaudar más de 15.000 millones de euros, lo que le posibilita al Gobierno de Gasteiz y de las tres diputaciones forales disponer de más de 400 millones de euros que en los presupuestos del 2019, de los cuales buena parte de ellos podrían destinarse sin problemas al complemento de las pensiones mínimas y a mejorar otras necesidades sociales.

Una consigna que está muy arraigada en el movimiento de pensiones del país vasco y de otros pueblos del estado es “gobierne quien gobierne las pensiones se defienden”. Esto significa que al gobierno que salga después de estas elecciones le vamos a exigir que sin más dilación suba el IPC real a todas las pensiones y las pensiones mínimas a 1.080 euros a partir del 1 de enero de 2020. Al mismo tiempo vamos a demandas un calendario concreto, preciso e inmediato para que sean debidamente atendidas y resueltas nuestras otras reivindicaciones: Salario Mínimo Interprofesional de 1.200 euros. Derogación de las reformas laborales y de pensiones de los años 2011, 2012 y 2013, adoptadas sucesivamente por los Gobiernos del PSOE y PP. No a la penalización de las jubilaciones anticipadas con 40 años de cotización. Acabar con la brecha salarial y de pensiones entre hombres y mujeres. Y una pensión de viudedad del 100% del salario regulador de su cónyuge.

Del mismo modo a los Gobiernos de Vitoria-Gasteiz e Iruña (Pamplona) les vamos a exigir que en tanto en Madrid no se consiga, complementen las pensiones mínimas hasta 1.080 euros, mejoren las condiciones de la RGI (Renta de Garantía de Ingresos en la CAV) y la Renta Mínima en la C.F.N, así como la retirada de las ayudas fiscales a los fondos privados de pensiones y EPSVs, muy extendidas en la CAV.

Un cambio cualitativo de las movilizaciones del Movimiento de Pensionistas Vasco

Desde hace varios meses, viendo la falta de respuestas por parte del Gobierno central y de los Vitoria y Pamplona, veníamos trabajando un ambicioso plan de movilizaciones para el otoño e inicios del invierno. Movilizaciones que queríamos compartir y desarrollar conjuntamente con todos los sindicatos y el masivo de colectivos de mujeres, jóvenes, baserritarras (campesinos), autónomos, pequeños comerciantes, colectivos contra la pobreza y la miseria.

Este calendario de movilizaciones tras su discusión y aprobación muy mayoritaria en las plataformas de pensionistas de las cuatro provincias del país vasco sur- salvo por parte de un sector de Gipuzkoa- fueron avaladas y concretadas en una reunión conjunta de representantes de todas ellas en una reunión del 17-O.

Fueron aprobadas con 28 votos a favor, ningún voto en contra y 8 compañeros que no votaron. Y se concretaban en: 1.- Continuar todos los lunes con las concentraciones en los pueblos, así como con las manifestaciones comarcales que se llevan a cabo en diversas comarcas una vez al mes. 2.- Convertir el día 16 de noviembre en una jornada de movilización importante con manifestaciones masivas en las cuatro capitales (Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Pamplona) y en algunas comarcas alejadas de las capitales. 3.- A mediados de diciembre llevar a cabo sendas concentraciones importantes ante los Parlamentos Autonómicos de Vitoria y Pamplona. 4.- Preparar con tiempo pueblo a pueblo, comarca a comarca y en las capitales, junto con todos los sindicatos y colectivos sociales de toda naturaleza una jornada de movilización general a finales de enero bajo la forma de huelga general laboral, social y transversal.

Negativas de CCOO y UGT a la convocatoria de huelga general

Estos sindicatos, con quienes se ha estado compartiendo en todo momento los pasos a dar, el contenido de las reivindicaciones a plantear unitariamente, finalmente se han manifestado en contra de apoyar esa jornada de huelga general. Sí apoyan y participaran en las manifestaciones del 16-N pero no en esa movilización de enero.

Una y otra vez han manifestado su apoyo al conjunto del planteamiento reivindicativo y unitario propuesto por el movimiento de pensionistas de todo el país vasco. Pero cuando se ha concretado el compromiso de la movilización bajo la forma de huelga general han dicho no.

Especialmente preocupante fue el comunicado de CCOO para justificar su negativa. Señalo que el apoyo y convocatoria de huelga general - tras haber pública anteriormente su plan de movilizaciones en una rueda de prensa masiva el movimiento de pensionistas - realizado por la Carta Social de Euskal Herria ( de la que forma la mayoría sindical del País Vasco como son ELA, LAB, ESK, Steilas, EHNE e Hiru ) y más de un centenar de colectivos de mujeres, jóvenes, ecologistas, antirrepresivos, contra la precariedad, fue una convocatoria unilateral, excluyente, nacionalista y que ponía patas arriba la unidad y pluralidad del movimiento de pensionistas.

Por suerte y por la voluntad de mantener por encima de todo la unidad y la pluralidad del movimiento, esas declaraciones no han supuesto ninguna fuga o ruptura, salvo algunas críticas y tensiones por parte de un sector bastante minoritario del movimiento de pensionistas.

El no apoyo público de UGT a esa movilización de enero, hecho público una semana más tarde del rechazo de CCOO fue mucho más cuidado y respetuoso.

En cualquier caso, la posición del movimiento de pensionistas es continuar los contactos y relaciones con CCOO y UGT y tratar de que ambos sindicatos se sumen también a la movilización de enero. Esperamos que el buen ambiente y el éxito de las manifestaciones del día 16 haga reconsiderar a ambos sindicatos la posición adoptada.

Numerosos Ayuntamientos dan su apoyo a las mociones presentadas y movilizaciones del movimiento de pensionistas

Estamos desarrollando una amplia campaña de presentación de mociones en muchos ayuntamientos. En más de 50 se han dado ya pronunciamientos y esperamos llegar a más de un centenar. En bastantes pueblos medianos y pequeños se han aprobado esas mociones. Pero en las capitales y algunos grandes pueblos donde la mayoría absoluta está en manos del PNV y el PSE.EE estos presentan enmiendas a la totalidad alternativas o simplemente rechazan las mociones presentadas por el movimiento de pensionistas. De este modo, muestran a las claras lo poco que les importan nuestras demandas y reivindicaciones. Y lo hacen argumentando que las competencias en este terreno compiten a Madrid, aunque buena parte de las demandas planteadas en referencia a servicios sociales u otros son competencia de los ayuntamientos.

¿Es posible converger o coordinar con las plataformas de pensionistas del resto de los pueblos del estado español?

El movimiento de pensionistas vasco tiene claro el interés de converger o coincidir en sus movilizaciones con otras plataformas de pensionistas del resto de los pueblos del estado español.
Pero hay algunas plataformas como la COESPE, que pretender erigirse en representantes del conjunto del movimiento de pensionistas. en todo el estado. Además, se niegan a reconocer el carácter soberano del movimiento de pensionistas vascos o el de otros pueblos del estado. Del mismo modo, desarrollan un estilo de trabajo que no ayuda nada a la unidad y pluralidad del movimiento.
Las marchas a Madrid y la manifestación del día 16 en la capital española fueron positivas, en las cuales, además, tanto en la columna norte como en la manifestación de Madrid la presencia de pensionistas vascos y vascas fue significativa. Pero utilizar estas para erigirse en representante casi único del conjunto del movimiento ayuda poco a unir la pluralidad de las diversas plataformas del movimiento de pensionistas de los distintos pueblos del estado.

No pocas plataformas de pensionistas de los diversos pueblos del estado, toman como referencia al movimiento unitario y plural vasco, aunque tampoco se puedan obviar ciertas tensiones por protagonismos o intereses partidistas en su seno, que obligan a muchos equilibrios para mantener su unidad.

De hecho, es probable que, en un plazo más bien corto, miembros del movimiento de pensionistas vasco tengamos alguna reunión con representantes de plataformas unitarias de pensionistas de otros pueblos del estado.

Favorecer esas relaciones es sin duda algo importante y decisivo cuando nos encontramos ante unos gobiernos del estado que lejos de atender a las pensiones y derechos sociales de la mayoría de la sociedad sólo hacen tomar algunas medidas cosméticas, cuando no toman decisiones que aún empeoran la situación.

11/11/2019

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